Ť Adoptó la ONU medidas contra el terrorismo planteadas por Washington
Servicios secretos de la UE analizarán posibles acciones conjuntas e intercambio de información
Ť Habrá reuniones sin precedente; posible, la cooperación con Estados Unidos
DPA, AP, AFP Y REUTERS
Bruselas, 28 de septiembre. Los servicios secretos europeos y unidades antiterroristas celebrarán reuniones sin precedentes el próximo mes para debatir sobre posibles operaciones conjuntas e intercambio de información.
Las reuniones, que se celebrarán por primera vez en los 44 años de historia de la Unión Europea (UE), forman parte de los planes para reforzar la seguridad tras los ataques contra Estados Unidos y son un signo más de cómo la crisis ha hecho posible una cooperación que era tabú hasta ahora.
Esta noche el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas aprobó por unanimidad una resolución patrocinada por Estados Unidos que pide a todas las naciones congelar las finanzas de sospechosos de terrorismo.
Asimismo, solicita a los países negar amparo a cualquiera que sea responsable o que apoye un ataque terrorista, y califica de delito el financiamiento de tales ataques.
Una fuente oficial de Bélgica, país que tiene en la actualidad la presidencia de la UE, confirmó el encuentro de los servicios de inteligencia de todos los países de esta instancia, aunque no especificó la fecha exacta ni el lugar, por razones de seguridad. En una de las reuniones los representantes de los servicios de inteligencia de la policía nacional y de los servicios de seguridad debatirán sobre cómo compartir información dentro de la UE y con Estados Unidos.
En la otra reunión, las unidades antiterroristas debatirán sobre el entrenamiento conjunto, compartir equipos y la posibilidad de realizar operaciones antiterroristas conjuntas.
La Comisión Europea, por otro lado, podría establecer normas mínimas en todos los países de la UE para ofrecer a las víctimas de crímenes un nivel suficiente de indemnización pública. Para ello elaboró un estudio que presentó este viernes en el que presta especial atención a los casos en que una persona es víctima de un país de la UE que no es el suyo.
La comisión pidió que los países miembros, organismos de ayuda a las víctimas, ámbitos académicos y otras partes interesadas les transmitan sus observaciones al estudio y propuestas, tras lo cual decidirá si prepara una legislación.
En Londres, el ministro británico para Asuntos de Europa, Peter Hain, advirtió que Osama Bin Laden, el principal sospechoso de los atentados en Estados Unidos, tendría planes para nuevos ataques en las próximas semanas.
"Hay evidencias de que está preparando ataques terroristas de gran impacto para las próximas semanas en el mundo y tenemos que asegurarnos de que no vuelva a conseguirlo", dijo Hain al canal de televisión BBC, sin embargo, no precisó cuáles serían los objetivos o las evidencias, pero indicó que el secretario de Asuntos Exteriores, Jack Straw, considera que hay muchas razones para creer que la organización de Bin Laden, Al Qaeda, sigue operando en todo el mundo y representa una amenaza.
Por lo pronto, en Lisboa, la Caixa Geral de Depósito, controlada ciento por ciento por el Estado portugués, anunció hoy la congelación de cuatro cuentas pertenecientes a titulares cuyos nombres aparecen en la lista publicada por Estados Unidos de personas presuntamente vinculadas a actividades terroristas.
"De acuerdo con la consigna del Banco de Portugal, hemos congelado estas cuentas, pero podría tratarse de una coincidencia de homónimos. En la lista que tenemos sólo aparecen nombres, sin más precisiones", dijo el presidente de la Caixa, Antonio de Sousa.
El Consejo de Seguridad de la ONU, por lo pronto, también votó este viernes el levantamiento inmediato de las sanciones vigentes desde 1996 contra Sudán, pero Washington decidió mantenerlas a pesar de que ese país, considerado durante mucho tiempo un paria, anunciara su cooperación en la lucha antiterrorista.
Las sanciones preveían restricciones diplomáticas y de viaje, pero no penalizaciones económicas dado que Sudán, acusado por Estados Unidos de prestar ayuda a grupos terroristas, es uno de los países menos desarrollados del mundo.
El vocero de la Casa Blanca Ari Fleischer dijo que las sanciones de su país no tienen nada que ver con las medidas tomadas por el Consejo de Seguridad en 1996 de cara al rechazo del gobierno de Jartum de entregar a los presuntos autores del atentado contra el presidente egipcio, Hosni Mubarak, el 26 de junio de 1995 en Addis Abeba.
Entre tanto, en Gran Bretaña, la fiscalía señaló que Lotfi Raissi, un piloto argelino arrestado la semana pasada, fue instructor de vuelo de cuatro de los secuestradores que participaron en los ataques en Washington y Nueva York.
Pero Raissi, que compareció hoy ante una audiencia en un tribunal de Londres, negó cualquier participación en los atentados, luego de que Estados Unidos emitiera un pedido de extradición. La fiscal Arvinda Sambir informó que Washington lo acusa de dar información falsa en su solicitud para obtener una licencia de piloto.
En París 24 allegados al Grupo Islámico Armado (GIA) presuntamente financiado por Bin Laden, fueron a juicio hoy por la asociación de malhechores en relación con una empresa terrorista, en el tribunal correccional de la capital francesa.
Son sospechosos de tráfico de armas y de autos, así como de trasladar papeles falsos a través de Francia, Suiza e Italia, con destino a los guerrilleros argelinos sobre el fondo de relaciones con el Takfir, una organización integrista musulmana.
De la misma manera, en Madrid, la juez Teresa Palacios, de la Corte Nacional, ordenó el encarcelamiento de seis argelinos detenidos el miércoles en distintas ciudades de España, acusados de pertenecer al grupo Salafist para la Predicación y el Combate, una organización armada financiada presuntamente por Bin Laden.