VIERNES Ť 5 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Urge disminuir la brecha que los separa de las naciones ricas, dice James Wolfensohn

Se debe ayudar más a países pobres para aislar al extremismo: presidente del Banco Mundial

Ť Afirma que los asuntos de la miseria y el desarrollo ya no son más los de la caridad

AFP

Washington, 4 de octubre. El presidente del Banco Mundial (BM), James Wolfensohn, ve en los ataques del pasado 11 de septiembre contra Estados Unidos la justificación a su criticada política de lucha contra la pobreza, que no sólo incluye asistencia financiera sino también acercamiento cultural.

Esta política, impulsada desde hace seis años por este ex banquero, inquieta a algunos, en particular al gobierno estadunidense, pero también a los responsables del BM, que ven que ésta va más allá de la misión "de caridad" de la institución.

Wolfensohn argumentó en entrevista con Afp que "asuntos de la pobreza y del desarrollo ya no son más los de la caridad y del dinero que uno dona, sino de un interés bien concebido y de estabilidad mundial".

El titular del BM estima que los atentados contra Estados Unidos prueban cabalmente su interés en que se comprenda la necesidad de ayudar más a los países en desarrollo así como disminuir urgentemente la brecha que los separa de las naciones ricas.

"Si hay un mensaje que emerge desde el punto de vista económico (de los atentados) del 11 de septiembre, es que el mundo en desarrollo y el desarrollado están mucho más interconectados en la realidad de lo que mucha gente piensa", afirmó.

De 65 años, ex campeón olímpico de es-grima, de origen australiano y nacionalidad estadunidense, Wolfensohn no ha perdido la tenacidad que le ha dado reputación y que ha contribuido a su éxito en los medios financieros internacionales.

Su combatividad se aprecia en la forma como se enfrenta a las críticas contra sus métodos de gestión en el BM y de las manifestaciones contra la globalización.

"Soy humano, por lo que todo ataque me afecta. (Esas críticas) me afectaron, reflexioné mucho y llegué a dos conclusiones: primero, me quedo, y segundo, no voy a cambiar", señaló. "Llegué a esta conclusión por el apoyo que tengo en el seno de la institución, que es más fuerte que nunca", dijo.

"Queremos analizar totalmente lo que pasa, hacerlo en un contexto a mediano plazo y luego determinar lo que debemos hacer. No hay que confundirse: un análisis complejo no significa que haya que hacer todo" nuevamente, explicó.

Y el titular del BM tiende la mano a los manifestantes contra la globalización: "Es-pero que comprendan que los problemas que queremos resolver como institución mundial son los mismos que los que les preocupan: la gestión pública, la pobreza, la asistencia al desarrollo. Esas son las condiciones previas para el desarrollo pacífico que todos queremos".