MARTES Ť 9 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Cifras negativas de crecimiento en el tercer trimestre, prevé el CEESP
Exige el sector privado definir ya la agenda del acuerdo para el desarrollo
Ť Propone ampliar el convenio para incluir a los gobiernos de los estados
DAVID ZUÑIGA
Organismos del sector privado señalaron ayer que el recién aprobado Acuerdo Político para el Desarrollo Nacional, si bien es un paso importante, puede quedarse en un ''catálogo de buenas intenciones'' a menos que se defina cuanto antes qué medidas se aplicarán, quiénes serán los responsables, cuántos recursos se necesitarán y cómo se obtendrán; asimismo, propondrán ampliar este convenio para incluir a los gobiernos de los estados.
Si no se actúa pronto, advierten los empresarios, México podría resultar más perjudicado si la situación internacional empeora y tampoco se beneficiaría del eventual repunte de la economía previsto para el próximo año, agregaron.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que es urgente aprobar las reformas fiscal, energética y laboral, así como definir una agenda de desarrollo social. Asimismo, propuso acelerar el proceso de aprobación del Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos y estudiar la posibilidad de aprobar presupuestos para varios años.
El CEESP reconoce que el tercer trimestre arrojará cifras negativas de crecimiento y que este año la economía apenas avanzará 0.3 por ciento, con una tasa de inflación de 5.4 por ciento, un decremento de 2.7 por ciento en la inversión y un desplome de la tasa de consumo de 8.6 por ciento el año pasado a sólo 2.3 en el actual y 1.4 por ciento en 2002.
En consonancia con el gobierno federal, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Jorge Espina Reyes, señaló que el plan para hacer frente a la recesión no debe incluir un aumento del gasto público, pues de lo contrario se desataría ''una crisis mayúscula, con fuga de capitales y desempleo brutal de más de un millón de personas al año. Además, se echaría por tierra todo lo avanzado en combate la inflación y orden en las finanzas públicas''.
En conferencia de prensa, dijo que a los empresarios les preocupa que el programa emergente se utilice con fines populistas y que se pretenda imponer mayores cargas fiscales a las empresas, ya que esto sólo aumentaría la informalidad.
Opinó que aún no se ve un compromiso ''serio'' para combatir la inseguridad ni las corruptelas que causaron grandes quebrantos a instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
A pregunta expresa, Espina Reyes señaló que la inversión extranjera directa no llegará al nivel previsto de 15 mil millones de dólares este año, pero la situación podría agravarse en 2002 si no se aprueba una reforma fiscal que grave todo el consumo y que reduzca los impuestos a las empresas.
El dirigente patronal informó que cada vez más empresas buscan acuerdos con sus sindicatos a fin de aplicar paros técnicos y programas de retiro voluntario para reducir costos y contener el desempleo, que ya rebasa 220 mil plazas; asimismo, insistirán en que el IMSS y el Infonavit les cobren sólo la parte proporcional de las cuotas patronales correspondientes a los días de trabajo efectivo.
Sobre los pagos atrasados del impuesto sobre la renta (ISR), Espina explicó que siguen negociando una condonación total o, por lo menos, una prórroga mientras mejora la situación económica. ''Inicialmente nosotros pedimos la condonación de los cinco años; Hacienda nos ofreció la condonación de tres y pagar 2000 y 2001. También hemos pedido la intervención del Congreso para que, como parte de la reforma fiscal, se anulen los pagos de estos años''