DOMINGO Ť 7 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Anticipa como prioridades a negociar las reformas hacendaria y del sector energético
Fox: ante la inestabilidad externa se ha actuado con prontitud y claridad
Ť Ante industriales reunidos en Monterrey, califica de histórico el acuerdo que se firmará hoy
JUAN MANUEL VENEGAS Y DAVID ZUÑIGA ENVIADOS
Monterrey, NL, 6 de octubre. En la víspera de la firma del acuerdo político para el desarrollo con todos los partidos, el presidente Vicente Fox Quesada pulsó el escenario: "šLa agenda (nacional) está en marcha!" Y anticipó que propondrá al Poder Legislativo sumarse a este acuerdo que, desde ahora, calificó de "histórico".
Puso sobre la mesa dos de sus prioridades en futuras negociaciones: las reformas hacendaria y del sector energético. De la primera advirtió que es "necesaria y fundamental... impostergable e ineludible"; sobre la segunda subrayó que Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) "están atrapados por el gobierno federal", que en aras de tener presupuesto suficiente "las ha exprimido, las ha descapitalizado y se encuentran en una situación crítica" y sin recursos para invertir.
Respecto de la situación de Pemex, Fox Quesada alertó: "la idea es liberarla a un sistema fiscal que le permita ser competitiva, que le permita reinvertir, que le permita invertir en tecnología, y sobre todo, en exploración. Porque hay otra cosas que casi nadie nos dice: que con las reservas probadas de petróleo que tenemos en este momento, si seguimos consumiendo al ritmo que vamos y no descubrimos nuevas reservas, estamos a seis u ocho años de terminarnos lo que tenemos".
Más adelante, en su larga exposición durante la clausura de la Reunión Anual de Industriales de la Concamin, el mandatario improvisó para aclarar -ante quienes "nos critican"- que no se puede pensar que estamos en una "alberca con todo bajo control, temperatura controlada, sin vientos ni aires, sin oleajes, sin tempestades y sin tormentas".
No es así, dijo, y siguió con el juego de las imágenes en el agua: "hoy tenemos que prepararnos para estar en el océano abierto, donde efectivamente hay tempestades, hay vientos huracanados, hay turbulencias, hay oleajes". Pero para enfrentar todo esto, "hay timón y hay timoneles; para eso hay líderes; para eso hay talento; para eso hay visión, y para eso hay planeación".
Reconociendo el punto en el que estamos hoy, el presidente Fox amarró su idea: "nosotros tenemos que conducir, en ese mar abierto, un enorme buque, gigantesco, donde van 100 millones de mexicanos y mexicanas; un enorme buque donde van 22 millones de familias. Y ese buque tiene su timón. Pero el peso y la magnitud de ese buque no permite vueltas rápidas; los cambios de rumbo toman un poco para agarrar la dirección correcta.
"Y les puedo asegurar que juntos, todos los mexicanos y las mexicanas estamos dando ese cambio de rumbo que está en marcha, es real, es efectivo... pero toma, ciertamente, su tiempo en dar el viraje", aseveró.
México nunca bajará los brazos...
Desde el inicio de su mensaje a los industriales del país que se reunieron en esta ciudad norteña, el Ejecutivo federal fue directo a lo que iba: a una amplia explicación del momento que guarda el país; de su visión y su propuesta para mantener el buque a flote.
"Ante la desaceleración económica mundial y las turbulencias desatadas por los ataques terroristas recientes, nuestro país está de pie, unido y trabajando. šNo ha bajado lor brazos ante la adversidad... y nunca lo hará!", comentó, para enseguida poner énfasis en que su gobierno "ha actuado con prontitud, con mesura y, sobre todo, con claridad de miras para amortiguar el impacto económico de la inestabilidad externa".
En clara defensa al programa de contingencia económica que recientemente presentaron sus colaboradores y asesores, Fox Quesada señaló que se trata de un proyecto "compartido en proceso para el fortalecimiento económico que realizamos y trabajamos conjuntamente con sus cámaras y asociaciones (de los empresarios)". Les aclaró, para los más críticos, que mes a mes "venimos trabajando juntos en dar soluciones a la coyuntura".
Les precisó algunas de las acciones emprendidas en los últimos meses y semanas: apoyo y fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas; un "agresivo programa" de financiamiento a tasas de interés bajas; simplificación en 12 por ciento de los trámites que inhiben la inversión.
Además se ha mantenido activo el mercado interno de consumo, tanto que "al mes de septiembre los salarios en el país han crecido, en términos reales, 6.2 por ciento; esto es, por encima de la inflación".
Paralelamente, "mi gobierno ha venido manejando sus finanzas con transparencia y absoluta responsabilidad; hemos adecuado en todo momento el gasto federal a los niveles de recaudación esperados y al monto de endeudamiento autorizado por el Congreso de la Unión; no hemos disminuido, sino por lo contrario, hemos incrementado las transferencias a los estados y municipios. šNos hemos apretado el cinturón! Sí, špero en el gobierno federal! Y así lo seguiremos haciendo cuando sea necesario".
Para mantener el déficit público bajo control, por debajo de 0.65 por ciento, y proteger la estabilidad económica nacional "aplicamos, y hemos seguido aplicando, una estricta disciplina fiscal y monetaria.
Estamos impulsando, además, las reformas estructurales pendientes para contribuir al desarrollo del país. Hemos propuesto estas reformas al Congreso y así agilizar el ejercicio del gasto social, en especial el dirigido a los grupos más vulnerables", subrayó el Presidente de la República.
Siguiendo con su largo mensaje de este sábado, el mandatario señaló que la estabilidad es nuestro principal activo para superar la coyuntura y retomar, "con nuevos bríos", el crecimiento. "No debemos sacrificar los sólidos cimientos con que ahora contamos, en aras de una recuperación temporal que ponga fuera de control el déficit público, las tasas de interés o la inflación".
Encontró entonces la respuesta a los detractores de su política económica: "yo sé que hay quienes nos critican por mantener la disciplina fiscal en estos tiempos difíciles; por insistir en que no hay remedios mágicos; por empeñarnos en la necesidad de operar reformas de fondo, en las finanzas públicas, en la hacienda pública distributiva, igual que las reformas de fondo planteadas y que esperamos sean próximamente aprobadas en materia laboral, de energía, de telecomunicaciones y de desarrollo rural".
Nuestros críticos, subrayó, "están en su derecho y toda crítica será siempre bien recibida por mi gobierno"; sin embargo, al mismo tiempo "debo refrendar mi más profunda convicción de que México demanda una economía más flexible y competitiva, capaz de dar oportunidad a la creatividad y a la innovación".
Y eso, dijo, sólo se logrará con la fórmula que su administración plantea. Y pueden tener la seguridad -volvió a dirigirse a los empresarios- "que estamos trabajando para crear una economía más competitiva, un gobierno más dinámico y menos costoso, así como una red social más justa y más amplia. šEsta es la ruta del crecimiento!"
Por su parte, el gobernador de Nuevo León, Fernando Canales Clariond, fue el primero en mencionar la importancia del acuerdo político que se firmará hoy en Palacio Nacional por el Ejecutivo federal y los dirigentes de todos los partidos políticos con registro. Ahí, en el acto, estarán también los gobernadores, representantes del Poder Legislativo y el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Genaro David Góngora Pimentel, así como otros testigos del "histórico" hecho.
"No esperemos que sea la panacea... ya no creemos en eso", dijo Canales Clariond, pero sí la puerta a la posibilidad del diálogo, del acuerdo y del consenso entre todos.
Pero para el presidente Fox la firma del acuerdo significa que la agenda nacional "ya está en marcha".
Y sin más, puso las cartas sobre la mesa. A él le interesan, sobremanera, las reformas fiscal y energética. Queremos crecer; necesitamos recursos; queremos mayores flujos para la pequeña y mediana empresas; mayor acceso a crédito y financiamiento; programas para combatir los grandes rezagos del país... bueno, pues si queremos todo eso, hace falta la reforma hacendaria, enfatizó.
Respecto al sector energético, concretamente en el caso de Pemex, las palabras del Presidente fueron de alerta: o invertimos y descubrimos nuevas reservas, "o en seis u ocho años nos terminamos lo que tenemos".