JUEVES Ť 11 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť En la actualidad representa la tercera fuente de divisas, señala Raúl Delgado Wise
La fuerza de trabajo, principal mercancía de exportación del país, asegura especialista
Ť No se otorgan incentivos fiscales a migrantes y son víctimas de altos cobros por transferencias
KARINA AVILES
No obstante que la exportación de la fuerza de trabajo es la tercera fuente de divisas del país, los migrantes, lejos de tener incentivos fiscales, son víctimas de cobros excesivos en el proceso de transferencia de las remesas, situación que les representa anualmente una pérdida de entre mil 500 y 2 mil millones de dólares, indicó el especialista en asuntos migratorios Raúl Delgado Wise.
El académico destacó que por encima del ''espejismo'' derivado del creciente incremento de los envíos producto de la migración -en el año 2000 las remesas alcanzaron un máximo histórico de 6 mil 572 millones de dólares, y para el cierre de este año se calcula que éstas lleguen a los 10 mil millones- el principal destino de ese dinero sigue siendo la subsistencia familiar.
Durante una conferencia ofrecida en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México, el investigador de la Autónoma de Zacatecas (UAZ) afirmó que el Estado no tiene una política en materia migratoria. Lo que actualmente México está exportando en realidad es su fuerza de trabajo, destacó.
''El ingreso neto de las divisas por la venta directa e indirecta de la fuerza de trabajo ascendió en el año 2000 a 24 mil 331.1 millones de dólares, situándola claramente como la principal mercancía de exportación del país, sin lugar a dudas uno de los principales logros del neoliberalismo'', señaló.
Delgado Wise llamó la atención sobre algunos aspectos que reflejan un cambio en el patrón migratorio. Por ejemplo, en la región de la alta migración zacatecana, la edad promedio al migrar se redujo más de 12 años, al pasar de 32 a 19.7 años entre 1992 y 2000. En ese estado, más de la mitad de sus municipios registraron tasas de crecimiento negativas, que en conjunto implicaron una pérdida poblacional neta de 26 mil 159 personas anualmente.
En contraste con otros rubros de exportación, en el caso de las remesas se evidencia la absoluta incapacidad estructural del aparato productivo nacional para generar empleo. Actualmente laboran en Estados Unidos entre 4 y 5 millones de mexicanos, cifra equivalente a una tercera parte de los trabajadores empleados en el sector formal del país, o a una quinta parte del total de la población asalariada.