Ť Presentan cd rom con catálogo del género en el siglo XX
El cómic en México se defiende como ''viñeta boca arriba'', dice Bartra
ANGEL VARGAS
El futuro de la historieta en México no admite medias tintas ante los ojos de los especialistas. Algunos la desahuciaron desde hace casi dos décadas y ahora la ubican en su fase terminal. Otros son más optimistas y le auguran un paulatino restablecimiento en su mermada salud, merced a un naciente acuerdo de convivencia con los medios electrónicos.
Las opiniones, sin embargo, se unifican en el convencimiento de que en este principio de siglo no queda ni sombra de lo que fue la época de oro del género, comprendida entre mediados de las décadas de los treinta y los ochenta de la pasada centuria
En ese lapso, la historieta no sólo constituyó la mayor parte del negocio de los impresos, sino que representó el principal vehículo de lectura de millones de mexicanos. Cálculos de Adriana Malvido y María Teresa Martínez señalan, por ejemplo, que a finales de los años setenta el total de estas publicaciones sumó 2 mil millones de lecturas cada año.
Según el investigador Juan Manuel Aurrecoechea -autor, con Armando Bartra, del Catálogo de la historieta mexicana del siglo XX- ningún cómic goza en la actualidad de salud, salvo los del género grotesto-pornográfico,
''El resto de las variantes temáticas que florecieron en la época clásica han desaparecido. Están muertos el melodrama romántico y el tremendista, la aventura, la historieta didáctica o de mensaje, la sátira social, el humor, los cómics para niños, el costumbrismo, etcétera", alerta.
''Han surgido autores con talento y cosas que decir, pero no han podido encontrar a sus lectores y se han perdido en la marginalidad." Entre los factores que podrían explicar esa extinción, el más importante es, quizá, ''la desaparición de sus lectores y el México que los hizo posible."
A ello se debe sumar, agrega, que hoy resulta imposible acceder a los títulos de la época clásica. No hay un solo archivo público ni se sabe de una colección medianamente completa. Las pocas que existen literalmente se están haciendo polvo en los desvanes de los felices poseedores.
Indiferencia en el ámbito de la academia
Bartra no minimiza la crisis que atraviesa el mundo del cómic en México, la cual atribuye al desarrollo de la televisión y de otros medios tecnológicos. Empero, enfatiza que este tipo de publicaciones se defiende ''como viñeta boca arriba" y poco a poco se repone gracias a una influencia recíproca que sostiene con la nueva tecnología:
''En el nuevo milenio habrá un armisticio entre las cálidas texturas del papel y la luz interior del vidrio frío. Un pacto entre la valiosa, exótica y manoseable celulosa y los compactos de alta densidad; una alianza entre los mundos chatos representados e impresos en rústica tricromía y la realidad virtual transitable y probablemente palpable y olible en unos cuantos años, si no es que meses."
Juan Manuel Aurrecoechea crítica la indiferencia que el ámbito académico ha mostrado hacia el estudio del cómic, no obstante su enorme influencia en la cultura popular del país.
De allí que subraye la aparición del mencionado catálogo como un primer paso para futuros trabajos más detallados.
Esta obra -editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia en cd rom y que fue presentada el jueves-es definida por sus autores como un ''mapa de un mundo en extinción y un homenaje a un siglo de lectura popular". Consigna, en más de dos mil fichas, la existencia de más de un millar de series, así como una treintena de entrevistas en video con reconocidos moneros; cuenta, además, con prólogo e introducción.