MARTES Ť 2 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Abandonar la "neutralidad" en la lucha antiterrorista, pide Giuliani
La vigilancia es el precio de la libertad, sostiene Negroponte en la Asamblea General de la ONU
AFP, AP, REUTERS Y DPA
Organizacion de naciones Unidas, 1o. de octubre. "La vigilancia es el precio de la libertad", afirmó hoy el embajador estadunidense ante la Organización de Naciones Unidas, John Negroponte, al señalar que la última resolución del Consejo de Seguridad impone a todos los países los "más altos" estándares de vigilancia, al tiempo que el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, llamó a los miembros de la ONU a abandonar la "neutralidad" en la lucha contra el terrorismo.
Ambos participaron en la inauguración de la Asamblea General de la ONU, cuyo secretario general, Kofi Annan, llamó a reforzar la cooperación internacional contra el terrorismo e instó a adoptar medidas más estrictas para controlar el arsenal nuclear, químico y biológico.
"Debemos proclamar unánimemente que no cederemos ante el terrorismo", dijo Giuliani en una apasionado discurso antes del comienzo de una semana de debates sobre una estrategia internacional a largo plazo para combatir el terrorismo internacional.
"Este no es momento de nuevos estudios ni de directivas imprecisas (...) La evidencia del terrorismo, la brutalidad y la inhumanidad subyacen bajo los escombros del Centro de Comercio Mundial, a tres kilómetros de donde estamos reunidos hoy", afirmó el primer alcalde de Nueva York en casi 50 años que habla ante la Asamblea General.
"Observen la destrucción, esa pérdida masiva, cruel y sin sentido de vidas humanas. Y luego les pido que piensen con el corazón y reconozcan que no hay lugar para la neutralidad", señaló Giuliani, quien ha recibido elogios unánimes por su conducción en las tareas de rescate y despeje en las ruinas del WTC, donde perdieron la vida casi seis mil personas.
Ante los representantes de más de 150 naciones, que en varias ocasiones lo ovacionaron, el alcalde llamó a la ONU a responsabilizar "a cualquier país que apoye o avale el terrorismo, o de otro modo fracasará en su papel principal de mantenedora de la paz".
Previamente, al darle la bienvenida, Annan dijo a Giuliani que "este ataque hirió al mundo entero. Pero la adversidad compartida unió a Nueva York y la ONU como nunca antes".
La Asamblea se reúne tres días después que el Consejo de Seguridad adoptara unánimemente una resolución que requiere que los 189 países miembros nieguen dinero, apoyo y refugio a terroristas.
Al respecto, el embajador estadunidense ante la ONU dijo que la resolución "es un urgente llamado a la acción. Debemos enfatizar a nuestros gobiernos la urgente necesidad de aplicar las medidas requeridas".
Esta resolución "nos impondrá a todos los más altos estándares de vigilancia, pero ésta es el precio de la libertad, y la libertad, el primer valor del nuevo milencio, vale el precio de la vigilancia y más".
Agergó que el presidente George Bush dejó en claro que la política de Estados Unidos será dirigir cada recurso -diplomático, de inteligencia, finaciero e incluso militar- a la lucha contra "la red global del terror", y si bien tiene el derecho a la autodefensa, en esta lucha "no nos sentimos solos, no estamos actuando solos. Lo sabemos".
"Tambien sabemos que esta guerra no es contra el Islam", añadió Negroponte, quien recordó que Estados Unidos "ayudó a defender musulmanes en Bonsia y Kosovo", y brindó ayuda humanitaria a Afganistán. "No hay división entre Estados Unidos y el Islam, la división que existe es entre el mundo civilizado y el terror", insistió.
Por su parte, Annan llamó dijo que "es difícil imaginar cuán peor podría haber sido la tragedia del 11 de septiembre. Aun así, la verdad es que un solo ataque con armas nucleares o biológicas hubiera matado a millones".
"Podemos hacer mucho para prevenir futuros actos terroristas con armas de exterminio masivo", declaró, instando a la puesta en vigor de tratados existentes sobre estas armas y de convenciones sobre el terrorismo, que tratan sobre la represión a los secuestros aéreos, la toma de rehenes, los atentados con explosivos, entre otros temas.
El embajador de Bélgica, Jean de Ruyt, sugirió en nombre de los europeos instaurar un mecanismo de seguimiento para asegurar que los tratados adoptados sean respetados por todos los gobiernos.
Cuba denuncia doble estándar
Por su parte, Cuba acusó a Estados Unidos de imponer un doble estándar en el Consejo de Seguridad, y forzar "decisiones arbitrarias y hegemónicas" en la lucha contra el terrorismo. "No puede eliminarse este mal si se condenan algunos actos terroristas, mientras se silencian o justifican otros", indicó el embajador cubano Bruno Rodríguez Padilla.
En tácita alusión a Estados Unidos, destacó que "por respeto" a las víctimas de los "demenciales" ataques del 11 de septiembre su país ha decidido contribuir al debate manteniendo "silencio acerca de los orígenes del terrorismo contra Cuba".
Cuba hará todo lo posible para evitar que hechos de esa naturaleza vuelvan a golpear a los estadunidenses, aseguró el embajador, quien aclaró, sin embargo, que la isla "no participaría en una acción militar" y ninguna de las resoluciones del Consejo desde el 11 de septiembre puede ser invocada para justiciar acciones militares unilaterales, señaló.
Los países árabes, a su vez, señalan que debe diferenciarse entre terrorismo y "resistencia" a la ocupación israelí, una diferenciación que es rechazada por el embajador británico, Jeremy Greenstock.
En esta Asamblea General deberían haber participado presidentes y primeros ministros de todo el mundo, pero el encuentro de alto nivel fue suspendido por razones de seguridad después de los atentados, quedando reducido a nivel de embajadores.