Ť Propone que la Asamblea General recupere su autoridad y evite la guerra
Castro pide a ONU encabezar lucha contra terrorismo
Ť Washington decretó "el fin de la independencia de los demás Estados", asegura
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 29 de septiembre. El presidente de Cuba, Fidel Castro, propuso hoy que la Asamblea General de las Naciones Unidas recupere autoridad y liderazgo para evitar la guerra, encabezar la lucha contra el terrorismo y llevar a los responsables de los ataques en Estados Unidos ante tribunales imparciales. Aseguró que esta nación ha decretado "el fin de la independencia de los demás Estados".
En la Tribuna Abierta de la Revolución, un mitin al que las autoridades convocan habitualmente los sábados, Castro dijo que al amparo de la crisis mundial surgida por los atentados terroristas del 11 de septiembre, "reinan la confusión y el pánico, sin que falten oportunismos, conveniencias e intereses nacionales". Señaló que "hay quienes han hecho trizas su honor, fruto del desconcierto inicial", y que aún "se aprecia un extraño y generalizado instinto de avestruz, sin que existan ni siquiera huecos donde esconder las cabezas".
Castro leyó un discurso de 20 minutos en Ciego de Avila, 423 kilómetros al este de La Habana. Este fue el segundo pronunciamiento del líder cubano sobre la crisis en una semana, y la cuarta declaración oficial del gobierno cubano desde los ataques. El sábado anterior el mandatario había trazado una solitaria posición independiente en el conflicto: contra el terrorismo y contra la guerra.
"Muchos parecen no haberse dado cuenta todavía de que el 20 de septiembre fue decretado (en el discurso del presidente George W. Bush) ante el Congreso de Estados Unidos, el fin de la independencia de los demás Estados, sin excepción alguna, y el cese de las funciones de la Organización de Naciones Unidas", dijo Castro, en seguimiento de su tesis de la semana pasada, según la cual el mandatario estadunidense promovió en su mensaje una dictadura militar mundial.
Pero subrayó que aún es posible una solución pacífica: "bastaría devolverle a la Organización de Naciones Unidas las prerrogativas arrebatadas y que sea la Asamblea General, el órgano más universal y representativo de esa institución, el centro de la lucha por la paz, no importa cuán limitadas facultades ostente" por el veto de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia).
Esa vía, dijo Castro, ayudaría a erradicar el terrorismo con el apoyo total y unánime de la opinión mundial. "Bajo ningún concepto quedarían impunes los responsables del brutal ataque contra el puebo de Estados Unidos, si pueden ser identificados. Una condición honorable para todos los países sería que fuesen juzgados por tribunales imparciales y la seguridad de la justicia.
"La fórmula de reintegrar a las Naciones Unidas sus funciones de paz es indispensable", reiteró Castro. "No albergo la menor duda de que los países del Tercer Mundo, me atrevería a decir que casi sin excepción, independientemente de las diferencias politicas o religiosas, estarían dispuestos a unirse con el resto del mundo a la lucha contra el terrorismo como alternativa a la guerra".
Agregó que para los países pobres, esa alternativa sería clave para un esfuerzo mayor en favor de un mundo justo. "A Cuba no la mueve ningún interés económico, ningún oportunismo ni mucho menos temor alguno por amenazas, peligros y riesgos", agregó el mandatario. "Un pueblo que, como es bien conocido, ha resistido con honor más de 40 años de guerra económica, bloqueo y terrorismo, tiene derecho a exponer, reiterar e insistir en sus puntos de vista, y no vacilará en hacerlo hasta el último minuto".
El líder cubano habló con voz pausada y en algunos momentos agitó con la mano derecha una banderita de su país, al igual que las que llevaban los asistentes al mitin (100 mil, según la televisión estatal), entre ellos su hermano menor, Raúl, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Castro dedicó el resto de su intervención a censurar el terrorismo y la campaña belicista estadunidense.
Frente a la crisis actual, "nadie puede escribir un discurso horas antes de pronunciarlo, sin correr el riesgo de que sea ya tarde", dijo al empezar su mensaje. "Corro también el riesgo de parecer demasiado optimista, sin serlo en absoluto. Cumplo, sin embargo, el deber de decir lo que pienso".
El mandatario estimó que la conmoción mundial por los ataques del 11 de septiembre creó condiciones excepcionales para erradicar el terrorismo sin desatar la guerra. "El terror fue siempre instrumento de los peores enemigos de la humanidad para aplastar y reprimir la lucha de los pueblos por su liberación", señaló. "No puede ser nunca instrumento de una causa verdaderamente noble y justa".
Castro, quien hace casi medio siglo encabezó una guerrilla, defendió el recurso de las armas como un derecho de los pueblos. "Pero el empleo intencionado de las armas para matar a personas inocentes, como método de lucha, es absolutamente condenable y debe ser erradicado como algo indigno e inhumano, tan repugnante como el terrorismo histórico de los Estados opresores".
Señaló como "obstáculo fundamental" para combatir al terrorismo el actual empeño de los líderes políticos y militares de Estados Unidos por consumar acciones armadas: "han asociado honor y guerra".
Criticó la ligereza del discurso político que invoca las armas nucleares "cual si fuese algo tan sencillo como tomarse un vaso de agua", o habla de una guerrilla con recursos sofisticados y armas estratégicas sin blanco definido. Pero dijo que aún es difícil llegar a la conclusión de que el liderazgo estadunidense ya adoptó la táctica y la estrategia definitivas para atacar a un país "cuya infraestructura de comunicaciones, tecnología y condiciones materiales no parecen haber salido todavía de la edad de piedra".
El presidente de Argentina, Fernando de la Rúa, negó que el suyo sea un "país de alto riesgo", al tiempo que el jefe de la armada, almirante Joaquín Stella, aseguró que los militares argentinos están listos si el gobierno decide participar en una coalición contra el terrorismo tras los atentados en Estados Unidos.
"Existe una gran seguridad en el sector argentino de la triple frontera" que comparte con Brasil y Paraguay, una región considerada como "asentamiento de células dormidas" del extremismo proislámico y cuyo control pidió Estados Unidos reforzar tras los atentados en Nueva York y Washington, aseguró De la Rúa.
"El problema es el terrorismo, y quiero reafirmar la gran seguridad que ofrece (el puerto de) Iguazú", la ciudad argentina que junto con Foz de Iguazú, en Brasil, y Ciudad del Este, en Paraguay, conforman la triple frontera, indicó el mandatario.
Sin embargo, ya en días pasados Argentina resolvió enviar nuevos contingentes de la gendarmería a esa zona e instalar un radar para vigilar los movimientos en la triple frontera.
Pero en Uruguay, de acuerdo con el diario El Observador, el jurista Edison González Lapeyre, integrante del Comité Interamericano contra el Terrorismo de la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo que existe la posibilidad de que el puerto y la terminal aérea de Montevideo sean utilizados como vías de paso de terroristas.
En tanto, continúan las detenciones e investigaciones en otros países de América Latina de sospechosos de haber participado en los atentados del 11 de septiembre, o que se presume mantienen vínculos con grupos islámicos extremistas.
Tal es el caso de uno de los siete iraquíes detenidos la víspera por posesión de documentos falsos en Ecuador, y que estaría en la lista de personas buscadas por Estados Unidos.
Otro caso se presenta en Paraguay, donde la unidad de análisis financiero de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero investiga 46 cuentas a nombre de ciudadanos de origen árabe, y más de 50 a nombre de chinos taiwaneses, a fin de determinar si dichas cuentas no representan un soporte financiero de grupos terroristas.
DPA, AFP Y REUTERS