VIERNES Ť 28 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Hay que abstenerse de usar el blindaje financiero, advierte Rangel Domene
El gobierno recortará su gasto en $3 mil 500 millones; afectará planes sociales e inversiones
Ť Hacienda solicitó 6 mil millones a Banobras para no hacer recortes, pero sólo autorizaron 2 mil 500 millones: Carstens
ANTONIO CASTELLANOS
El gobierno federal recortará su gasto en por lo menos 3 mil 500 millones de pesos; se afectarán programas sociales y de inversión porque hacer un ajuste de personal sería muy difícil, afirmó el subsecretario de Hacienda, Agustín Carstens.
Durante una reunión privada con legisladores, dijo que los ingresos no recurrentes que se proyectaron para este año ascienden a 50 mil millones de pesos. Provendrán de la privatización de Aseguradora Hidalgo, la venta de acciones de Bancomer que todavía tiene el gobierno, la reducción de capital de Banobras y otros renglones.
Sin embargo, a la solicitud de 6 mil millones de pesos hecha por la Secretaría de Hacienda, el consejo directivo de Banobras autorizó sólo el retiro de 2 mil 500 millones de pesos, a pesar de que la suma proyectada no ponía en riesgo los programas de financiamiento a estados y municipios. Esto recrea al gobierno federal un hoyo de 3 mil 500 millones de pesos.
Carstens sostuvo que actualmente con cargo al presupuesto se están sufragando gastos de algunos bancos de desarrollo que no han funcionado debidamente. Es en este contexto en el que se planteó la necesidad de reducir el capital contable de Banobras, sin debilitar su estructura y programas de financiamiento.
De acuerdo con el artículo 32 de la Ley de Egresos, los menores ingresos respecto a los presupuestados deben compensarse con una reducción proporcional en el gasto público. En este sentido, no realizar la operación con Banobras provocaría un recorte al gasto programable por 6 mil millones de pesos.
Sin embargo, como retiró ya 2 mil 500 millones, tiene un faltante de 3 mil 500 millones que se reflejarán en el recorte de los renglones mencionados.
El funcionario rechazó que la medida fuera precipitada, tomando en cuenta lo que pudiera pasar con el precio del petróleo y los ingresos que se pudieran generar por este concepto.
''Tenemos información firme de que durante todo el año se mantendrán a la baja los ingresos provenientes de la venta de crudo. Hay algunas condiciones que definitivamente no van a cambiar a pesar de los eventos recientes'', indicó.
Carstens añadió que difícilmente se podrá esperar que haya una recuperación en los próximos meses y que en el muy corto plazo se vayan a generar los ingresos suficientes.
Manifestó que el gobierno está muy preocupado por reducir el gasto corriente, al igual que lo hicieron otros gobiernos anteriores. Hay esfuerzos determinados y varios programas que están en marcha. La gran mayoría de las dependencias van en línea para cumplir con el corte de 10 por ciento de gasto corriente.
Sin embargo, advirtió que en caso de que no se obtengan estos recursos ni se alcancen los ingresos por el monto requerido, se tendría que decretar un recorte al gasto donde se tiene flexibilidad a corto plazo que es el programa social y de inversión, porque hacer un recorte de personal es ahora muy difícil.
De acuerdo con las proyecciones expuestas por el subsecretario de Hacienda, sin recursos ''tendríamos que parar inversiones o recortar programas que tienen alto contenido social'', por ello consideró que una medida en tal sentido no sería tirar el dinero.
Por último, reconoció que hacer depender las finanzas de los ingresos no recurrentes refleja una debilidad de las finanzas públicas y es ''un camino que como país debemos evitar, pero por el momento la situación que se plantea interna y externamente no deja otra opción".
En la reunión, el titular de Banobras, Tomás Ruiz, afirmó que retirar 6 mil millones de pesos del capital de Banobras ''si bien alterará su estructura financiera no pondrá en riesgo su operación''. Sin embargo, la decisión final comunicada anoche por Hacienda estableció que en consejo directivo sólo autorizó el retiro de 2 mil 500 millones de pesos.
VICTOR CARDOSO
El presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM), Héctor Rangel Domene, advirtió al gobierno federal que debe abstenerse de utilizar el blindaje financiero bajo riesgo de caer en errores del pasado, como cuando no se utilizaron debidamente los recursos económicos y sólo se endeudó al país y ''nos gastamos todas las canicas''.
A pesar de la recesión económica, afirmó, no es momento de utilizar las líneas de crédito del blindaje y recomendó al gobierno federal reforzar su disciplina fiscal y monetaria, reducir más el gasto público, impulsar la aprobación de las reformas estructurales (hacendaria, energética y laboral, principalmente) y buscar fuentes de financiamiento alternativas entre la comunidad financiera internacional e incluso con el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial.
Manifestó que el blindaje financiero debe usarse sólo en la medida en que se cierren las fuentes externas de financiamiento para las economías emergentes ''y eso todavía no ocurre''.
Insistió en que ''las cosas todavía no están tan mal como para pensar en el uso del blindaje financiero. Es bueno tenerlo, pero sólo se debe echar mano de esos recursos cuando se necesiten y todavía no serían necesarios''.
Explicó que la utilización del blindaje financiero está ligada a los mercados de capital; en la medida que ellos se cierren para las economías emergentes ''y los vencimientos de la deuda no se puedan renovar con tanta facilidad como en condiciones normales, se justificaría recurrir a ese mecanismo''.
En tanto se presentan las condiciones que según Rangel Domene justificarían la utilización del blindaje financiero, sugirió al gobierno mexicano manejar su deuda acudiendo a mercados o instituciones mundiales, incluidos el FMI y el Banco Mundial.
''Lo que el gobierno federal necesita en estos momentos es mantener la disciplina fiscal y monetaria y que no se salga de control el gasto público. No se puede ir contra el ciclo de la economía mundial, pero sí buscar las mejores condiciones para enfrentar la competencia internacional por los capitales. Para que México obtenga los beneficios de la inversión, requiere ofrecer las mejores condiciones y para ello es necesario llevar a cabo las reformas estructurales en materia fiscal, de energía y laboral'', señaló.
Por otro lado, interrogado sobre los efectos de la desaceleración económica en el sistema bancario mexicano, Rangel Domene rechazó el riesgo de quiebras en esas instituciones.
Sin embargo, apuntó, esa situación provoca que disminuya la demanda de crédito por parte de las empresas, que a su vez representa el principal negocio del sistema bancario y genera el reto de buscar otras fuentes de ingresos, además de aplicar, al igual que en el sector público, políticas de austeridad y reducción del gasto.
Presupuesto austero, pero sin ajustes: Hurtado
El subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda, Carlos Hurtado, afirmó ayer que el Presupuesto de Egresos para 2002 será muy austero y adelantó que en lo que resta del año ya no habrá recortes. Señaló que 60 por ciento del gasto en 2002 será destinado a programas sociales.
Por su parte, el subsecretario de Ingresos, Rubén Aguirre, afirmó que las autoridades hacendarias cobrarán el ISR a las erogaciones del Infonavit y el Seguro Social que las empresas dejaron de pagar durante ocho años. Para facilitar este procedimiento indicó que se abrirá el programa Cuenta Nueva y Borrón, a fin de que se cubra lo correspondiente a los años 2000 y 2001, previo acuerdo con los trabajadores.
Hurtado habló por la mañana y señaló que la recuperación económica podría darse en el segundo semestre de 2002 y que por ahora se analizan las expectativas macroeconómicas para el próximo año.
El funcionario dijo: ''no quiero hablar de recesión, pero lo cierto es que el producto interno bruto no ha crecido, por ello es urgente que se apruebe la reforma fiscal que le permitirá al gobierno obtener recursos por 120 mil millones de pesos. También es urgente que el Poder Legislativo dé luz verde a la reforma petrolera y de energía''.
El subsecretario de Ingresos, Rubén Aguirre, habló en conferencia de prensa por la tarde en las instalaciones del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y expresó que el ISR por erogaciones del Seguro Social y el Infonavit que las empresas dejaron de pagar, no afectará a los trabajadores, pues la ley federal los protege y deberán llegar a un acuerdo con los patrones.
El funcionario informó que el SAT dará facilidad de efectuar una declaración complementaria antes del 31 de octubre de este año, en la que cada empresa incluya un listado con los nombres de todos sus trabajadores y algunos datos complementarios, pagando con un cheque de caja tanto los impuestos omitidos como los recargos y actualizaciones de los ejercicios fiscales 2000 y lo que va de 2001.
Para que esta opción sea viable, agregó Aguirre, la cantidad adicional que los patrones deberán pagar por cada trabajador para cubrir los impuestos omitidos será considerada como un incremento al salario en octubre y podrá ser deducida por las empresas.
La Secretaría de Hacienda no hará ninguna condonación y el programa Cuenta Nueva y Borrón se aplicará siempre y cuando los patrones continúen cumpliendo correctamente con sus obligaciones fiscales, incluyendo la debida retención, hasta complementar los cinco años de caducidad de facultades del fisco que establece la ley.
Aguirre no pudo precisar el número de empresas que no cumplieron con el pago del ISR, tampoco el monto que podría recaudarse, y expresó que en todo caso esta cantidad no será representativa para respaldar las finanzas públicas.
ANTONIO CASTELLANOS