Yani Pecanins recupera objetos para devolverles su memoria
Ť Incluye medio centenar de obras ''encontradas'', realizadas en técnica mixta y collage
Ť Uno piensa que lo atesorado por alguien acaba en un puesto de La Lagunilla, subraya
MERRY MAC MASTERS
''Tengo algo con la pérdida'', reconoce Yani Pecanins. Es decir, los objetos cotidianos extraviados, mismos que la artista visual recupera a fin de dotarlos de una memoria relativa a sus antiguos dueños, ''alguien que no sabes ni quién fue''. Un motor en su trabajo, entonces, consiste en ''recuperar algo de los demás; algo que a lo mejor no fue tan trascendente, pero que sí es importante para las personas, desde sus sentimientos. Una niña que pierde un zapato, ese hecho algo quiere decir. ¿Por qué lo perdió? Pierdes un objeto, pero a lo mejor algo más, en esas circunstancias''.
Rescate de huellas
Dentro de la exploración de Pecanins ''de los estratos de proyección del objeto encontrado'', como escribe Luis Carlos Emerich, no es de extrañarse que le haya puesto Lost and found a su más reciente exposición de medio centenar de ''obras encontradas'', en técnica mixta y collage, que será inaugurada hoy a las 19:30 horas en la Galería Pecanins (avenida Durango 186, colonia Roma).
Lost and found es como esos sitios donde se concentran objetos perdidos y pueden ser reclamados. También un poco se refiere a eso de las chácharas, que tienen su carga emocional, su historia, pero que la artista transforma, para volverlas suyas.
No son objetos ''muy finos o muy escogidos de cosas muy extravagantes''. Explica: ''Son más bien objetos cotidianos que me atraen porque hablan de la vida diaria de las personas, y a mí sí me interesa hablar de las personas''. En el caso de los zapatos, por ejemplo, ''sí se nota la persona que los usó; cómo caminaba, si andaba mucho o poco, o chueco, o si los disfrutó. Sí hay una marca en los objetos y en esta medida es que rescato su huella para hacer algo. A partir de esa historia que intuyo o me imagino, trabajo y la transmito''.
-Esos objetos, ¿qué te revelan de las personas?
-Creo que hay algo triste. Por ejemplo, en La Lagunilla se encuentran cosas muy bonitas, pero siempre se piensa que ese objeto alguien lo perdió. Ir a dar a La Lagunilla es como perderse. Es como la nada. Muchos lagunilleros compran las pertenencias de alguien que murió y las despedazan para venderlas. Uno piensa que lo atesorado por alguien, pues, acaba en La Lagunilla, en un puesto. Eso a mí se me hace muy triste y es como perder algo.
El artista Christian Boltansky habla mucho de la small memory, de las cosas intrascendentes, de las personas, porque hablar de personajes o de cosas así está muy bien, pero hay muchos con esa memoria pequeña que vivieron y pueden haber pasado guerras, sufrido, pero se pierden porque no es algo tan trascendente. Pero la vida de cualquier persona finalmente es importante. Entonces, en esos objetos está esa pequeña memoria. Hay una cosa como triste, como de pérdida.
Identidad por intuición
-¿Qué buscas? ¿Cómo sabes qué objetos te van a servir?
-No sé si me van a ser útiles, pero uno tiene sus épocas cuando chacharea. A ratos te da por coleccionar planchas o buscas cosas de hilos y botones, que a mí siempre me gustan; y trapos. Muchas veces encuentras algo bonito y lo guardas. En ocasiones dices, ¡ay!, esto me puede servir para trabajar. Creo que no buscas algo específico. Es mucho al azar encontrar un objeto, te llama la atención y lo guardas. Muchos los tienes en tu casa. Claro, sí colecciono, junto o compro.
Me gustan mucho todas las cosas de mercería, los hilos, sé que me van a servir porque tienen que ver con mi trabajo; los carretes de hilo, las agujas. Muchos según en la onda que esté. Por ejemplo, me interesa la ropa, entonces, busco. A veces no la hallo pero me la encuentro, como los zapatos. Realmente no hay objetos caros ni finos ni extravagantes. Son más bien objetos cotidianos. Hay cucharas, platos; una cajita con pinceles ya usados que utilizó mi abuela para pintar sus cuadros y los fue guardando. Un día me dijo, si los quieres, te los doy.
En su exposición individual, Exilios (2000), Pecanins trabajó con el cambio de identidad de las personas que se ven en la urgencia de trasladarse a otro lugar. Respecto de los objetos, señala, ''hay una identidad allí perdida que trato de mostrar de alguna manera, mucho por intuición porque no sé su historia''.
Los dadaístas también trabajaron con objetos. Si Pecanins pasó por una época ''mucho más surrealista'', cree que ha ido cambiando mediante la incursión en otros senderos:
''Me interesa hablar de cosas más personales, que me inquietan. El surrealismo tiene que ver más con los sueños. Es una de mis influencias, pero ya me fui por otro camino.''