LUNES Ť 8 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť El jueves se dará a conocer al galardonado en literatura
Hoy se comienza a descorrer el velo de los premios Nobel
Ť La academia rompe el silencio; circulará obra con razones por las que se eligieron a ganadores en letras de 1901 a 1950
AFP
Estocolmo, 7 de octubre. Este lunes el Instituto Karolinska, el mayor hospital universitario de Estocolmo, dará a conocer quién ha sido distinguido con el Premio Nobel de Medicina, iniciando así la develación de los galardonados que los diferentes comités guardan celosamente como el mayor de sus secretos.
El martes se conocerá el Nobel de Física, el miércoles el de Química y el de Ciencias Económicas y, como ha sido tradición, el jueves el de Literatura.
La semana concluirá con el otorgamiento del Nobel de la Paz, a cargo de un comité integrado por cinco personalidades designadas por el Parlamento Noruego.
Con motivo del centenario del fallecimiento de Alfred Nobel, se anunció que se pondrá en circulación, en noviembre próximo, "una extensa obra de dos volumenes acerca de los primeros cincuenta años de la existencia del Nobel de Literatura", uno de los premios por los que la academia ha sido acusada de "injusta, política e incluso de irracional".
La real institución, publica el diario ABC, "rompe su tradicional silencio y desvela discusiones, razonamientos y votos alrededor de la elección del premio de literatura, para explicar los motivos y forma de pensar de sus anteriores miembros, cuando eligieron a un autor y rechazaron a otro''.
Con el título Nobelpriset i Litteratur 1901-1950. Nominaciones y comentarios, "se presenta por primera vez la secreta historia del premio Nobel y cómo razonaron los miembros de la Academia Sueca".
Para el secretario permanente de esta institución, Horace Engdahl, esta obra demuestra sobre todo que el premio Nobel de Literatura "nunca se eligió al azar. Calmará muchos ánimos que han tachado a la academia de injusta, pero exaltará otros que la calificarán de anticuada o elitista. Pero esa era la forma de pensar de la elite cultural en la primera mitad del siglo pasado".
La academia archiva de manera celosa, apunta ABC, "cada borrador y cada nota manuscrita que circula durante sus reuniones. Sin embargo, según los estatutos Nobel, el secreto de sumario dura sólo 50 años, por lo que estos volúmenes explican todo lo inexplicable".
Engdahl señala que el sentido del humor de aquellos miembros de la academia "no tenía límites. (La obra) repleta de detalles graciosos y anécdotas picantes deja fuera de dudas las decisiones tomadas antaño y confirma además que esta institución siempre dedicó mucho tiempo e interés para penetrar en la obra de los candidatos".
Sin embargo, en algunos casos, "gracias a la formación moral, educación, forma de ser y de pensar del escritor se conseguía el galardón que abría el camino de la gloria. Otros, que en opinión de los dieciocho no alcanzaban la suma de las distintas preferencias (basadas en las intenciones de Alfred Nobel) nunca lo obtuvieron. No por falta de ingenio literario sino por 'límites de su carácter'''.