EL ATAQUE
Ť Cualquier intento de extender los combates a Irak desintegrará la coalición: diplomáticos
EU amenaza con posibles ataques a otros países o grupos terroristas
Ť Washington, comprometido a minimizar las bajas civiles, asegura John Negroponte
Ť Kofi Annan pide establecer en Afganistán un gobierno "de unión y multiétnico"
AFP, AP, REUTERS Y DPA
Nueva York, 8 de octubre. Estados Unidos dijo al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas que ejerció su derecho a la autodefensa conforme a la carta del organismo mundial al atacar Afganistán, y advirtió que podría lanzar ataques militares contra otros países y grupos. Por lo pronto, el máximo organismo de la ONU apoyó por unanimidad los ataques iniciados la víspera.
En una carta dirigida al Consejo de Seguridad, el embajador estadunidense ante la ONU, John Negroponte, sostuvo que "podríamos establecer que nuestra autodefensa necesita emprender acciones respecto de otras organizaciones y países".
Ese organismo realizó la tarde de este lunes una reunión a puerta cerrada a petición de Estados Unidos y Gran Bretaña, para analizar los bombardeos del domingo.
El consejo, que mantuvo "totalmente" la unanimidad ya expresada tras los atentados, tiene previsto reunirse nuevamente el martes para debatir acerca de nuevas posibilidades de ayuda para el pueblo afgano, informó el presidente en funciones del consejo, el embajador irlandés Richard Ryan.
El consejo está convencido de que los bombardeos a Afganistán no son un ataque contra la población civil y por supuesto tampoco contra el Islam, subrayó Ryan, quien no mencionó nada sobre los eventuales ataques a otros países.
A la reunión asistió el secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien previamente afirmó que esos ataques contra objetivos en Afganistán estaban justificados por la "legítima defensa", tras los atentados del 11 de septiembre.
En una declaración transmitida por la televisión de la ONU, Annan pidió igualmente establecer en Afganistán un gobierno "de unión, plenamente representativo y multiétnico", y también destacó la importancia de que la comunidad internacional respalde "con más determinación que antes una solución política al conflicto" en ese país.
Recordó además que el Consejo de Seguridad se declaró determinado a "combatir por todos los medios" las amenazas a la paz y la seguridad internacionales, y que reafirmó "el derecho inherente a la legítima defensa conforme a la Carta de Naciones Unidas".
En su misiva, al parecer despachada la víspera pero divulgada hoy, Negroponte dijo que la investigación estadunidense en torno a los ataques en Nueva York y Washington "obtuvo información clara y contundente acerca de que la organización Al Qaeda, que recibe el apoyo del régimen talibán de Afganistán, desempeñó un papel central en los atentados".
Sin embargo, agregó la misiva, "todavía hay muchas cosas que no sabemos. Nuestra investigación se encuentra en las primeras etapas".
"El 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos fue víctima de masivos y brutales atentados en los estados de Nueva York, Pensilvania y Virginia. Estos ataques fueron específicamente diseñados para maximizar la pérdida de vidas; dejaron un saldo de más de 5 mil muertos, entre ellos, ciudadanos de 81 países, al igual que la destrucción de cuatro aviones comerciales, el World Trade Center y parte del Pentágono", señaló.
"En respuesta a esos atentados y conforme al derecho inherente a la autodefensa individual y colectiva, las fuerzas armadas de Estados Unidos lanzaron ataques destinados a evitar y disuadir otros atentados en Estados Unidos", añadió.
Al llevar a cabo su ofensiva, Washington "se comprometió a minimizar las bajas civiles y también realizará esfuerzos para proporcionar ayuda humanitaria al pueblo afgano", aseguró Negroponte.
Diplomáticos europeos indicaron que cualquier intento de extender la campaña atacando a Irak, como han sugerido algunos funcionarios estadunidenses, desintegrará la coalición global contra el terrorismo, al provocar la oposición no sólo de estados árabes y musulmanes, sino también de importantes socios europeos, entre ellos Rusia.
Según analistas locales, la población estadunidense, hipersensibilizada por los ataques del 11 de septiembre y las miles de víctimas, podría ahora dar luz verde a la continuación de una guerra en Irak hasta derrocar a Saddam Hussein.
El secretario de Estado, Colin Powell, dijo la semana pasada que cuando termine la "fase uno" del conflicto, que es acabar con el líder fundamentalista Osama Bin Laden y su red Al Qaeda y los talibán, el presidente Bush "no ha descartado nada" como posible fase dos de su guerra contra el terrorismo y los gobiernos que lo patrocinan.
Tal vez haya entonces una "segunda oportunidad" para los integrantes del actual gobierno que formaron parte del equipo que lideró la guerra contra Irak hace una década -lista que incluye a Powell, al actual vicepresidente, Richard Cheney, y a la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice.
En tanto, el Departamento de Estado, por medio de su vocero, Richard Boucher, advirtió que la elección de Siria como miembro no permanente del Consejo de Segurida no cambiará su designación de "Estado que auspicia el terrorismo".
Siria consiguió este lunes una banca en el Consejo de Seguridad con enorme respaldo mundial, pese a figurar en la lista estadunidense de países que supuestamente patrocinan el terrorismo, y que incluye además a Irak, Irán y Cuba, entre otros.
La Asamblea General escogió a Siria para un periodo de dos años con 160 votos a favor, de 177 posibles. El triunfo de ese país, que ocupa la banca asiática que deja vacante Bangladesh, recibió la condena de Israel, cuyo gobierno dijo que la votación contradice los esfuerzos para erradicar el terrorismo. El Consejo de Seguridad tiene 15 miembros. Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos tienen bancas permanentes, mientras que los otros miembros son elegidos para periodos de dos años, a razón de cinco por año.