MARTES Ť 9 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť A partir del primero de diciembre ocupará el lugar de Jamaica
México, miembro del Consejo de Seguridad de la ONU
Ť Nos apoyaron países asiáticos, africanos y europeos; estamos ahí representando a otro mundo, no a Latinoamérica: Moya Palencia
México fue elegido ayer como nuevo miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ocupando el lugar que deja vacante Jamaica para representar -junto con Colombia- a América Latina y el Caribe, a partir del primero de enero del próximo año.
En una segunda vuelta de votaciones, la candidatura mexicana recibió 138 votos a favor contra 40 de República Dominicana. Así, México ocupará uno de los diez asientos de miembro no permanente del Consejo. Esta sería la tercera ocasión en que el país participa con esa calidad, pues ya estuvo en 1946 y posteriormente entre 1980 y 1981.
Además de México, fueron electos por la Asamblea General Bulgaria, por el grupo de Europa oriental; Siria, del grupo árabe, así como Camerún y Guinea, que ocuparán los puestos vacantes en el grupo de Africa. Otros miembros no permanentes que continúan su mandato hasta 2002 son Irlanda, Mauricio, Noruega y Singapur.
El Consejo de Seguridad está integrado por 15 miembros. Cinco de éstos son permanentes: China, Estados Unidos, Federación Rusa, Francia y el Reino Unido. La Asamblea General elige a los otros diez miembros por periodos de dos años, y cada año se renueva la mitad de los asientos no permanentes.
La candidatura de México para el periodo 2002-2003 fue formalizada en diciembre pasado, después de 20 años de ausencia y tras una participación en el consejo que fue clave en la solución de conflictos en América Latina.
De acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales.
La adopción de una decisión del consejo requiere nueve votos a favor y ningún voto en contra de los cinco miembros permanentes. Todos los Estados miembros están obligados a acatar las decisiones del organismo.
Cuando éste examina una amenaza a la paz, primero explora las posibilidades de solucionar la controversia por medios pacíficos. Puede recomendar principios para que se llegue a un acuerdo o dar inicio a una labor de mediación.
En los casos de beligerancia, el consejo procura un cese del fuego. Para ello, puede enviar una misión de mantenimiento de la paz para que las partes respeten la tregua. Asimismo puede imponer sanciones económicas u ordenar un embargo de armamentos. En ocasiones ha autorizado a Estados miembros a que empleen ''todos los medios necesarios'', incluidas medidas militares coercitivas para hacer que sus decisiones se cumplan.
Principio de un retroceso...
El ex embajador de México ante la ONU (1985-1989), Mario Moya Palencia, advirtió que la gran pregunta, luego de la entrada súbita y poco pensada de México al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, es si no estamos en ''el principio de un retroceso'' en materia de política exterior.
Consideró que el Congreso de la Unión debe vigilar el cumplimiento de la Constitución en materia de política internacional, ya que si bien pertenecer al Consejo de Seguridad no obliga al país a mandar soldados a combatir a otras naciones, ''esto puede alentar una corriente cada vez menos nacionalista de desapego a los principios tradicionales del país y a nuestra actitud pacifista''.
Por separado, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores para América del Norte del Senado, Silvia Hernández, sostuvo que aun en esta coyuntura en que hay un conflicto bélico, participar en el Consejo de Seguridad ''siempre es un privilegio''. Agregó que el hecho ''hay que verlo como país'', como la oportunidad de aportar en las decisiones de ese organismo ''un punto de vista mexicano, que es también el de nuestra región de América Latina''.
Entrevistado después de la sesión solemne en el Senado en la que se entregó la medalla Belisario Domínguez, Moya Palencia señaló que al ganar la votación en el seno de la ONU, ''México salió perdiendo'', porque se trata de un organismo al que nuestro país criticó desde su creación por considerarlo ''aristocrático, que le usurpa funciones a Naciones Unidas''.
Dijo que ahora México provocó un conflicto latinoamericano, porque República Dominicana había formulado mucho antes su solicitud. Aunado a ello, la mayoría de países latinoamericanos y caribeños no votaron por nuestro país. ''Es decir, entramos con los votos de los industrializados asiáticos, de africanos y europeos. Estamos representando a otro mundo, no a Latinoamérica.''
Además, ''cómo vamos a recuperar frente a República Dominicana, y frente a otros países latinoamericanos, el garbo, el sentido de responsabilidad de un país que nunca antes había interferido una candidatura de uno mucho mas pequeño. Lamento mucho que hayamos entrado así, por una decisión que se tomó el primer día del sexenio y que a mi juicio debió meditarse más''.
CON INFORMACION DE VICTOR BALLINAS Y ANDREA BECERRIL