MIERCOLES Ť 26 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Nos interesa la justicia, no derrocar gobiernos, aclara
Llamado de Bush a los afganos a levantarse contra el talibán
Ť Creerse policía del mundo, la mayor tentación: Cheney
AFP, AP, REUTERS Y DPA
Washington, 25 de septiembre. George W. Bush llamó hoy a los afganos a levantarse contra el régimen talibán y conseguir la entrega de Osama Bin Laden, pero sugirió que Estados Unidos no está interesado en derrocar directamente al régimen de Kabul ni "en la creación de naciones", pese a que hace dos días su consejera de Seguridad Nacional aseguró lo contrario.
Respondiendo preguntas tras una reunión con el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, Bush dijo que Estados Unidos no estaba interesado en involucrarse en la "creación de naciones; estamos concentrados en la justicia", dando a entender que no quiere derribar al régimen talibán por ofrecer refugio a Bin Laden, a quien Washington señala como el cerebro de los atentados que destruyeron las Torres Gemelas en Nueva York y un ala del Pentágono en Washington.
"La misión es sacar a los terroristas, encontrarlos y llevarlos a la justicia (...) Y la mejor manera de hacerlo es pedir la cooperación de ciudadanos dentro de Afganistán que pueden estar cansados de tener un gobierno talibán o de tener un Osama Bin Laden", dijo el mandatario.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo a su vez que ninguna acción estadunidense estaba dirigida a "remplazar un régimen", aunque señaló que "tampoco vamos a dejar el paso libre al talibán, porque ellos estimulan el terrorismo".
Sin embargo, hace dos días la asesora de Seguridad Nacional de Bush, Condoleeza Rice, afirmó públicamente que Washington buscaba no sólo encontrar a Bin Laden, sino también derrocar el "terrible" régimen talibán, algo que fue desmentido ese mismo día por el secretario de Estado, Colin Powell.
No importará si es el régimen en el poder
El ex jefe del Estado Mayor Conjunto ha retornado a la primera fila política tras los atentados del 11 de septiembre, pero aún debe enfrentar a los halcones de la administración, como Rice o el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, quienes según analistas creen que debe discutirse si Irak y otros países de Medio Oriente que Estados Unidos considera hostiles van a ser incluidos en la respuesta militar. Hoy, Powell insistió en que si los talibán cooperan para entregar a Bin Laden, "no nos importaría si son el régimen en el poder o no".
Por su parte, el vicepresidente Dick Cheney dijo la víspera que una de las mayores tentaciones que cualquier presidente estadunidense debe resistir es la de operar pensando que "somos la policía del mundo".
"No creo que podamos ir a todas partes y hacer todo", afirmó en declaraciones a PBS, tras reconocer que "en años recientes no tuvimos esa clase de consideración respecto de nuestros despliegues (militares). Esta es una de las razones por las que estamos hoy en dificultades (...) Nos colocamos en diferentes situaciones en distintos lugares del mundo y ahora no sabemos cómo terminarlas".
Por otro lado, en el contexto de la construcción de la coalición mundial antiterrorista, Bush saludó hoy la decisión de Arabia Saudita de cortar relaciones diplomáticas con los talibán, lo que deja a Pakistán como la única nación que aún sostiene relaciones con Kabul.
Sin embargo, el mandatario también expresó su satisfacción por el apoyo de Pakistán, al destacar que "es un país que evidentemente será muy afectado por las acciones que llevaremos adelante en esa parte del mundo".
También saludó el apoyo de Rusia y Japón a "la coalición de gobiernos legítimos y personas que aman la libertad (...) No se confundan, esto es el bien contra el mal".
Por su lado, el primer ministro japonés dijo que su país apoyará a Estados Unidos con ayuda financiera y diplomática, y recordó que "Japón tiene relaciones únicas con Irán, y dadas las circunstancias, un debate (entre ambos países) puede ser útil" para buscar el respaldo de Teherán a la coalición antiterrorista.
La "lucha guerrillera"
Bush comenzó el día comunicando formalmente a los líderes del Congreso su orden de despliegue de tropas de combate y apoyo hacia varias naciones extranjeras en repuesta a los atentados, y señaló que podría necesitar más hombres. La notificación formal es un requisito de la resolución de Poderes de Guerra de 1973, que apunta a restringir el poder del comandante en jefe a través de la aprobación del Congreso para cualquier acción militar.
Durante un desayuno de trabajo con legisladores de los partidos Republicano y Demócrata, el presidente les reiteró a los dirigentes del Congreso que no esperen una guerra convencional como la del Golfo, en 1991.
"Esto es algo que nunca antes hemos hecho. De cierta manera, es un encuentro de lucha guerrillera con lucha guerrillera", dijo después de la reunión el líder demócrata de la Cámara, Richard Gephardt.
En su carta de notificación al Congreso, Bush dijo que "ahora es imposible predecir el alcance y la duración de estos despliegues y las acciones necesarias para contrarestar la amenaza terrorista sobre Estados Unidos".
El Senado aprobó hoy por escaso margen el cierre de numerosas bases militares propuesto por la Casa Blanca, respaldando así el plan del gobierno de eliminar instalaciones innecesarias y concentrar los recursos disponibles en la lucha contra el terrorismo.
En tanto, los preparativos militares continuaron con el desplazamiento de buques estadunidenses y británicos hacia el Golfo Pérsico, donde ya se encuentran bombarderos B-52 y B-1, al tiempo que el Pentágono movilizó otros mil 940 reservistas de la Guardia Nacional, que se suman a más de diez mil ya movilizados, y autorizó a las fuerzas armadas a mantener a miles de sus miembros, aun cuando estén a punto de jubilarse o hubieran pedido licencias.
A dos semanas de los atentados, una encuesta realizada para el diario The New York Times y la CBS indica que 92 por ciento de los estadunidenses está de acuerdo con una acción militar contra los responsables de los ataques, pero a diferencia de los primeros días, 78 por ciento dice que se debe esperar a estar seguro de quién es el responsable.
La encuesta revela también que 89 por ciento de los estadunidenses apoya a Bush, contra 50 por ciento que se registraba en agosto, pero el alcalde de Nueva York, el republicano Rudolph Giuliani, supera ampliamente al presidente, con 95 por ciento de popularidad.
El alcalde precisó hoy que el número de desaparecidos en el ataque al World Trade Center, a diferencia de lo que venía sucediendo todos estos días, disminuyó para colocarse en 6 mil 398 personas, contra las 6 mil 453 anunciadas ayer.
"Los números pueden cambiar porque a veces hay duplicación de nombres", explicó el alcalde, quien reconoció que el proceso de emitir certificados de defunción para los desaparecidos es un "reconocimiento" de que encontrar sobrevivientes "sería un milagro".
Giuliani hizo estas declaraciones mientras los votantes acudían a las urnas para escoger candidatos de los partidos Republicano y Demócrata para sucederle en el cargo, al cual no puede postularse porque las reglas vigentes impiden un tercer mandato consecutivo.