DOMINGO Ť 30 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť El hecho, previo al inicio este lunes de campaña para dignificar la imagen de uniformados

Policías preventivos roban y privan de la libertad a tres personas

Ť No se tolerará la impunidad y mucho menos el abuso de poder, asevera López Obrador

ANGEL BOLAÑOS Y ELIA BALTAZAR

Previo al arranque, este lunes, de la campaña radiofónica para dignificar y mejorar la imagen de la policía ante los ciudadanos, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública fueron acusados de robar y privar de su libertad, durante varias horas, a tres personas en hechos diferentes.

Al conocer los ilícitos, ocurridos durante la madrugada, el jefe de Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador, reaccionó y advirtió: "En esta ciudad no se tolerará la impunidad y mucho menos el abuso de poder".

Más tarde, el subsecretario de Gobierno, Francisco Garduño, detalló los asaltos, en los que presuntamente participaron los policías, y dijo que por instrucciones de López Obrador se aplicará todo el rigor de la ley a servidores públicos que atentan contra la seguridad de las personas.

Garduño, sin embargo, consideró que estos hechos no empañan la campaña de reivindicación que emprenderá el gobierno capitalino para mejorar la imagen de los policías, pues "así como hay este tipo de lacras y malandrines, también hay excelentes policías que han perdido la vida en defensa de la seguridad y la protección de las personas".

Según reportes de la Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría capitalina, ayer a la 1:30 de la madrugada ocurrió el primero de los hechos delictivos en que participaron policías.

Las primeras víctimas fueron Manuel Enrique Maullhardt Gutiérrez y su hijo Honsky Enrique Maullhardt Trejo, quienes salieron con dos acompañantes del restaurante bar Pico de Oro, que se encuentra en calzada de Tlalpan y avenida Necaxa, colonia Portales. Afuera se encontraban los policías que detuvieron a Honsky Enrique, de 21 años, y le pidieron que se identificara. "Comenzaron a discutir", narró su padre, Manuel Enrique. "Me acerqué pero uno de ellos me empujó y me dijo: šTú qué te metes!"

En ese momento llegó otra patrulla. Los preventivos que descendieron le pidieron que se identificara y al sacar su cartera uno de los uniformados se la arrebató, sacó mil 300 pesos y le dio un toletazo en el brazo.

Así comenzaron a golpear a padre e hijo, mientras otro uniformado mantenía amagados a los acompañantes, apuntándoles con su pistola de cargo. "Uno de los policías le dio un golpe a mi hijo en la cara y a mí me subieron a una patrulla mientras me decían: 'mira lo que le está pasando a tu hijito' ", refirió Maullhardt Gutiérrez, quien dijo que alcanzó a ver cómo lo seguían golpeando con la cacha de una pistola en la cabeza, y una vez en el suelo, le daban patadas, antes de que arrancara la patrulla donde se lo llevaron.

Al padre lo bajaron de la patrulla en la calzada Ermita Iztapalapa, donde tomó un taxi y regresó, pero ya no estaban su hijo ni sus amigos. El dueño del restaurante bar le dijo que lo habían subido a la otra patrulla.

Enrique Maullhardt acudió a presentar su denuncia a la Fiscalía para Servidores Públicos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, adonde llegó horas después el director general de Inspección de la SSP, José de Jesús Gómez Juárez, quien le facilitó una unidad para buscar en agencias del MP a su hijo, mientras desde la fiscalía llamaban a hospitales para tratar de localizarlo.

El padre sólo sabía los números de las patrullas: la 19036 y la 19069, pero desconocía en cuál subieron a su hijo.

De regreso a la PGJDF, se enteró de que entre las 11 y 12 del día los policías que se llevaron a Honsky Enrique lo dejaron frente a su domicilio, en la calle Lago Poniente de la colonia Américas Unidas. "No hay que hablar de todos, pero te juro que a éstos sí los quiero crucificar", sentenció.

La procuraduría inició la averiguación previa FSP/2227/01-09 por los delitos de abuso de autoridad, robo y lo que resulte. Maullhardt Trejo llegó al MP alrededor de las 18 horas y mientras esperaba la revisión médica -no presentaba lesiones graves como aseguró su padre- para rendir su declaración ministerial posteriormente, los policías que los agredieron no habían sido presentados.

En el otro caso, un sujeto que conducía en estado de ebriedad sobre calzada de Tlalpan fue detenido por los policías Serapio Juárez Aveleira y Fausto Rivera García. El automovilista dijo que mientras manejaba "sentí las luces que parpadeaban y escuché la sirena; luego los policías me pidieron que me detuviera".

Los uniformados lo subieron a la patrulla 17066 y lo llevaron a un cajero automático, donde sacó 800 pesos y se los entregó para que lo dejaran ir. En ese momento quiso llamar a su esposa, que es abogada, pero uno de los policías le quitó el teléfono celular antes de huir del lugar.

Después de que la víctima presentó la denuncia en la PGJDF, otros miembros de la SSP localizaron a los dos patrulleros y los detuvieron por instrucciones del director general de Inspección de la corporación, para presentarlos ante el MP de la Fiscalía para Servidores Públicos, donde se inició la averiguación previa FSP/2226/01-09 por los delitos de robo y extorsión.