JUEVES Ť11 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Los egresados enfrentan un futuro muy negro, afirma Pallán Figueroa
Grave devaluación de universidades públicas
Ť Experto español recomienda que esas escuelas funcionen como empresas de servicios educativos
JOSE GALAN
En el país existe cada vez más preocupación en torno al presente y futuro de la educación superior, pues día a día se comprueba que la formación de estudiantes no está funcionando. Incluso, sus productos -egresados, investigaciones, profesores, etcétera- se encuentran muy devaluados, afirmó Carlos Pallán Figueroa, ex rector de la unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana.
En este contexto, José Ginés Mora, responsable de Relaciones Exteriores del Comité de Evaluación de las Universidades Españolas, propuso una alternativa de nuevo modelo, en el que las universidades deben operar como empresas de servicios educativos, enfocadas fundamentalmente a servir a los ciudadanos.
Ambos expertos cerraron ayer, con sendas conferencias expuestas en el auditorio del edificio Uno de la ESIME, el foro Diseñemos el futuro, organizado por el Instituto Politécnico Nacional en el marco de su proceso de reforma a la ley orgánica y hacia la autonomía de esa casa de estudios.
Pallán Figueroa, ex secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES), afirmó que se acabó la época de esplendor de la educación superior pública en México, y consideró que actualmente los jóvenes en edad universitaria enfrentan "un futuro muy negro".
Las instituciones de educación superior, agregó, "deben adaptarse a los nuevos tiempos y a la velocidad de generación del conocimiento".
Dijo que, de acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo y el Programa Nacional de Educación, México debe hacer crecer la matrícula de universitarios 50 por ciento, es decir, pasar de 2 millones 200 mil alumnos a cerca de 5 millones, mientras que el gasto en educación superior debe crecer de medio punto porcentual del PIB a uno por ciento.
Por su parte, Ginés Mora consideró que ante la globalización y la llegada de la sociedad del conocimiento, es necesario que las universidades funcionen como empresas de servicios educativos, que deberán contar con mecanismos de control social, competitividad y rendición de cuentas.
La masificación registrada en las universidades en los últimos años las ha obligado a contar con nuevos esquemas que respondan a las necesidades de los estudiantes y a la realidad cambiante de las naciones, sin abandonar "el principio sagrado" de la libertad académica y con el fortalecimiento de la autonomía, agregó.
En este sentido propuso abandonar las formas colegiadas de gobierno y adoptar en mayor medida modelos de gestión empresarial, sin elecciones de rector, y puso como ejemplo a la Universidad de Amsterdam, en Holanda, que abandonó los órganos colegiados en 1997 para establecer un consejo de administración a cargo de designar al rector.