VIERNES Ť 5 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Hay más tolerancia social a ese hábito, indica Castrejón
Ingieren alcohol 30% de escolares, alerta la Ssa
CAROLINA GOMEZ MENA
El consumo de alcohol en cantidades moderadas o excesivas es una práctica común entre los mexicanos; 66 por ciento de la población ingiere bebidas alcohólicas, uno de cada 10 varones adultos tiene problemas con ese hábito, hay 3 millones de alcohólicos y 3 millones de candidatos a serlo, indicó José Manuel Castrejón, secretario técnico del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic) de la Secretaría de Salud (Ssa).
En el cuarto Seminario Nacional de Prevención del Alcoholismo, organizado por el IMSS y la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, el funcionario subrayó que el consumo per cápita de ese adictivo se incrementó de 35 litros en 1972 a 39 en 1984.
Castrejón mencionó que el consumo desmedido de alcohol está "directamente relacionado con cinco de las 10 principales causas de muerte en el país y se ha estimado que el abuso, por sí solo, representa 9 por ciento del peso de la enfermedad en México".
Agregó que "la principal causa de defunción en personas de entre 15 y 25 años son los accidentes, en gran parte asociados al consumo de alcohol".
El funcionario de Salud destacó que en los últimos años se ha dado "un decremento en la edad de inicio de ingestión de alcohol, y podemos encontrar menores de 12 años que lo consumen".
Esto ha generado que "hasta 30 por ciento de nuestros escolares estén bebiendo de forma periódica y que 3 por ciento de los de educación media y media superior tienen ya un problema de alcoholismo".
Esto se ve favorecido por la "mayor tolerancia social a este producto y a otras drogas, así como una percepción menor de riesgo", comentó.
En lo que toca al sexo femenino se estima que "hay una mujer por cada nueve personas con problemas de alcohol".
Una de las razones por las cuales las mujeres, en particular las de edad adulta, se inclinan por el consumo de bebidas es, según Castrejón, el aumento de las presiones emocionales y financieras, así como la ruptura de la dinámica familiar.
Pero a diferencia del alcoholismo de los hombres, esta situación es más difícil de afrontar por la estigmatización. "Generalmente la sociedad acepta ver a una persona alcoholizada cuando es varón, pero no lo acepta en las mujeres, más aún si son madres de familia. Entonces el alcoholismo en la mujer es también un hecho de vergüenza".