SABADO Ť 6 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Aún sin castigo, los culpables de la muerte de 73 personas

Recuerda hoy Cuba el sabotaje a un avión civil hace 25 años

Ť Se espera mensaje de Fidel Castro en la Plaza de la Revolución

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 5 de octubre. Los cubanos recuerdan este sábado uno de los episodios más desgarradores de la historia reciente de su país, el sabotaje a un avión civil en ruta entre Caracas y La Habana, que hace 25 años explotó en vuelo, lo que mató a sus 73 ocupantes, sin que los responsables hayan recibido sanción por el crimen.

Autos con altavoces irrumpieron desde temprano en la mañana por las calles de La Habana, el viernes, invitando a la población a que se sume al acto conmemorativo, que las autoridades preparan para realizarse en la Plaza de la Revolución, el escenario tradicional de las grandes concentraciones políticas en la isla, y en el que se espera un mensaje del presidente Fidel Castro.

El atentado contra la nave CUT-1201 de Cubana de Aviación, el 6 de octubre de 1976, ocurrió en uno de los periodos más críticos de la guerra fría. Cuba estaba iniciando su movilización militar en Angola y había un entorno de reiterados ataques terroristas contra objetivos cubanos, como sedes diplomáticas y líneas aéreas, que incluyeron, entre otros, el asesinato del técnico pesquero Dartañán Díaz Díaz, en un intento de secuestro de un diplomático cubano en Mérida, Yucatán.

La conmemoración sucede casi un mes después de los atentados en Estados Unidos y en medio de un debate mundial sobre la forma de combatir el terrorismo, en el que Cuba ha incluido la demanda de que se haga justicia también en el caso del avión que hace un cuarto de siglo cayó frente a las costas de Barbados.

Las investigaciones judiciales del caso y el proceso mostraron con abundancia de pruebas la culpabilidad de Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, ambos cubanos exiliados, así como de los venezolanos Freddy Lugo y Hernán Ricardo. Desde los primeros meses después del atentado, Cuba ha exhibido numerosas referencias que apuntalan las acusaciones contra los cuatro, que terminaron por diversas causas sin cumplir una sanción por el asesinato en masa.

Entre los alegatos cubanos están un informe del Departamento de Justiciacuba_victims_terror estadunidense, de 1989, que reconoció la culpabilidad de Bosch y Posada Carriles, y que se convirtió en documento de trabajo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 1992. En el dossier también aparece el informe de la comisión del gobierno de Barbados que investigó el atentado y numerosas pruebas y testimonios, incluso confesiones de algunos de los responsables.

En 1976, poco antes del sabotaje del avión, Bosch encabezó en la República Dominicana un cónclave del anticastrismo radical, en el que se formó el Comando de Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU). El agrupamiento cúpula reivindicó acciones terroristas y anunció que "pronto" actuaría contra aviones en vuelo.

El presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón, dijo en una sesión especial de ese órgano, el jueves, que los cargos contra los cuatro señalados son "hechos que nadie puede atreverse a intentar desmentir". La periodista venezolana Alicia Herrera, amiga de Lugo, logró hablar con los detenidos a lo largo de tres años, en el penal de San Carlos, en Caracas, para publicar en 1981 el reportaje testimonial Pusimos la bomba...Ƒy qué?, que recoge una detallada confesión del grupo sobre la preparación y realización del sabotaje.

Los cuatro fueron detenidos en Venezuela. El proceso se volvió accidentado por la sucesión de recursos de la defensa, el paso del expediente de un juzgado a otro, una abierta batalla jurídica entre magistrados y abogados defensores, amenazas, presiones y un ambiente crispado, que culminó con el traslado del sumario al fuero militar.

El 18 de agosto de 1985, Posada Carriles se fugó de una prisión de máxima seguridad en Caracas, de donde pudo trasladarse a la base militar de Ilopango, en San Salvador, un episodio que revela su poderosa capacidad de movilización, pues todo ocurrió en un momento de extrema tensión en Centroamérica, con conflictos militares en Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador y una vasta presencia de las fuerzas armadas y la inteligencia estadunidense en la zona.

El mismo confesó que fue el autor intelectual de los atentados terroristas contra centros turísticos cubanos en 1997. Ahora está preso en Panamá, donde fue detenido por conspirar para asesinar al presidente Fidel Castro durante la décima Cumbre Iberoamericana, en noviembre pasado.

Los demás fueron exonerados del atentado. Orlando Bosch cumplió 11 años de prisión, tras lo cual obtuvo la residencia en Estados Unidos, bajo el mandato del presidente George Bush, padre del actual mandatario, y en la actualidad vive en Miami.