LUNES Ť 1o Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Feria Ambiental Metropolitana 2001, del 3 al 7 de octubre en el Parque Naucalli
El DF, una de las cuatro "ciudades globales" de AL, urbanizada "sin una planificación sólida"
Ť Serán analizados los problemas que compartimos con las 50 mayores de la región
MARIA ESTHER IBARRA
Considerada una de las cuatro "ciudades globales" de América Latina -las otras son Buenos Aires, Sao Paulo y Río de Janeiro--, el Distrito Federal se ubica entre la metrópolis con urbanización carente de planificación sólida, que ha dado lugar a una sobrexplotación de asentamientos humanos y al desaprovechamiento de recursos naturales y de los usos, destinos y reservas del suelo.
En la inadecuada urbanización se han conjugado, entre otras cuestiones, un traslado constante de sectores sociales en situación de pobreza desde el campo a las ciudades, lo que "aumenta la demanda de satisfactores básicos que el Estado, cada vez más reducido, enfrenta dificultades para atender".
Con las cincuenta grandes ciudades latinoamericanas, la capital de México comparte estas características: concentración innecesaria del poder económico, político y cultural y consecuente sustentación del "círculo vicioso" de la atracción de inversión, de migraciones en busca de trabajo, de urbanización acelerada y desorganizada, proliferación de periferias de pobreza, déficit de servicios básicos y vivienda, alta densidad demográfica, tránsito vehicular excesivo, contaminación y pérdida de recursos naturales.
Además, en las ciudades de la región se ha incrementado la vulnerabilidad de la población ante fenómenos naturales, así como la violencia e inseguridad, sobre todo en áreas de población de bajos recursos económicos.
Esas y otras problemáticas forman parte del documento que autoridades y especialistas analizarán en la Feria Ambiental Metropolitana 2001, a efectuarse del 3 al 7 de octubre en el Parque Naucalli mexiquense, organizada por la Universidad Autónoma Chapingo, Programa de la ONU para el Medio Ambiente, Comisión Ambiental Metropolitana e Instituto para el Desarrollo, AC.
Los organizadores de la feria concentraron en diez grandes rubros el análisis ambiental-urbano, cuyos puntos centrales se exponen a continuación.
En América Latina y el Caribe se aprecia un proceso de urbanización alto, similar al de los países desarrollados, aunque con un grado de bienestar mucho menor. Según datos del Centro de la ONU para los Asentamientos Humanos (Hábitat), actualmente en la región viven 519 millones de habitantes, 391 millones de ellos asentados en ciudades grandes.
"La alta concentración en pocas ciudades es muestra de que aun cuando las tendencias del crecimiento vegetativo de la población se han reducido, persisten las migraciones, sobre todo hacia las grandes y medias ciudades", se indica en el documento base.
En las cincuenta ciudades de más de un millón de habitantes se han agudizado problemas sociales debido, entre otros factores, a que la veloz urbanización ha superado la tasa de crecimiento del empleo. Esto, junto a los cambios por la apertura en la región de mercados y la pérdida de industrias locales y de empleos formales, ha propiciado que crecientes sectores vivan del trabajo informal.
La "situación más crítica" se aprecia en ciudades como Bogotá, Caracas, Lima, México, Río y San Salvador, con más de 40 por ciento de su población activa en el sector informal.
En los noventa se manifestó una nueva dimensión de las metrópolis en concordancia con la globalización, catalogándose muchas como "ciudades globales", entre ellas el DF, por ser "espacios de gestión, información, distribución y financiamiento del intercambio comercial internacional".
Este perfil enfrenta a las ciudades a nuevos dilemas: por un lado se colocan a la vanguardia de ciertas actividades del mercado internacional, facilitan la realización de la oferta en espacios más cercanos, sobre todo para grupos de altos ingresos y homogeneizan "gustos" y patrones de consumo y culturales con los de países industrializados.
Por otra parte se intensifica una segregación socioespacial en cuanto al aprovechamiento del suelo, en la cual los sectores de bajos ingresos son "obligados a asentarse en áreas no recomendadas por su vulnerabilidad geofísica; al mismo tiempo que gran parte de los recursos públicos para servicios básicos de agua potable, recolección de residuos sólidos o infraestructura básica son destinados a los nuevos desarrollos comerciales o de industria secundaria de punta".
Esto ha presionado hacia una densificación muchas veces puntal en la ciudad, disminuyendo áreas verdes o propiciando construcciones que impactan negativamente en la armonía arquitectónica, congestionan aún más el tránsito local y provocan contaminación de diversos tipos.