Estados Unidos ha ofrecido una serie de apoyos o acercamientos en algunos casos, y en otros el retiro de sanciones al menos a 10 países asiáticos y de Medio Oriente, a fin de sumarlos a su causa de combate al terrorismo, de cara a la apertura de un nuevo conflicto armado de grandes dimensiones contra Afganistán.
Pakistán: Aunque es la única nación que reconoce al régimen talibán de Afganistán, acordó con Estados Unidos permitirle el uso de su espacio aéreo para una posible acción militar contra el país vecino, donde se halla Osama Bin Laden, el principal sospechoso de los atentados terroristas del 11 de septiembre. Además, el Banco Central paquistaní ordenó congelar los fondos de 27 grupos con supuestos nexos con el terrorismo. A cambio Estados Unidos levantó las sanciones a económicas que le había impuesto a Pakistán en 1998 debido a sus pruebas nucleares. Asimismo, con el aval de Washington, el FMI otorgó esta semana a Islamabad un préstamo por 135 millones de dólares.
Uzbekistán: Esta ex república soviética habría accedido a permitir el uso de sus pistas aéreas, y a cambio esperaría que Estados Unidos relaje la presión en derechos humanos.
Tadjikistán: También permitiría el uso de sus pistas aéreas para tal efecto.
Rusia: Ofreció su espacio aéreo a la causa, apoyos de inteligencia, intensificar su respaldo a los antitalibán con armas y equipos militares, y no objetar la colaboración de las ex repúblicas soviéticas. En su favor, por primera vez el gobierno estadunidense de George W. Bush exigió a los rebeldes separatistas de Chechenia eliminen sus nexos con "grupos internacionales del terrorismo".
Arabia Saudita: Rompió relaciones con el régimen talibán, y Estados Unidos espera usar sus bases aéreas y su complejo militar allí. Riad ya había quitado la ciudadanía saudita a Bin Laden.
Egipto: Ha prometido cooperar en la campaña antiterrorista, pero sugirió que este apoyo se vincule a futuros acuerdos de Washington para acabar con el conflicto palestino-israelí.
Jordania: Reforzó la seguridad en las embajadas estadunidense e israelí en Ammán y ofreció ayuda en inteligencia. A su vez, el Senado de Estados Unidos acordó eliminar barreras comerciales.
Sudán: Este país, que albergó a Bin Laden antes de 1996 y hace dos años sufrió un bombardeo de Washington, habría detenido a 30 extremistas extranjeros tras los atentados. Este viernes, además, el Consejo de Seguridad de la ONU levantó las sanciones diplomáticas sobre la nación africana.
Turquía: Alberga presencia militar estadunidense y está permitiendo el uso de su espacio y bases aéreas, además de compartir datos de inteligencia. A cambio ha recibido ya unos 10 mil millones de dólares del FMI y podría recibir otros 9 mil millones más.
Israel: El principal aliado de Washington en Levante ofrece servicios de inteligencia. Estados Unidos le otorga unos 3 mil millones de dólares en ayuda. (AP)