Ť Ramón Gutiérrez
Grave, la crisis del boxeo en Nicaragua
JORGE SEPULVEDA MARIN
A 10 años de que el boxeo profesional regresó a Nicaragua las carencias que vive este deporte se podrían calificar de graves, estimó el entrenador Ramón Gutiérrez, quien agregó que pese a todo se han dado algunos púgiles de calidad, como Rosendo Alvarez, Adonis Rivas y Antonio González, entre otros.
De visita en México con tres de sus púgiles -Oscar Murillo, Leandro Mendoza y Jesús Martínez-, que verán acción en dos semanas aquí, recordó que el bache sufrido durante el régimen sandinista, cuando se decía que "el hombre no debe ser explotado por el hombre", dejó un hueco que apenas se empieza a cerrar, aunque ahora el problema serio es que a los púgiles les pagan un salario muy bajo.
Los sueldos más altos que han cobrado algunos boxeadores, como Roberto Chuqui Bonilla, ha sido de 300 dólares y hasta mil 200 fuera del país, porque en Nicaragua aún no se recupera el gusto de los promotores por hacer boxeo y menos por darles el salario que se merecen, porque la preparación es desgastante.
El mánager platicó que una de las formas en que ha dotado de sus instrumentos de trabajo a sus boxeadores y los de otros preparadores, es que fabrica sus propios arreos de boxeo, porque allá no hay quien los produzca industrialmente, además de que los púgiles amateurs o profesionales no tienen absolutamente ningún apoyo para superarse en esta tan difícil actividad.
Es más, la Comisión de Boxeo de Nicaragua, en la que despacha el ex campeón Alexis Argüello, le compra sus mercancías que, reconoce, no son de gran calidad pero mucho le han servido a los boxeadores.
Durante la reunión de la Comisión de Box Profesional del Distrito Federal (CBPDF), el secretario Emilio Gutiérrez anunció que se suspendió la función del sábado, ya que se cayó la pelea en la que Rubén Estanislao expondría su cetro nacional gallo ante Jorge Solís, pues el primero tiene un problema con un molar, aunque mañana martes Miguel Rodríguez pondrá en juego su título continental welter ante Roberto Bixano en el Salón 21.