Ť Eduardo Galeano
Navegaciones
El coco no fue sembrado por nadie, en América ni en ninguna otra tierra. El coco se sembró solo.
Nació en la Malasia, y desde allí se sembró. Este navegante anduvo flotando por los mares del mundo, y así fue encontrando otras playas y otros soles que le gustaron, y se quedó y echó raíces y creció.
En las islas del mar Caribe, los cocoteros dicen: Aquí hay agua de beber. Porque el coco come sal, y endulza el agua de las tierras que elige. Y en las tierras por él elegidas, el coco ofrece también su jugo, que levanta a los flojos, y su carne blanca, su leche, su aceite y su cuerpo redondo, que es buena vasija.