SABADO Ť 6 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Advierte sobre posibilidad de que terroristas adquieran armas de destrucción masiva
Donald Rumsfeld, sorprendido por el apoyo que recibió en su gira a Medio Oriente
Ť Visitó Uzbekistán, Turquía, Arabia Saudita, Omán y Egipto para integrarlos a la coalición
AFP Y DPA
Ankara, 5 de octubre. El secretario de Defensa estadunidense, Donald Rumsfeld, quien concluyó hoy una gira por Medio Oriente, al dejar Turquía -su última escala- se mostró satisfecho por el apoyo que recibió.
Rumsfeld se entrevistó con el gobernante turco Bulent Ecevit en Ankara, la capital, y tras el encuentro declaró: "Queríamos estar aquí y encontrarnos con el primer ministro, porque valoramos sus consejos y opiniones y reconocemos que esta campaña es una guerra, una batalla (contra el terrorismo), un problema que no tiene fronteras".
Rumsfeld, también advirtió sobre la posibilidad de que los terroristas puedan obtener armas de destrucción masiva.
"Estoy sorprendido, al igual que el presidente George W. Bush, por el gran apoyo internacional. El entendimiento sobre qué peligroso es este problema, y particularmente la posibilidad de que armas de destrucción masiva caigan en manos de terroristas", dijo Rumsfeld después de sostener una entrevista con líderes turcos.
El secretario de Defensa estadunidense visitó Uzbekistán, Turquía, Arabia Saudita, Omán y Egipto, en un esfuerzo por integrar a los países árabes a la campaña antiterrorista iniciada por Estados Unidos.
En tanto, en los últimos días se multiplicaron los indicios de que el régimen talibán comienza a descomponerse debido a la presión internacional. Un miembro de la oposición afgana llegó a afirmar el jueves que un golpe de Estado era "inminente".
Los analistas señalan que la presión internacional sobre los talibán se acompaña de una movilización a favor de Afganistán, donde 26 millones de habitantes viven en la miseria después de más de 20 años de guerra civil y de una prolongada sequía.
El Programa Mundial de Alimentos estimó que el país está amenazado por la hambruna y que, al acercarse el invierno, está en juego la vida de 6 millones de afganos.
Ante esta situación el presidente estadunidense, George W. Bush, anunció una ayuda de 320 millones de dólares destinada a evitar una tragedia humanitaria e incitar a la población a quitarle apoyo al talibán.
En este marco, el gobierno de Japón aprobó una serie de leyes que permitirán al país dar apoyo logístico a la campaña antiterrorista estadunidense y decidió contribuir en 20 por ciento al programa de ayuda humanitaria de urgencia de 584 millones de dólares previsto por Naciones Unidas en caso de un éxodo masivo de afganos.
El gobierno holandés anunció, por su parte, el desembolso de 81 millones de dó-lares para reforzar los medios de lucha antiterrorista, que incluyen el refuerzo de la vigilancia en las fronteras y en el aeropuerto de Amsterdam.
Asimismo, los presidentes de Estonia, Le-tonia, Lituania, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Macedonia, Albania, Rumania y Bulgaria aseguraron que sus gobiernos "apoyarán totalmente" la lucha contra el terrorismo.
A todo esto, el presidente de Georgia, Eduard Schevardnadze, propuso realizar una cumbre internacional antiterrorismo. Tras reunirse en Washington con el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, se mostró en contra de los "ataques militares masivos", aunque aclaró que esa era su opinión personal.