MARTES Ť 25 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť "El glamour fue ayer", escribió el diseñador Wolfgang Joop; la realidad lo superó
Deprimen también a la industria de la moda los ataques a Nueva York
Ť Cancelan la Semana de la Moda en NY y los desfiles de Paul Smith y Burberry, entre otros
Ť "Todos, realmente todos se preguntan cuál es el verdadero lujo", dice Gabrile Strehle
DPA
Hamburgo, 24 de septiembre. El escaparate de un comercio de lujo neoyorquino luego de los atentados del 11 de septiembre refleja el espíritu que reina actualmente en la moda internacional.
En lugar de modelos resplandecientes en los escaparates hay lirios blancos, y sobre la vidriera se plasman las palabras with sadness (con tristeza). Junto al ahorro hay desconcierto. ƑCómo habrían de comprarse vestidos ahora? El mundo de la moda, que en las temporadas anteriores parecía flotar en un éxtasis de lujo, fue arrojado a una terrible realidad. Y eso que la temporada de desfiles recién está comenzando.
Tras la suspendida Semana de la Moda de Nueva York y la cancelación de los desfiles de Paul Smith, Clemente Ribeiro, Burberry, Nicole Farhi y Katharine Hamnett en la Fashion Week londinense, comenzó ayer el ciclo de Milán al que le sigue el de París a partir del 5 de octubre.
"El show en Milán tendrá lugar", anticipó Gabriele Strehle, una de los diseñadoras más significativas de Alemania en la actualidad. "Es parte del negocio de la moda y no una fiesta de alegría". Aun así, en el desfile de Strenesse Gabriele Strehle, el próximo día 30, se retirará todo lo que exceda el marco de una perfecta presentación.
"Creo que de un golpe todo se relativizó", dijo Strehle. "Todos, realmente todos se preguntan cuál es el verdadero lujo. Los acontecimientos de Nueva York dan a esto la unívoca respuesta", señaló.
Otras casas de moda piensan parecido. "Los terribles acontecimientos seguramente influirán y modificarán todos los ámbitos de nuestras vidas", dijo una vocera de la empresa Jil Sander SA.
"Hemos cancelado celebraciones de apertura en Duesseldorf y Taipe, pero presentaremos nuestra colección en Milán, aunque de una manera puramente profesional, sin coctel, fiesta o similar."
También está previsto que se realice el desfile de Gucci, tal como se había planeado. Los festejos de por sí no son una costumbre de esa casa, se indicó.
Desfile sí, fiesta no, es la divisa de los creadores de moda de Milán. "Sería peor cancelar los desfiles en Milán y París, porque de ser así, estaríamos tomando parte en el juego de los criminales", explicó el presidente de la Cámara de Moda Italiana Mario Boselli.
Por su parte, Giorgio Armani informó que pone sus locales a disposición de colegas neoyorquinos afectados.
Gianluigi Facchini, presidente de consejo directivo del grupo italiano Fin. Part, cree que los atentados a Estados Unidos tendrán considerables efectos sobre la industria de la moda y del lujo. "Se tendrá que repenser el comportamiento que tuvo hasta ahora y considerar si no debería prevalecer una cierta 'moral' en el ámbito del lujo. La jactancia y la exhibición ya no resultan adecuados", añadió.
Como muestra de solidaridad, Fin, Part, decidió cancelar todos los desfiles de sus marcas, entre ellos Maska, en Milán, y el de Cerruti, en París. En cambio, se presentarán las colecciones en los showrooms. Una parte del presupuesto disponible para los desfiles será donado a las víctimas de los atentados.
A excepción de Cerruti, los otros diseñadores parisinos harán sus muestras como planeado. Sin embargo, la moda de diseñadores está en un dilema. Por un lado, nadie está de ánimo como para lucir vestimenta esplendorosa. Por otro lado, prácticamente no se pueden soportar caídas de las ventas en la actual situación económica.
"El glamur fue ayer", escribió el diseñador Wolfgang Joop hace pocas semanas, en un artículo que entonces fue recibido con sonrisas. En el ínter, la realidad superó esa frase.