Ť Mañana, la pareja de periodistas estrena serie a las 23:30 horas por el canal 2
No pretendemos ser el círculo rojo de la elite: Aristegui y Solórzano
Ť Buscamos hacer un programa de coyuntura que apueste a la pluralidad, no un noticiario, dicen
Ť ''Ganaremos lo mismo''; la apuesta, mostrar que esta coproducción es rentable
JORGE CABALLERO
Mañana lunes a las 23:30 horas por el canal 2 se estrena el programa Círculo rojo, conducido en vivo por la dupla Carmen Aristegui (CA) y Javier Solórzano (JS); una coproducción entre Televisa e Imagen, de la cual los conductores son socios. En entrevista los conductores precisaron el origen del nombre de su espacio: "En una entrevista con Gutiérrez Vivó el presidente Fox se refirió a que en su relación con la sociedad había dos círculos: el rojo, con el cual nunca iba a quedar bien, y el círculo verde, con el que sí; entonces el círculo rojo lo conformaban los medios de comunicación, los intelectuales, universitarios... que eran un centro crítico sistemático; esto se interpretaba, no lo dijo así el Presidente. La decisión del nombre no es seria, es ironía, un juego. Pero también es una reflexión: si realmente existiera como tal el círculo rojo, es paradójico que éste y otros factores fueron los que coadyuvaron a que el 2 de julio se diera ese tipo de resultado, y eso que antes te parecía amable ahora te parece distante".
Carmen Aristegui, jugueteando con las manos en la mesa de juntas de la empresa Imagen, comenta: "Lo interesante de Círculo rojo es que va al hábitat por definición del círculo verde, que es el canal 2, que determina cuál es el círculo rojo y cuál es su alcance. La idea de Círculo rojo es imaginar la posibilidad del ejercicio de la crítica, de abordar los asuntos con cierto perfil, de convocar a la diversidad, apostar a la pluralidad en un espacio masivo como la televisión abierta".
-¿Cuál será el contenido y formato de Círculo rojo?
-CA: No hay la pretensión de ser un noticiero, sino una especie de revista, un programa de coyuntura que puede estar indistintamente en los temas del día que salgamos al aire o en un hecho de días anteriores o un tema que esté en la mesa de discusión. No exclusivamente la temática política, económica o social, sino darle peso a lo que ocurre en la cultura, con los personajes que sean atractivos para la sociedad. Hay elementos que van a complementar el programa, como Trino, que hará doblajes a películas viejas continuando con su idea de Galimatías. Algo interesante es la presencia de espacios para reportajes: dos colaboradores fijos haciendo trabajos del día y otros dos espacios para convocar a dos reporteros más, fundamentalmente de la prensa escrita. Hemos buscado periodistas importantes a los que les resulte atractivo tener una ventana en la televisión. No queremos piratearnos a nadie; queremos invitar a los periodistas que leemos todo el tiempo, para que aporten su filo periodístico y logremos conjuntar los dos lenguajes: el televisivo y el escrito.
-Hay muchos rumores. ¿Cómo fue la negociación con Televisa? ¿Hubo ruptura con Imagen? El salario de 20 millones de dólares parece escandaloso...
-JS: Es un buen momento para aclarar. Carmen y yo vamos a ganar lo mismo y en pesos; el equipo ganará lo que normalmente se gana en televisión. El presupuesto y costo del programa en el contrato de un año los hicieron Televisa e Imagen. No sirve de nada salir a las 23:30 horas con un presupuesto mayúsculo; la apuesta es otra: Televisa acepta la coproducción con una empresa chica. Uno de los grandes asuntos es que, si nos sale bien, los que quieran hacer cosas se van a dar cuenta de que este tipo de asociaciones sí pueden ser rentables. Estamos de acuerdo con las condiciones y reglas que ellos plantearon, así como ellos con las nuestras. El contrato ampara a las partes.
-CA: Se antojaba y se antoja que el asunto era monetario al ver el interés de las dos televisoras. Pensamos que si inflábamos el asunto a partir de ese interés era el mejor camino para fracasar, por lo que resistimos cualquier tipo de tentación -que la había- de aprovecharnos de las dos televisoras para sacar una tajada monumental. Creemos que elegimos lo adecuado; los análisis de viabilidad financiera que hicimos ambas partes llegaron casi a las mismas cifras. Lo que queremos es que esto perdure, que sea serio, que esté acorde a la realidad y a lo que nosotros ofrecemos y contribuir a la televisora en rentabilidad, para garantizar que el espacio permanezca. Si lo reventamos sería una barbaridad, donde saquemos una enorme tajada de dinero pero con pocas probabilidades de tener una vigencia en tiempo, espacio y solidez de nuestro programa, que es lo que más nos importa. Los ingresos van estrictamente a los sueldos del mercado. Nosotros establecimos la reunión para la coproducción entre Imagen y Televisa, donde Imagen tendrá un beneficio comercial por la elaboración del programa y nosotros como socios de Imagen tendremos nuestra participación de la comercialización.
-¿Cómo hacer para acercar a la gente del Canal de las estrellas a Círculo rojo?
-JS: Ese es el gran reto, como el de cualquier programa de televisión. Hay una parte de la población que nos permite poder sentarnos a reflexionar sobre este tipo de asuntos. A lo que aspiramos es a que encuentren con nosotros reflexiones que ellos tienen sistemáticamente: la política, económica, social, internacional, asuntos indígenas, la pobreza... Hay otro gran público, 40 millones de pobres, que tiene otras prioridades en la cabeza y que indistintamente ven la televisión. Este es un publico al que en un segundo momento queremos aspirar.
-CA: Tenemos una fórmula medianamente probada que
fue el noticiero En blanco y negro. Vamos a tratar de repetirla,
corregirla y aumentarla en el marco de una televisora que tiene un gran
peso; uno de los objetivos es ser parte de este país, del país
de la crítica, de las contradicciones, de los humores. No pretendemos
ser el círculo rojo de la elite.
-¿Cuáles son las diferencias en producción
entre Televisa y las demás empresas donde han trabajado?
-JS: Mi experiencia en la tele en Imevisión me hizo darme cuenta de que tenía lo que debía tener. Antes había trabajado en Canal 11, luego nos vamos a Multivisón para que saliera En blanco y negro, era extraordinario. A la hora que llegas a Televisa te das cuenta de que en estructura de la construcción de la televisión cada quien hace su tarea.
-¿Quiénes complementan el equipo?
-JS: Coordinamos Carmen y yo. De parte de Televisa está Leopoldo Gómez, director de noticias, y Gustavo Vázquez, director de producción de noticias, con quienes nos reuniremos para discutir cómo va el programa, qué está bien, qué está mal, etcétera. El jefe de información es Daniel Ruiz; el de producción, Ivo Gaytán; en la coordinación de edición, Mari Cruz, y ahí continúa la estructura, con la infraestructura de Televisa.
-¿Existen riesgos al estar en Televisa?
-JS: Hay uno altísimo para ambas partes: que el programa no dé resultado, y para nosotros que en un momento dado la opinión pública no alcance a entender de inmediato lo que estás haciendo. Por eso firmamos un contrato, un código de ética, por eso discutimos lo que teníamos que hacer. En la parte final nos reunimos con Emilio Azcárraga Jean y Bernardo Romero, y ahí sacamos todo lo que pensamos -que si el América, que si la historia, que si el PRI-, luego firmamos y nos comprometimos. Aquí sólo hay de dos: confías o no, crees o no; de manera sincera creo y confío, espero que ellos crean y confíen en nosotros. La apuesta es múltiple y el riesgo también; además el riesgo es una forma de vida en esta profesión. En términos de pensamiento uno tiene que tener una evolución y las cosas han cambiado, todavía no como queremos, pero han ido evolucionando las cosas políticas, los partidos, los personajes políticos, los medios de comunicación, y nos trepamos en esa coyuntura.
''No pretendemos descubrir el hilo negro''
-¿Cómo hacer para no repetir los mismos esquemas en este tipo de programas?
-CA: En la televisión es muy complicado revolucionar. Hay fórmulas probadas, un lenguaje compartido con el público, lenguajes traducidos. De lo que se trata es de aportar nuestra personalidad, nuestra idea de las cosas, lo que uno ve. Más allá de decir que vamos a cortarle la respiración al público, lo que queremos es ofrecer una alternativa flexible en las formas, en la elección de los invitados, abrir nuestra perspectiva. No es nuestra pretensión descubrir el hilo negro.
-El ejercicio de la crítica y la libertad de expresión ¿qué papeles jugarán en Círculo rojo?
-JS: Es uno de los grandes asuntos. Hoy por fortuna todos somos democráticos; su esencia radica en que no importa lo que digas, sino si lo sustentas o no; en el juego del periodismo los que prevalecen son los que sustentan lo que dicen. Otra parte es cómo lo expresas con variables como libertad, tolerancia, derechos de las minorías. Estas son las variantes más difíciles a corto plazo, como quedó demostrado con los hechos del 11 de septiembre, que en lugar de darse un ensanchamiento se va reduciendo el asunto; eso puede hacer que se cierren los espacios a la crítica. Ustedes lo sacaron hace como cinco días: la preocupación de que el periodismo se convierta en un ejecutor del gobierno estadunidense por la situación que se vive. Entonces lo que tenemos que hacer es mostrar que a través de la televisión abierta estas fórmulas pueden ser buenas. Los que hoy se han arriesgado han logrado ensanchar sus espacios, como don Julio Scherer con el subcomandante Marcos; Enrique Krauze, desde hace tiempo; Hector Aguilar Camín, García Márquez con Cambio; Carlos Payán con Zoom.tv, y Ponchito con el Sup; somos un espacio que se suma a lo que ellos ya tienen. El espíritu mayor de Círculo rojo es la tolerancia y la libertad.
-¿Creen que ahora que están en Televisa, el sub Marcos los vuelva a recibir?
-JS: Siempre que lo veo me pregunta si ya cambié de canal. Me tocó verlo de Tv Azteca a Multivisión, la segunda estábamos construyendo Imagen; por supuesto que está contemplado en dos direcciones, en función de los acontecimientos y en función de sus tiempos. Si se puede, qué bueno.
-¿Cuál es su visión del país?
-JS: Lo veo de luz y sombra. Hay cosas que están caminando muy bien, la vida democrática está teniendo derecho de piso. Conjuntar la relación Congreso-Ejecutivo es otra de las luces y sombras; hay mucha sombra en la falta de poder revertir la esperanza de democracia en beneficio de la sociedad para darle un sentido de goce a la democracia. Pero lo más doloroso para la nación es la pobreza y la impartición de justicia.
''No aspiramos a un rating monumental''
-¿No se sienten un poco superestrellas? ¿Cómo ha afectado su vida este contrato?
-JS: Me intimida, no me gusta nada, pero entiendo que es condición del negocio, así son las reglas del juego. Hay rebatingas por los jugadores de futbol, por las telenovelas... algún día tenía que llegar a las noticias; nosotros estábamos en una especie de mercado libre ahora que se vino todo esto, pero por fortuna sigo haciendo cola en el cine, compro el periódico en la esquina y el jugo en la Condesa.
-¿Qué opinan del rating?
-CA: Es un referente, no aspiramos a uno monumental, no creo que lo vayamos a lograr. No nos vamos a sentir mal si no marcamos como La Güereja; mientras tengamos un rango adecuado acorde a nuestro perfil está bien, no hay expectativas desbordadas.
-¿Sus amigos no los bromean/critican por estar en esa empresa?
-JS: Tengo cuates que me han tirado a matar pero siguen siendo mis amigos. Hay una especie de historia de principios, he estado en grupos de izquierda y son duros conmigo: vas a ser una estrella más del canal de las estrellas, ya le vas a ir al América... Más allá de lo jocoso te están queriendo decir algo, ojalá lo sigan haciendo.
-¿Qué van hacer cuando las cámaras de Trapitos al sol comiencen a hurgar en su vida privada?
-JS: No tomárnoslo tan en serio.