SABADO Ť 6 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Barbalho evitó que sus colegas lo destituyeran, para conservar sus derechos políticos

Renuncia senador brasileño acusado de corrupción

REUTERS Y AFP

Brasilia, 5 de octubre. El senador brasileño Jader Barbalho renunció este viernes a su cargo entre graves denuncias de corrupción y una amenaza de destitución que lo habría privado de sus derechos políticos.

Barbalho, quien en septiembre pasado abandonó el cargo de presidente del Senado pero continuó como legislador, formalizó su renuncia en una carta escrita a mano y que fue leída ante sus colegas por el secretario de la cámara, el senador Carlos Wilson.

"La historia del Senado federal registrará la violencia política de la que estoy siendo víctima", escribió el ahora ex senador.

Barbalho fue acusado de desvíos millonarios de recursos del Banco de Pará, cuando fungió como gobernador de ese estado norteño, y de malversación de fondos para expropiaciones de tierra cuando fue ministro de la Reforma Agraria.

Asimismo, fue acusado de aceptar sobornos para conceder recursos de dos agencias de desarrollo regional, que fueron clausuradas por denuncias de irregularidades.

Una vez leída la carta y aprobada por la presidencia del Senado, la renuncia será plenamente efectiva con su publicación.

Con ese requisito termina lo que la prensa local definió unánimemente como una "telenovela" que mantuvo en la incertidumbre al Senado durante meses.

"Es la oportunidad que estábamos esperando para que el Senado vuelva a funcionar", sostuvo Jos Luciano Dias, del Instituto Brasileño de Estudios Políticos.

Con su renuncia, Barbalho evitó que sus colegas lo destituyeran, lo cual le habría impedido postularse a cargos políticos durante ocho años. Su renuncia le permitió mantener intactos sus derechos políticos.

Barbalho fue elegido presidente del Senado en febrero en sustitución de Antonio Carlos Magalhaes, líder del también cogobernante conservador Partido de Frente Liberal, quien perdió su escaño en el Senado acusado de violar el secreto de una votación.

Tres de los políticos que han pasado por situaciones problemáticas en Brasil son Magalhaes, Barbalho y el ex presidente Fernando Collor de Melo, quien dimitió en 1992 bajo graves escándalos de corrupción y al que el Senado le suspendió sus derechos políticos por ocho años, podrán regresar al Seando tras las elecciones de octubre del 2002.