Ť Mi presea de oro es más importante, dijo la campeona mundial en el aeropuerto
Nancy Contreras menospreció a Belem Guerrero
Ť Debo trabajar mucho para ser la mejor en Atenas, señaló la medallista de bronce
ROSALIA A. VILLANUEVA
Aunque llegaron en el mismo vuelo de París, Nancy Contreras -como toda una gran reina por ser la primera mexicana campeona mundial de ciclismo- se negó a tomarse la foto con su compañera Belem Guerrero, medallista de bronce, quien a petición de los reporteros gráficos esperaba la respuesta de la velocista para que ambas posaran con una bandera mexicana.
"Cada quien tiene su lugar y mi medalla de oro es más importante'', cortó en seco la monarca de los 500 metros contrarreloj, moviendo de un lado a otro la cabeza y los hombros ante la insistencia de los fotógrafos que, unidos, emprendieron la retirada, mientras Belem, de pie, aguantaba el desaire de una ciclista a la que consideraba su amiga, "pero creo que antes de tocar tierra (mexicana) se le olvidó''.
Cuando recordaron a Nancy que hace un par de años dio positivo por dopaje en los Centroamericanos, aclaró que nunca se lo comprobaron, pero en esa ocasión que tuvo que devolver la medalla dorada. "Yo no uso sustancias prohibidas", afirmó.
Belem abrió sola la conferencia de prensa que habían programado para las dos medallistas en el salón de usos múltiples del aeropuerto. Cargando en brazos a su sobrina Beatriz Camila y mostrando el metal de bronce (la tercera de su palmarés), selló con un beso su logro obtenido el pasado domingo en Amberes.
Reconoció que le falta más experiencia y preparación para lograr la medalla de oro en la prueba por puntos, pero subrayó que hay mucho por trabajar para mirar hacia delante y que lo importante es mantenerse en los primeros planos.
"No es un año para dar resultados, pero se dio y me doy por satisfecha. Faltan tres años, debemos esforzarnos para ser las mejores porque el objetivo es clasificar a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y puedo decir que estamos cerca de las medallas'', puntualizó la pedalista, cuarto lugar en Sydney 2000.
Dijo que para ella, ese oro mundial es una obsesión, porque le gustaría portar "con orgullo y humildad'' el suéter de campeona, ya que han sido muchos años que ha estado cerca de subir a lo más alto del podio y si no se pudo en Amberes, se preparará mejor para la siguiente edición.
La mexiquense resaltó que gran parte de sus resultados se deben por amor al arte, el apoyo de su familia y amigos, porque después de Sydney, el estado de México le ha negado respaldo económico. "No quiero decir que con esta medalla tenga derecho a quejarme, pero la verdad no tengo apoyos y es injusto'', enfatizó Belem, quien se tomará unas vacaciones en la playa " para desaburrirme de la bicicleta''.
Expuso que las mujeres han dado la pauta en el deporte mexicano y espera que sigan cosechando éxitos ya que eso abrirá las puertas a las niñas y jóvenes para que sean igual o mejores que ellas. "Eso es fundamental, que vean que sí se puede y que todas juntas podamos darles satisfacciones a México''.