LUNES Ť 8 Ť OCTUBRE Ť 2001 Ť
BALANCE DE LA JORNADA
CARLOS HERNANDEZ
Ť El soborno, para los que instalaron las porterías en Honduras
Ť México con medio boleto, gracias al sotanero Trinidad
Ť Alejandro Burillo, el verdadero ganador
Ť Los futbolistas, a mostrar solidaridad
Durante la semana los hondureños filtraron un malicioso rumor: México ofreció dinero a los costarricenses para que se dejaran ganar.
En Honduras dieron tan seguro su triunfo sobre el débil Trinidad y Tobago, que se preocuparon más por lo que sucediera en San José. Y por lo observado -si es que hubo algún dinero de por medio- fue para los que pusieron las porterías en el estadio Olímpico Metropolitano: las instalaron más pequeñas de lo normal y allí se estrellaron cinco tiros catrachos que buscaban el pase mundialista.
Si acaso, siguiendo esa línea del soborno, los hondureños deberán ahora acusar a los trinitarios de recibir dinero para motivarse como nadie esperaba y derrotarlos en su propia cancha, para su primera victoria en nueve juegos.
Más allá del ataque verbal "difama que algo queda", los ticos no fueron los actores fundamentales en este domingo que muchos habían calificado como El Día D del futbol mexicano.
En forma sorpresiva fueron los trinitarios los que le dieron a México un medio boleto al 2002.
El Vasco Aguirre presumió de tener a los hombres adecuados para este duelo. Sin embargo, sus elegidos se enredaron en su nerviosismo: Cuauhtémoc Blanco pasó la mayor parte del tiempo tirado en el feo pasto del Saprissa; Francisco Palencia corrió sin mucho sentido durante todo el encuentro y Jesús Arellano sólo se distinguió por dar una patada que no sólo le costó la expulsión, sino su ausencia en el encuentro final ante Honduras.
Rescató el Tri un valioso punto debido a la mala puntería de los ticos y a los acertados lances del Conejo Pérez, sin duda el mejor elemento mexicano, ya que a la ofensiva el equipo nacional se vio reducido a sólo un disparo directo a la portería y eso fue hasta el minuto 89, en tiro libre cobrado por Blanco.
Cuauhtémoc ya no tendrá que pagar su apuesta de vestirse y maquillarse como mujer, pero el verdadero ganador en esta combinación de resultados es el empresario Alejandro Burillo, además de las televisoras que asegurarán contratos millonarios con la asistencia de la selección a tierras asiáticas.
El Güero Burillo lleva tres triunfos y un empate desde que se hizo cargo de la Comisión de Selecciones Nacionales. Pero su cuenta bancaria sumará mucho más que eso, ya que de acuerdo con declaración de su propio empleado Miguel Angel Couchonal sería su empresa Soccer 2002 la que sufrirá pérdidas en caso de la eliminación del cuadro Tricolor.
La clasificación está cerca. Bastará un empate en casa ante unos hondureños que hablaron mucho y jugaron poco.
Y la afición festeja, pero el más alegre sin duda es el todopoderoso Burillo, quien no se conforma con controlar al Tri, Atlante e Irapuato, sino que ahora lanzó tentadora oferta de 67 millones de dólares para manejar a las Chivas de 2003 al 2008.
Otros también muy contentos son los directivos, ya que la Secretaría del Trabajo negó el registro sindical a los Futbolistas Agremiados de México. No se les permitió constituirse porque en su dirigencia no cuentan con 20 trabajadores en servicio activo.
Y ahora es cuando los jugadores deberán demostrar que en verdad desean el bien general de su gremio, más allá de que algunos ganan tanto dinero que lo que menos les interesa es la solidaridad con los de abajo.
En el torneo regular el Guadalajara fue superlíder por una jornada y el Toluca contó con suerte para trepar otra vez al primer sitio. Por su parte, el América empezó bien en la Prelibertadores al ganar su primer duelo por 3-1 al Morelia, pero cayó otra vez en la medianía en la campaña, al perder por la mínima diferencia ante Monterrey.
La nota, sin embargo, la dio Tigres, que nunca gana en casa y ahora hasta se dio el lujo de golear al mediocre Necaxa. Y todos festejan el regreso de Ramón Ramírez, mientras pocos recuerdan que toda una familia murió en el accidente automovilístico de hace 10 meses.