POLITICA Ť MARTES Ť 9 Ť OCTUBRE Ť 2001

ASTILLERO

Ť Julio Hernández López

APARTIR DEL PROXIMO LUNES, en materia de dinero nada será verdad ni mentira, pues todo dependerá del color del billete que se mire. Así, a los problemas cotidianos, el Banco de México ha decidido agregar nuevos, de índole cromática, para darle más seguridad a las operaciones comerciales. Según lo informado ayer, los nuevos billetes llevarán tinta ópticamente variable, que cambiará de color conforme a la posición desde la cual se les observe, y una banda iridiscente que mudará de tono y mostrará opacidad o brillo también dependiendo del punto de análisis visual que se escoja. El papel moneda (o sea, los billetes) actualmente en circulación, seguirá rolando, sin colorantes ni trucos internos, hasta que sea suplido por la generación numismática del cambio, que a los ojos de sus opositores parecerá ser la misma, pues a simple vista tendrá el mismo diseño, la misma palabrería (impresa) y la misma denominación, pero con las notables transformaciones antes mencionadas que, como ha quedado dicho, sólo podrán ser apreciadas acomodándose adecuadamente.

TAMBIEN ES OPTICAMENTE VARIABLE el triunfo iridiscente que la oficina del canciller Jorge Castañeda dice haber obtenido al ganar un asiento en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, como miembro no permanente. Si lo que se desea es hacer que las cosas aparezcan como cambiantes, los billetes de la política exterior mexicana bien pueden ser trocados por otros de mayores refulgencias. En esa tesitura aparecería como gran triunfo el que México ocupe un sitial en el citado Consejo de Seguridad, al que sólo ha llegado en otras dos ocasiones, y por circunstancias en las que no buscaba convertirse en paladín mundial ni en factor determinante del futuro del orbe. Ahora las cosas son distintas. Al presidente Fox y al cuasi candidato presidencial Castañeda les apasiona la idea de convertir a México en un factor central de la recomposición mundial que ya se advertía en la agenda de George W. Bush y que ahora ha sido acelerada por los sucesos del 11 de septiembre. Los riesgos de esa reconversión mexicana están a la vista: en la espiral bélica vigente, nuestra nación habrá de plegarse, como los demás países periféricos, a las ansias revanchistas de Estados Unidos, y habrá de corresponsabilizarse de decisiones alimentadoras del círculo trágico de las acciones y las reacciones relacionadas con el terrorismo.

EN EL REJUEGO DE colores que se traerán los nuevos billetes mexicanos predominará el verde. La banda iridiscente de identificación será azul (¿panista?) en los de 50 pesos, dorada en los de cien, verde en los de 200 y violeta en los de 500. En cuanto a la tinta ópticamente variable, pasará de magenta a verde en los de 100 y 500, y de verde a dorada en los de 200. No es creíble que esa preferencia verdosa sea una concesión a destiempo a los antiguos aliados de la empresa familiar ecologista González Torres ni tampoco que de esa manera se pretenda desagraviar a los trabajadores del fusil ofendidos por mister Juan Hernández el otro día, cuando se preguntaba y se contestaba ante noticiero estadunidense que cuál ejército mexicano y que ni teníamos. Por lo pronto, ayer, el portador del nuevo look del gabinete, Adolfo Aguilar Zínser, muy recortadito de cabello, ha dicho que los militares mexicanos no suplirán a los agentes de migración, a pesar de las nuevas restricciones que en las fronteras habrán de aplicarse, y que éstas no habrán de ser cerradas, como algunos suspicaces suponen.

BILLETES DE TODOS COLORES son los que ha visto pasar por su seno esa maquinita de hacer transas institucionales antes llamada Fobaproa y ahora IPAB. Siempre se ha denunciado que ese mecanismo financiero sirvió para que grandes millonarios trasladaran pérdidas reales o intencionales de algunas de sus empresas a la cuenta por pagar de los mexicanos todos. Ahora se ha sabido, además, que algunos de sus funcionarios, aparentemente impolutos en sus cuellos de camisa, se portaban como vulgares agentes (judiciales, preventivos o de tránsito) u oficiales de barandilla. No pedían pa' los chescos, ni sangraban al prójimo estirando la mano, pero extorsionaban con aire ejecutivo a quienes pretendían alcanzar o mantener los favores del tal Fobaproa-IPAB.

EUGENIO GONZALEZ SIERRA, SECRETARIO adjunto jurídico de esa institución, ha sido confinado bajo custodia policiaca por presumirse que les sacaba dinero a banqueros y a funcionarios públicos metidos en la famosísima danza de los millones de la que Ernesto Zedillo escribió partituras y coreografías, y en las que hasta la familia Fox anduvo metida. En el mismo expediente del secretario adjunto jurídico transa, ayer también fue detenido León Alberto Schietekat Ballesteros, director de inversiones institucionales del Banco Nacional de Comercio Exterior. Uno de los asuntos más recientes que atendió el citado González Sierra fue el de la compra-venta de Bancrecer a Banorte, que ha sido denunciada por legisladores federales como altamente irregular.

NO DEBE PREOCUPARLE DEMASIADO al funcionario bajo arraigo el cúmulo de acusaciones que podría haber en su contra. Divinos y cabales ejemplos hay, además de otros que merecerían un Oscar, de cómo la justicia puede ser eludida y la billetera personal enriquecida. Hasta protección política duradera se puede conseguir. Ayer, por ejemplo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación desechó, por "infundada, inoperante e inocua", la demanda presentada contra la campaña de derroche y manipulación con que Roberto Madrazo impuso a Manuel Andrade como gobernador de Tabasco.

SIMILAR ASUNTO DE PREFERENCIAS ópticas es el caso del tal Acuerdo Político para el Desarrollo Nacional. Si se le quiere ver con el cristal de la complacencia, es importantísimo que los presidentes de los partidos políticos (entre ellos el creado para usufructuar el apellido Riojas de Diana Laura, la esposa que fue de Luis Donaldo Colosio) hayan llegado a establecer puntos básicos compartidos. Pero la tinta se vuelve variable, y las iridiscencias comienzan a sabotear al nervio óptico cuando se recuerda que de pactos, acuerdos y anuncios de buenas intenciones está pavimentado el camino del cielo político mexicano. Este tecleador lee y vuelve a leer el tal acuerdo y se pregunta quién podría estar en contra de tamañas generalizaciones y, al mismo tiempo, qué sucederá cuando se pretenda convertirlas en hechos concretos, más allá de los muy específicos que se anunciaron al final del texto oficial. Pero, por lo pronto, algunos están felices: hubo acuerdo, hubo consenso, la transición mexicana está en camino de salvarse... Nada es verdad y nada es mentira...

ASTILLAS

EL GOBIERNO DEL ESTADO de Chiapas informa que no hubo ningún muerto en una casilla de aquella entidad durante los comicios del pasado domingo, como aquí se publicó con base en la información que algunas agencias difundieron y que luego resultó falsa. Astillero siempre estará en plena disposición de reconocer, sin rodeos, sus equivocaciones, y agradece al gobierno chiapaneco la aclaración...

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