LUNES Ť Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Exposición fotográfica de César Saldívar en Madrid

Luz y retrato de 68 actores del cine mexicano contemporáneo

Ť El artista busca reinterpretar la estética populista de la industria nacional, ''empeñada en fabricar leyendas y fetiches''

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 30 de septiembre. El mexicano César Saldívar busca desde hace dos años ''la esencia" de actores mexicanos contemporáneos, como una forma de reinterpretar la "populista" estética de la industria cinematográfica mexicana, empeñada en fabricar leyendas y fetiches. Su exposición en el Instituto de México en Madrid, Luz y retrato del nuevo cine mexicano, con imágenes de 68 personalidades, también es un homenaje a Paco Rabal, recientemente fallecido.

Saldívar ha dedicado los últimos años a indagar en "el eterno misterio del retrato". Primero lo hizo con los actores más emblemáticos del cine español contemporáneo, trabajo que fue editado en el 2000 con el título Una mirada al cine español, ahora obra de referencia en la fotografía y cinematografía españolas.

Pero el artista mexicano dice que en su largo autoexilio en París y Madrid siempre ha sentido la necesidad de buscar, junto con los actores mexicanos, otros misterios del retrato. Así lo hizo con 68, entre ellos Silvia Pinal, Roberto Cobo, Patricia Reyes Spíndola, Blanca Guerra, María Rojo, Gael García Bernal, Ana Ofelia Murguía, Arcelia Ramírez, Tiare Scande, Bruno y Demián Bichir, Jimena Ayala y Vanessa Bauche.

Saldívar (Monterrey, 1963) estudió en París varios años antes de trasladarse a Madrid, en 1996, donde ha sido reconocido como uno de los fotógrafos que mejor han registrado el rostro de la historia del cine español: el rostro de sus actores. En entrevista con La Jornada, el artista mexicano explicó que conocer y retratar los símbolos actuales del cine mexicano también ha significado reinterpretar al "icono popular" y su estética tradicional.

"Creo que esta exposición es un reflejo de lo que hoy es México. En esta serie de fotos veo que a pesar de que algunos de los actores son muy jóvenes, he logrado dotarlos del sentido del icono popular que tiene el cine mexicano. De esos perfiles de tres cuartos viendo hacia el cielo, que han caracterizado siempre a nuestra industria cinematográfica, yo pretendo hacer una interpretación actual de ese fetiche, de esa leyenda, con un juego de luces en el que subrayo intenciones. También creo que hay cierto contenido social en mis historias y eso me deja mucho más complacido por el trabajo.''

Generación pujante

bichirSaldívar, quien hizo su primera exposición individual en el 2000, con Mitos y divas de Almodóvar, aclara que Luz y retrato no pretende ser una antología del cine mexicano contemporáneo. Son, dice, "68 figuras emblemáticas de lo que es el cine mexicano de hoy; en la muestra hay instituciones actorales como Roberto Cobo o Margarita Isabel, por ejemplo, que aún están vigentes en el cine; mientras a otros como Gael García, Diego Luna o Tiare Escanda, que ya son figuras emblemáticas del cine mexicano, tuve la necesidad de arroparlos con los grandes y enlazar estas generaciones de actores. Todos ellos tienen fuerza y luz, por lo que da mucho gusto ver cómo el actor joven hereda la intensidad y la leyenda de los actores mexicanos de otros tiempos".

Saldívar explica que su oficio de fotógrafo viene del cine, que sus maestros son directores de cine y que es en las películas donde descubre sus encuadres, sus luces y sus ángulos. Entonces, dice, pretende buscar "la esencia" de sus fetiches:

"La mayor parte del tiempo, siendo honesto, busco descubrir, cuando hago clic con la cámara, la esencia de los actores. Si lo logro o no sólo lo puede juzgar el actor, el público o la crítica. El retrato tiene muchos componentes y todos muy complejos. Entran en juego el sujeto al que estás retratando, la comunicación que existe, la luz, el estado de ánimo en el que está la persona y luego encontrar el microinstante en el que finalmente hago clic, que es un momento fugaz en el que se muestra con plenitud la esencia que buscaba.

''Creo que el retrato es un género complejo, pero creo que a mí se me da como parte de un, llamémosle, talento, que creo es heredado de una larga cadena de generaciones de fotógrafos mexicanos muy intensos y con grandes trayectorias en el cine nacional e internacional. Es una fortuna llevarlo en la sangre.''

Saldívar reconoce que la lejanía con México le ha permitido ser "más consciente y sensible, sin la distracción de la inercia de lo cotidiano" de sus raíces, por eso cuando llegó a retratar a los actores mexicanos buscó "interpretar la propia estética mexicana".

"El libro de cine español es de miradas, la mayoría de ellos ven a la cámara de frente. En el cine francés he trabajado en una estética muy contextual; es un retrato que también contempla lo que hay alrededor. En México he buscado ser muy puro; muchos de los actores no me ven de frente, porque lo que busco es construir imágenes, la mayoría de mis encuadres con ellos simulan poses, ensoñaciones y rostros un tanto sublimados. Cuando hice la sesión de fotos con Silvia Pinal, la empecé a dirigir para llevarla a un terreno de época, para acercarme a ella a la edad en que filmó Viridiana; fue impresionante, porque empecé a ver a través de mi cámara esa ensoñación que ha tenido mucho tiempo y que sedujo a uno de los más grandes cineastas de la historia, que es Luis Buñuel''.

En sus reiteradas incursiones por el eterno misterio del retrato, Saldívar dice haber visto que "el actor español es de oficio, muy técnico, de mirada y plasticidad muy sutiles, mientras el actor del cine mexicano es de emoción, de víscera; también es de escuela, pero en él rige con vigor la intuición. Creo que los actores en los retratos están en un momento de ensoñación, de fetiche."

Saldívar editará en los próximos meses un nuevo libro con desnudos, que hizo con los actores más emblemáticos del nuevo cine español.