Ť El funcionario se comprometió a analizar la propuesta perredista en materia fiscal
No hay razones para cambiar el plan de reforma hacendaria, dice Gil Díaz
Ť Los titulares de Hacienda y Gobernación acordaron con líderes del PRD explorar la firma de un acuerdo de emergencia económica para hacer frente a la coyuntura nacional y mundial
RENATO DAVALOS Y ALONSO URRUTIA
Después de reunirse dos horas el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, y el titular de Gobernación, Santiago Creel, con la directiva nacional del PRD, las diferencias fundamentales en torno a la reforma hacendaria se mantuvieron y el único acuerdo fue explorar la suscripción de un acuerdo de emergencia económica para hacer frente a la coyuntura nacional e internacional.
Así, entre formas cordiales y desencuentros de fondo transcurrió la reunión, en la que las cifras nada más no les cuadraron a los dos bandos.
Hubo ofrecimientos de análisis, criterios unificados de cifras y una definición drástica de Gil Díaz: "no veo por qué el gobierno tenga que abandonar su propuesta en materia hacendaria. Hemos tratado de convencer pero estamos conscientes de que todo es susceptible de mejorarse".
Gil Díaz recurrió al oficio político aprendido en el tricolor para continuar en el intercambio de parabienes a la hora de referirse a la propuesta perredista: "es creativa", dijo.
Lógicas contrapuestas
Ante los dirigentes perredistas, Creel detalló las coincidencias con el PRD. Las personas deben ser gravadas ?precisó? de acuerdo con su capacidad económica y con criterios de igualdad. Los recursos liberados tienen que destinarse a las inversiones productivas.
Pero las diferencias sustanciales fueron también
remarcadas por el propio Creel. Estas conciernen al impuesto sobre la renta
y al IVA.
En esencia ?dijo el perredista Pablo Gómez? seguimos
en lógicas contrapuestas: ellos quieren centrar su reforma en gravar
el consumo popular y nuestro eje es acentuarlo en el ISR.
En la parte final del encuentro, la presidenta perredista, Amalia García, mencionó que el secretario de Hacienda se comprometió a estudiar conjuntamente la propuesta fiscal perredista a partir de la unificación de criterios en torno a las cifras del INEGI.
Los contrastes de las cifras entre una y otra parte son abismales. Uno de los puntos centrales de la reforma hacendaria perredista ?referidos en la reunión? es el asunto de las de utilidades de las empresas. Según Hacienda tiene reportados 88 mil millones de pesos ?más de 50 mil corresponden a empresas extranjeras?, mientras que el PRD, con datos del INEGI, contabiliza 800 mil millones de pesos, según informó Pablo Gómez.
Elusivo y reticente, Gil Díaz cuestionó la base de datos del PRD para elaborar su propuesta fiscal que se centra en la fijación de impuestos al ingreso y no al consumo.
Utilizaría México línea del FMI: Gil
En la rueda de prensa ofrecida luego de la reunión, Gil Díaz ratificó que en los próximos días se dará a conocer el paquete de medidas que el gobierno diseña para hacerle frente a la circunstancia económica actual. Ese conjunto incluye la posibilidad de recurrir a la línea crediticia que el FMI ha ofrecido a México por 17 mil millones de dólares.
Por lo pronto, al PRD se le ofreció explorar un acuerdo nacional de emergencia económica sustentado en tres conceptos, según lo describió el gobernador Ricardo Monreal ?quien participó en el encuentro como presidente de la Asociación Nacional de Gobernadores?, que incluyen: la reforma hacendaria, la defensa del empleo y una política de austeridad.
"Celebro moderadamente este acercamiento. Sí a la reforma fiscal, pero consensada. Hoy simplemente hemos dado el primer paso, pero no lanzamos las campanas al vuelo, al menos yo no de manera personal".
A este respecto, explicó que el acuerdo sería suscrito tras de una convocatoria del Ejecutivo. Sería irresponsable, dijo, pensar que la economía de guerra nos va a beneficiar, pues tiene que fortalecerse la planta productiva.
Amalia García definió, en los momentos finales de la reunión, que ésta "había sido un round de sombra", nos interesa entrar a la discusión fiscal y encontrar los puntos coincidentes. No nos interesa apelar a la potestad de una propuesta para que el PRD aparezca en los medios o haga una declaración para la historia.
El tema de fondo es la reforma del Estado, por ello, el acuerdo político que aquí ha vuelto a mencionar el secretario Creel debe contener no sólo el aspecto tributario sino también la modernización de las primordiales estructuras del Estado.
Acordamos establecer equipos de trabajo para encontrar coincidencias sobre las cifras que impidieron el avance en las negociaciones sobre la reforma fiscal.
Por su parte, Pablo Gómez dijo que aun cuando hubo voluntad de diálogo afloraron las diferencias conceptuales en torno a la reforma hacendaria. Y citó cuatro de los ejes fundamentales del proyecto perredista.
En el régimen de consolidación, cuya transformación demanda el PRD para evitar que los holdings evadan impuestos bajo el concepto de compartir pérdidas, Gil se mostró evasivo y dijo que los principales beneficiarios de un cambio en este régimen serían las empresas trasnacionales, en detrimento de las nacionales.
También les expuso que no compartía las cifras que los perredistas pretendían obtener por este concepto. Aunque fue de los temas en los que acordaron cotejar cifras para determinar su viabilidad.
Otro tema polémico fue la propuesta perredista de que el gravamen del impuesto sobre la renta se haga sobre el ingreso acumulativo de las personas y no de forma desagregada. La respuesta de Gil fue que se revisaría la viabilidad de la propuesta, pero según Gómez, en principio se vio reticente. Más aun cuando el PRD planteó que en esta acumulación de ingresos deberían incluirse los derivados de las ganancias bursátiles.
Para nosotros el esquema de acumulación impacta a quienes tienen grandes ingresos y no al consumo popular, dijo Gómez.
Cuando se cuestionó a Gil sobre la propuesta gubernamental que en esencia pretende subsidiar el alto consumo en detrimento del consumo popular, "simplemente no nos dijo nada", añadió. En la mesa, el debate se centró sólo en la iniciativa perredista, bajo el entendido de que es irreconciliable el gravamen con IVA a medicinas y alimentos.
Creel intentó matizar las diferencias que continuaron separando al gobierno y a los perredistas en esta materia. Gil lo había intentado también hasta el final de la conferencia, cuando resumió que "el gobierno no tiene por qué abandonar su propuesta".