JUEVES Ť 11 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Resultados de la Encuesta sobre Violencia Intrafamiliar corrrespondiente a 1999
Uno o más miembros de 66% de hogares urbanos reciben algún tipo de violencia, casi siempre paterna
CAROLINA GOMEZ MENA
Según la Encuesta sobre Violencia Intrafamiliar 1999, en casi 66 por ciento de hogares urbanos uno o más de sus integrantes experimenta algún tipo de violencia, y sondeos apuntan a que el principal agresor es el jefe de familia, pues en 49.5 por ciento de los actos violentos estos son los victimizadores, y los que padecen estas agresiones con más frecuencia son los hijos y la madre, con 44.9 y 40 por ciento, respectivamente.
También se sabe que entre 50 y 80 por ciento de las familias que sufren violencia no solicitan ayuda debido a que la víctima tiene miedo a denunciar o carece de posibilidades para mantenerse económicamente. Asimismo, de las denuncias por maltrato físico interpuestas en las procuradurías de la defensa del menor y la familia del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), "cerca de 60 por ciento de mujeres agredidas se retractan a los pocos días", refirió Ana Teresa Aranda Orozco, directora general del Sistema DIF Nacional, quien agregó que es principalmente "la necesidad la que las obliga a permanecer como víctimas dentro de sus hogares".
Por ello el DIF planea establecer un nuevo modelo de atención para madres agredidas mediante la instauración de centros en los que además de recibir atención integral, se les permitirá permanecer en el lugar con sus hijos, informó Aranda Orozco en entrevista.
Y es que, aunque diversos DIF estatales cuentan con estancias de recuperación para mujeres, muchas veces éstas se niegan a permanecer en ellas debido a que no quieren dejar a sus hijos con el agresor. Esto se debe a que en ocasiones el padre de familia también agrede a los hijos, sobe todo porque no tiene conciencia de cuál es la diferencia entre "una medida disciplinaria y el maltrato o violencia", refirió Arturo Cornejo Moreno-Valle, subdirector de Asistencia Jurídica y Adopciones del DIF.
En este nuevo esquema, que ya tiene su primera expresión en Mexicali, Baja California, detalló Aranda, cada mujer podrá "llevar consigo de uno a cuatro niños y permanecer allí cuatro meses hasta que les aliviemos el alma, les levantemos la autoestima y les demos cursos de capacitación para que cuenten con ingresos y no dependan del agresor".
Este lugar "servirá como centro piloto para el DIF", pues la finalidad es que "se convierta en un ejemplo para todos los estados de la República", comentó.
Otra idea es hacer que estos espacios sean "secretos" para que los victimarios "no puedan encontrar a la mujer", porque en los lugares de atención "a la vista del público, el agresor se para en la puerta e insiste en que salga la mujer para seguirla golpeando".
Para contar con los recursos necesarios --manifestó Cornejo-- habrá pláticas con legisladores y se les hará ver a los DIF estatales la pertinencia de establecer estos lugares, en los que las afectadas recibirán también capacitación laboral y asistencia jurídica.
La intención es que al final del sexenio cada entidad cuente con al menos uno de ellos, y que en la mayoría de los municipios existan procuradurías de la defensa del menor y la familia.