SABADO Ť 29 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Jorge Anaya
UCM: Ƒcastillo de la pureza académica?
Perdida entre la avalancha informativa de estos días, una declaración de la secretaria de Desarrollo Social del Gobierno capitalino, Raquel Sosa, no debería quedar sin comentario. Según la breve nota publicada en estas páginas (27-09-01), la funcionaria advirtió que "no se permitirá" en las preparatorias de la Universidad de la Ciudad de México la intervención de partidos políticos, o "que se conviertan en espacios donde se disputen proyectos con tendencia partidista".
Si tal aseveración constituye una postura oficial, no habla muy bien de un gobierno que con tanto énfasis se declara "de izquierda", y que creó esta universidad a despecho de las críticas provenientes del otro lado del espectro, precisamente en respuesta a los enfoques que desdeñan la educación popular y pretenden convertir los centros de educación superior en meros proveedores eficientistas de materia humana para la empresa privada.
La universidad, sobre todo la universidad pública, tiene como uno de sus propósitos fundamentales constituir un foro abierto a la circulación y discusión de las ideas, y eso incluye el conocimiento y debate de las propuestas políticas. Más aún si, como se dice que es el propósito de la UCM, se intenta dar al estudiante una formación que lo haga consciente de la problemática social del entorno en el que se desempeñará profesionalmente, con espíritu de servicio a la comunidad más que de provecho individual.
Cabe recordar el caso de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, en cuyo Estatuto Rector existe un artículo (el quinto) que prohíbe expresamente la realización en sus campus de cualquier tipo de actividad partidista. Con base en esa restricción, el alumnado de la principal casa de estudios de esa entidad está marginado del debate político y se vio privado, por ejemplo, de tener una confrontación directa con los candidatos a la Presidencia de la República en 2000, pese al interés expresado por el sector estudiantil por conducto de sus representantes. Tampoco les fue posible dialogar en el campus con los aspirantes a la presidencia municipal de la ciudad en que viven.
Por cierto, la cerrazón institucional al intercambio de ideas entre candidatos y universitarios en la UASLP fue duramente criticada nada menos que por Cuauhtémoc Cárdenas, quien no vaciló en emplear el calificativo de "oscurantista", con el consiguiente revuelo y rasgamiento de vestiduras de quienes de inmediato lo acusaron de pretender violar la autonomía de una institución que carece de estudios de filosofía, literatura y ciencias políticas y en cuya Facultad de Comercio los alumnos tienen como lectura obligatoria las obras de Carlos Cuauhtémoc Sánchez.
En la ciudad de San Luis Potosí, desde hace más de una década gobierna el PAN, partido del que han provenido las mayores censuras al proyecto universitario capitalino; en particular la acusación de que en las aulas de la UCM se pretende hacer proselitismo y formar cuadros políticos para el PRD. ƑSerá por temor a esas críticas que la secretaria Raquel Sosa prefiere curarse en salud?
Casualmente, la noche del jueves se exhibió en Canal 11 aquella famosa cinta de Ripstein El castillo de la pureza, que con base en un caso real ilustra lo que ocurre cuando se pretende aislar a la juventud de "ideas contaminantes". Ojalá no sea ésa la pretensión de los funcionarios del GDF con una universidad en la que muchos capitalinos vemos uno de los pilares para construir una sociedad diferente.