VIERNES Ť 5 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť GDF, diputados y partidos, con autoridad moral para oponerse, afirma César Buenrostro
Construir aeropuerto en Texcoco tendrá un costo político muy alto
Ť No existe ningún nexo con grupos de interés, asevera el funcionario al comparecer en la ALDF
GABRIELA ROMERO SANCHEZ
El gobierno capitalino, la Asamblea Legislativa y los partidos del Distrito Federal tienen toda la autoridad política y moral para manifestarse en contra de que el nuevo aeropuerto se construya en Texcoco, porque no tienen ninguna liga con grupos de interés empresarial, de inversión, financiamiento o de cualquier otra naturaleza, aseveró el secretario de Obras y Servicios del Distrito Federal, César Buenrostro.
Más aún, advirtió que la decisión de construir el nuevo aeropuerto en Texcoco tendrá un costo político muy alto "para quien la tomó si no viene debidamente fundada", ya que la ciudadanía está muy consciente de lo fácil que es demostrar lo lesivo de esta opción para la ciudad de México.
Al comparecer ante el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, negó tajante que el gobierno capitalino tenga la pretensión de construir la quinta etapa del tiradero bordo poniente en una parte del ex lago de Texcoco, como aseguraron el pasado miércoles el diputado panista Jacobo Bonilla y el ex secretario del Medio Ambiente, Ramón Ojeda Mestre.
Curiosamente ayer Bonilla Cedillo, al hablar a nombre de Acción Nacional, evadió increpar al funcionario sobre la construcción del basurero o del aeropuerto. Sin embargo, Buenrostro casi al final de su comparecencia refutó: "hablo sólo con la verdad, puedo estar equivocado, pero no soy falso. Hay cuestiones que se han aseverado, quiero pensar que es en forma ligera y no contienen otro tipo de intención o de motivación. Yo no sé hacer discursos, sé hacer obras, nada más".
Remató: "el Gobierno del Distrito Federal formalmente declara no tener la pretensión de llevar a cabo una quinta etapa en una zona vital para la seguridad de la ciudad. Que se siga abundando en esto es ganas de confundir a la gente, porque nuestros argumentos son totalmente fundados".
En entrevista posterior, Buenrostro Hernández manifestó que el gobierno federal no ha repuesto la reunión que se tenía programada con los secretarios de Gobernación, Santiago Creel Miranda, y de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola, con el objetivo de que pudieran presentarle sus puntos de vista en torno a la construcción de la nueva terminal aérea.
Precisó que el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, entregó un documento al presidente Vicente Fox en marzo, sin que a la fecha se tenga una respuesta.
-ƑHa habido oídos sordos de parte del gobierno federal por el rechazo que ha tenido el proyecto Texcoco?
-Yo lo pondría en estos términos: el jefe de Gobierno, el 29 de marzo y previa consulta al presidente Fox, emitió una opinión que se dio a conocer a la opinión pública 15 o 20 días después. Se entregó, no hubo respuesta.
-ƑLos han hecho a un lado... se niegan a escucharlos?
-Pues han hablado del águila cucha, y le dicen cucha porque no escucha, aparentemente, en el caso del aeropuerto.
Puntualizó que si se diera oportunidad a los partidos, a la Asamblea Legislativa y al gobierno local de confrontar las posiciones fundadas con cualquier grupo, podrían demostrar la inconveniencia total que a la ciudad de México "le presenta y lesiona".
Comentó que la Federación habla de que pueden sustituir un lago natural (el de Texcoco) con tres artificiales, pero esto cuesta, "a precios actuales, unos 8 mil millones de pesos, más los equipos de bombeo, más la operación de esos sistemas. Verdaderamente no veo cómo es que se pueda sustentar".
No se valen frivolidad ni superficialidad
En el marco de la comparecencia, el coordinador de Convergencia por la Democracia, Cuauhtémoc Velasco, enfatizó que en el asunto del aeropuerto no se vale la frivolidad ni la superficialidad. "Me parece, por ejemplo, que sería frívolo de parte del gobierno de la ciudad que dijera no a Texcoco porque quisiera poner un basurero en Texcoco."
Buenrostro Hernández precisó que desde el primer momento en que tomó posesión el gobierno democrático, en 1997, "no era posible seguir con la quinta etapa del bordo poniente".
Admitió que puede ser la más fácil, la más económica, pero nunca debió invadirse con asentamientos humanos el lago de Texcoco. Adelantó que el gobierno capitalino tiene en estudio varias alternativas; entre ellas, instalar una planta de incineración, para que a partir de ésta se genere energía eléctrica, que compraría la ciudad de México para usos diversos.