Ť Niega la Marina ucraniana versión de que un misil suyo pudo haberlo derribado
Cae al Mar Negro avión ruso con 77 personas a bordo; Moscú investiga si fue un atentado
Ť La nave comercial, modelo Tupolev, había despegado de Tel Aviv y se dirigía a Novosibirsk
AFP, DPA Y REUTERS
Moscú, 4 de octubre. Un avión comercial ruso con 65 pasajeros, en su mayoría extranjeros, y 12 tripulantes a bordo, explotó hoy en pleno vuelo y se precipitó al Mar Negro cuando volaba de Tel Aviv, capital israelí, a la ciudad siberiana de Novosibirsk. El gobierno ruso afirmó que investiga las posibles causas de la caída del avión, incluida la de un atentado terrorista.
Sin embargo, medios estadunidenses conjeturaban que el avión pudo haber sido derribado por un error de las fuerzas ucranianas que realizaban ejercicios militares con misiles cerca del lugar del accidente; incluso se llegó a asegurar que satélites estadunidenses habrían registrado las imágenes del lanzamiento de un misil tierra-aire ucraniano poco antes de la explosión del avión.
Más aún, un responsable de la flota de Ucrania, Igor Laritchev, citado por Afp, dijo: "no me lo puedo creer, pero un misil ucraniano ha abatido ese avión", en el que viajaban 51 israelíes, mientras los restantes 15 pasajeros y los tripulantes eran de nacionalidad rusa.
La Marina ucraniana desmintió de inmediato la versión al asegurar que las armas que se emplearon en las maniobras tenían un alcance máximo de 10 kilómetros, y el avión estalló a 300 kilómetros. "Todos los cohetes usados en las prácticas de hoy estaban programados para autodestruirse en caso de que se desviaran".
Equipos rusos de socorro se trasladaron al lugar donde cayeron los restos del avión, 190 kilómetros al sur del puerto de Novorosiysks, para comenzar las labores de rescate de cadáveres, pues se consideraba improbable que hubiera sobrevivientes del incidente.
El avión, modelo Tupolev, de fabricación rusa, había despegado del aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv, considerado el más seguro del mundo.
El gobierno israelí verificó que con el Tupolev 154 se siguieron todas las medidas de seguridad que con los demás aviones, procedimiento que incluye el interrogatorio de los pasajeros y el examen por rayos X de su equipaje.
Trascendió que entre los pasajeros se contaban dos niños y un funcionario de seguridad israelí.
Voceros del servicio secreto ruso afirmaron que no había indicios de que los pilotos de la nave hubieran sido amenazados durante el vuelo. Aun así, el tráfico aéreo en el aeropuerto Ben Gurion se suspendió durante varias horas tras el accidente.
En todo caso, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró que "tras la tragedia de hoy no se puede descartar un atentado", y añadió que él y las autoridades israelíes trabajarán conjuntamente para esclarecer la caída del avión.
Además, Putin respaldó las declaraciones de las autoridades ucranianas en el sentido de que no fue un error militar suyo lo que derribó la nave.
Los medios rusos citaron el testimonio del piloto de un avión armenio que observó la explosión a las 09:44 GMT mientras volaba sobre el Mar Negro, y que ocurrió cuando la nave estaba a 11 mil metros de altura.
En Kiev, el ministerio ucraniano de Defensa aportó datos tècnicos que comprueban que los misiles utilizados hoy en prácticas en la península de Crimea "no podían alcanzar la altura a la que volaba el Tupolev 154".
Esta noche, Putin repitió estas explicaciones y sostuvo: "no hay motivo para no creerles a nuestros socios ucranianos".
El presidente estadunidense George W. Bush, por medio del portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, declaró estar "profundamente entristecido" por el accidente.
El vocero transmitió las condolencias del gobierno y el país a los familiares de las víctimas rusas e israelíes, y destacó que "aún es muy pronto" para determinar si la caída del avión se debió a un acto terrorista. Otras fuentes oficiales coincidieron con Moscú en que con respecto a las causas del accidente no puede darse nada por hecho en tanto no sea rescatada la caja negra de la nave.
En todo caso, Putin llamó hoy a las autoridades judiciales europeas a fortalecer la cooperación ante la amenaza del terrorismo internacional, en un mensaje de saludo a la conferencia de los países miembros del Consejo de Europa que comenzó hoy en Moscú, y a la que asisten delegaciones de 48 países. Asimismo, el mandatario ruso restó importancia a los temores de que una ofensiva militar contra Afganistán de aliados de Estados Unidos en respuesta a los atentados del pasado 11 de septiembre pueda dañar a la población civil.