VIERNES Ť 5 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Anuncian que la británica Yvonne Ridley será procesada, sea o no periodista

Aunque Washington aporte pruebas, Kabul no entregará a Bin Laden, dice embajador afgano

Ť El talibán primero juzgaría al saudita; si es condenado veremos, señala Salam Zaeef en Pakistán

REUTERS Y AFP

Dubai, 4 de octubre. El gobierno afgano advirtió hoy que en definitiva no extraditará a Osama Bin Laden, ni aun cuando Estados Unidos le entregara pruebas sobre los atentados de septiembre, ya que primero las "verificaría minuciosamente" y luego el caso se turnaría a un tribunal islámico.

Los talibán anunciaron además que la periodista británica Yvonne Ridley será juzgada en breve por "violación de las leyes del país", tras su ingreso clandestino a Afganistán. Asimismo, parecía inminente una sentencia contra ocho religiosos occidentales por difundir el cristianismo entre los musulmanes.

"No entregaremos a Bin Laden a Estados Unidos aunque nos presenten pruebas que lo vinculen con los atentados del 11 de septiembre", declaró el embajador afgano en Pakistán, Abdul Salam Zaeef, en lo que se interpretó como otro desafío de la línea dura de los gobernantes islámicos.

En entrevista con el periódico Al-Khaleej, de Emiratos Arabes Unidos, agregó que si Washington les llegaba a proporcionar las pruebas, entonces "las examinaremos en forma minuciosa y luego iniciaremos un juicio ante un tribunal sharia. Si ese tribunal lo condenara, veremos luego qué haremos".

Pese a que Estados Unidos continúa estrechando el cerco militar sobre Afganistán, con el apoyo de sus aliados occidentales y de la región centroasiática, Salam Zaeef dijo confiar en una "resolución pacífica" del conflicto al considerar que las negociaciones son la forma de resolver el problema, pues la guerra complicará todo.

Los ministros del régimen talibán se reunieron hoy en Kabul y reafirmaron su advertencia contra la oposición y los simpatizantes del regreso del depuesto rey Mohammad Zahir Shah, de que sufrirán castigos severos quienes se conviertan en "marionetas" de Estados Unidos.

El alejamiento de Pakistán del talibán, ante las presiones de Estados Unidos, no pareció impresionar al líder espiritual Mohammad Omar, quien comentó que sólo una vez ha estado en el vecino país en ocasión de un tratamiento médico para las heridas sufridas durante la jihad "contra las tropas soviéticas de ocupación".

Pero el comportamiento de Pakistán, el único país que sigue reconociendo a Kabul, sirvió para que el talibán destacara que no recibe órdenes de nadie, de acuerdo con la emisora del movimiento talibán, La Voz del Shariat, que citó a Omar. "Nuestro movimiento es autóctono", señaló.

La agencia Afghan Islamic Press (Aip) se refirió al caso de la periodista británica que recién ingresó al país sin autorización, al señalar que "la investigación continúa y ella comparecerá ante un tribunal tan pronto culmine la investigación. Yvvone Ridley violó las leyes del país y será procesada por esos cargos".

El viceministro de Relaciones Exteriores, Abdul Rehman Zahed, dijo que se tenía que determinar si la enviada del diario Sunday Express "trabajaba como periodista o tenía otros objetivos". Aun si se comprueba que es periodista se le juzgará por su ingreso no autorizado, agregó.

Un abogado paquistaní de los ocho religiosos occidentales detenidos en Kabul, Atif Alí Jan, se pronunció por que el tribunal islámico tenga "compasión" y dicte una sentencia leve, aunque el castigo es una prerrogativa del juez, ya que no hay una sanción específica en el código islámico referente a la propagación del cristianismo.

De su lado, la oposición armada afgana pidió a Estados Unidos "prudencia" en sus operaciones al considerar que el talibán y los pashtún, la etnia dominante del país, tendrán que participar en un proceso de instalación de un futuro "gobierno representativo", pues "los talibán no son criminales, tienen que ser incluidos, así como otros pashtún intelectuales y afganos en el exilio".

Otros sectores de la opositora Alianza del Norte dijeron que sus fuerzas montarán una ofensiva total que coincidirá con las represalias militares estadunidenses, y que el ataque de los aliados contra posiciones "terroristas" en Afganistán es "cuestión de horas".