VIERNES Ť 5 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Legisladores del PRD rechazan que el monumento histórico sea utilizado para tal fin
A debate, concierto en el alcázar de Chapultepec
Ť Los problemas de pobreza "no se resolverán organizando tés-canasta": Uuc-Kib Espadas
CIRO PEREZ SILVA Y ROBERTO GARDUÑO
El concierto de Elton John en el alcázar de Chapultepec propició el debate más largo en la actual Legislatura, pero también el más inútil.
La sesión de ayer en la Cámara de Diputados transcurrió en su primera parte entre un notable ausentismo y la apatía de los pocos legisladores, que entraban y salían del salón de plenos, hasta que el diputado perredista Elías Martínez presentó un punto de acuerdo para condenar "enérgicamente todo intento de utilizar el castillo de Chapultepec para la realización del concierto de Elton John".
El perredista argumentó que la Ley Orgánica del Instituto Nacional de Antropología señala que el alcázar es un museo de historia, y según el decreto del 13 de diciembre de 1940, "además de museo lo consagró como un monumento histórico por excelencia y lección objetiva de patriotismo".
En respuesta, el diputado panista Jorge Lara preguntó desde su curul a Elías Martínez si sabía que el concierto referido no se realizará "en el castillo ni en las estancias, sino en una explanada exterior del mismo". Es decir, para el blanquiazul el área de ingreso al recinto histórico no forma parte de aquel monumento.
De inmediato el perredista le respondió con ironía, dando inicio a un debate que se prolongó por casi tres horas y no produjo absolutamente nada: "yo agradezco que haya un vocero de la Presidencia en esta Cámara de Diputados".
Parecía que todo quedaría en ese intercambio, pero el PRD inscribió a Miguel Barbosa y a Uuc-Kib Espadas para defender la propuesta de Elías Martínez. Y es que para estos dos diputados el problema de fondo es que de por medio "está el proyecto político de Martha Sahagún de Fox. Este proyecto (el concierto) tendría la justificación, pero no para desarrollarse con recursos públicos encubiertos, porque finalmente los donativos -que oscilan entre 50 y 100 mil dólares por mesa- se están pidiendo a los empresarios, y díganme ustedes Ƒquién podría negarse a la petición de la primera dama sobre un donativo?", sostuvo Barbosa.
Luego siguió su compañero Uuc-Kib Espadas, quien continuó en el mismo tono. Insistió en que los problemas de la pobreza "no se resolverán en México organizando conciertos de Elton John ni con tés-canasta ni ventas de garage, y por lo tanto la fundación que organiza el concierto, cuyos recursos se destinarán a obras sociales, no forma parte de la administración pública, y no se puede explicar que se le den estos extraordinarios y metalegales privilegios para reunir este dinero y conceder a la esposa del Presidente poderes que van mucho más allá de los tradicionalmente concentrados en el DIF".
Aquello fue más que suficiente para que los diputados del PAN respondieran de distintas formas. Jorge Rivera, de esa fracción, comparó el concierto en el alcázar de Chapultepec con la participación de importantes empresarios mexicanos para rescatar el Centro Histórico de la ciudad de México, encabezados por Carlos Slim a iniciativa de Andrés Manuel López Obrador, y en tribuna reclamó al PRD: "ahora sí, solamente eso nos faltaba, que el PRD viniera aquí a imponer una definición de lo que es cultura y es cívico. šEso por supuesto que rebasa cualquier elemento de cordura y de sensatez!"
Y el intercambio de acusaciones continuó. Subió a la tribuna Mauricio Candiani, del PAN, quien en un afán protagónico confundió a los presentes con una intervención que nadie entendió. Era tanta la insistencia en ubicar la figura de la esposa de Vicente Fox en el centro del debate, que el panista Jorge Lara intervino enojado: "ésta es una muy grave falta de respeto a la señora Martha Sahagún, nos parece que el debate tiene límites...", y la bancada panista estalló en una ovación, mientras que los grupos legislativos del PRI y el PRD gritaron desaprobando a Lara Rivera.
Los priístas, durante todo aquel intercambio, sólo fueron testigos. Tomás Torres, del PRD, llevó a la tribuna otra arista del problema. Culpó a Reyes Tamez, secretario de Educación Pública, de haber autorizado el concierto en el castillo de Chapultepec, y terminó con la paciencia de Felipe Calderón cuando le sugirió: "señor Calderón, coordine a sus impetuosos diputados".
De inmediato el coordinador panista subió a la tribuna y comenzó tranquilo su respuesta: "este salón de plenos se ha visto muy degradado en su potencial, en su naturaleza, en lo que los mexicanos piden que hagamos los diputados, al no estar abordando los dictámenes que deben de salir de comisiones y al estar trivializando excesos como los que acabamos de ver aquí, de ofensas pedestres y misóginas que no tienen justificación".
Y se fue enojando. "Se plantea aquí demagógicamente que se va a pagar una cantidad para un concierto, y no se dice que los conciertos en el Zócalo -los organizados por el Gobierno de la ciudad- también cuestan millones de pesos, que no pagan los ricos, sino los pobres de México. Hago un llamado enérgico a la seriedad a todos los partidos políticos, y particularmente al grupo parlamentario que satura la agenda de 500 diputados con trivialidades, con puntos de acuerdo y puntos de agenda que no tienen dictamen". Les llamó hipócritas "a quienes se pongan el saco y suban para alusiones personales".
Los panistas presentes en el salón de plenos estallaron en júbilo. "šBravo!", gritaron, y Martí Batres pidió la palabra, pero la bancada del PAN se opuso. La presidenta de la Mesa Directiva, Beatriz Paredes, dio muestra de una conducción errática, porque llegó a pedir al propio Batres y a Calderón Hinojosa que coadyuvaran para resolver aquella discusión tan larga, y ninguno de los dos aceptó. Total, que el perredista fue autorizado para intervenir, en votación nominal 136 a 135, por un voto de diferencia, el de la priísta Paredes.
Batres fue igual de duro que el panista. "Estos señores azules creen que el país es suyo; creen que la gente les entregó el país para hacer un gobierno imperial y monárquico, y piensan que el castillo de Chapultepec va a volver a ser la sede de un gobierno imperial. Vienen a hablar aquí de pobreza precisamente los que han recortado el gasto social del presupuesto, aquellos que han defendido un recorte de más de 10 mil millones de pesos y un subejercicio de 60 mil.
"La fuerza política gobernante ha construido la división; no ha unido a los mexicanos; ha dividido al país en la discusión de la reforma fiscal; no ha construido acuerdos; no ha logrado la conciliación, y por cierto es la fuerza política que quiere irse pronto de la sesión, trae pocos temas de discusión y pocas iniciativas; a las 3 de la tarde se quiere ir a su casa o a otro lugar, porque ya se cansaron de trabajar."
Ahí debió terminar la sesión. Los panistas protestaron a gritos por la intervención de Martí Batres, y a las 16 horas inusualmente el salón de plenos se encontraba casi lleno. Pero la acusación por la prisa de abandonar les caló a los panistas, quienes demandaron al secretario de la Mesa Directiva que continuara la sesión, cuando éste sometió a consideración del pleno si se daba por concluida la misma.
Los perredistas votaron a favor de terminar, y los priístas también. El cómputo final fue por que la sesión continuara, y entonces la bancada del PAN estalló nuevamente en júbilo y gritaron a los del PRD: "ustedes son los flojos, güevones; Ƒno que muy consecuentes?"
No pasaron más de dos horas cuando Samuel Aguilar pidió a Beatriz Paredes que se verificara el quórum, el cual no se alcanzó. Había en el salón sólo 193 diputados de los 251 que se requieren para proseguir la sesión. Aún faltaba por discutirse un punto de la agenda, referente a la elección de este fin de semana en Oaxaca, donde se preveía un cerrado debate en torno a la figura del gobernador José Murat Casab.
Así terminó el debate más largo e inútil del actual periodo de sesiones. La propuesta inicial del PRD se turnó a comisiones.