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México, D.F. lunes 24 de septiembre de 2001
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Correo Ilustrado

Falta de interés por otras culturas, origen del odio

Señora directora: Todavía no salimos por completo del asombro que nos causó la jornada del 11 de septiembre, pero a pesar de eso, reconozco que es una prioridad emergente estar más unidos que nunca como sociedades civilizadas. El hecho de que no conozcamos bien a bien lo que significa o es el Islam (y junto con este, muchos otros aspectos de la cultura universal) facilita el brote de sentimientos de odio y rencor que no existirían si realmente nos interesáramos más por el prójimo. Y de allá para acá, sería otro tanto. No se puede concebir un odio mortal hacia un pueblo, cultura o sistema social sin la existencia de una ignorancia gigantesca de los sentimientos, pensamientos e historia de esas civilizaciones.

En las mentes de los fundamentalistas (orientales u occidentales) no hay cabida para el otro, para ese otro que vive allende el mar. Las distancias ya no son pretextos, la tecnología moderna las ha reducido a unos cuantos centímetros, los que existen entre mis ojos y la pantalla de la computadora.

¿Qué me impide comunicarme con otro ser humano que vive en Africa, Asia, Europa u Oceanía? ¿El idioma acaso? Definitivamente no. Es tan sólo mi falta de interés. El no querer saber del otro. El encerrarme en mi burbuja de cristal, porque es más cómodo sólo pensar que yo estoy bien y los demás están equivocados o pensar que sus problemas no me afectan.

Actualmente la humanidad tiene en sus manos dos grandes capacidades: la de la destrucción atroz entre unos y otros, y la capacidad de construir una paz mundial con base, entre otras cosas, en el conocimiento y consideración del otro, necesariamente unidos al deseo ferviente de seguir vivos y de que el mundo no deje de ser ese único lugar en el universo que conocemos, donde la vida, la vida humana, es posible.

Eduardo González Reyna


Apreciaciones sobre artículo de Lamas

Estimada Carmen: Escribo esta carta en respuesta a un articulo de la destacada feminista y amiga Martha Lamas titulado ¿Quién para Ombudsman?

Lo hago no por que ella haya decidido apoyar a Miguel Sarre para tal puesto, decisión muy legítima, sino por los argumentos y prejuicios que utiliza durante su artículo que tienen, para mi sorpresa, el tono inaceptable del discurso machista que ha impedido a las mujeres acceder a puestos de decisión.

En su artículo, las dos mujeres candidatas a presidir la CDHDF a las que alude, aparecemos solamente como el reflejo de lo que no debe ser considerado para tan importante responsabilidad. Se nos concede, eso sí, el mérito de ser funcionarias impecables, luchadoras sociales, activistas y hasta decentes e intachables. Pero, en términos profesionales, para ella sólo Sarre tiene conocimientos, experiencia, formación y su trayectoria es impresionante.

Nuestros estudios, las experiencias profesionales, variadas responsabilidades públicas que hemos tenido o los logros conquistados en las luchas sociales, no son dignos de ser considerados para sustentar la decisión final. 

Según dice, evocando al bien común, la selección del Ombudsman (que podía haber llamado Ombudsperson) no debe basarse en "sintonías ideológicas", sino en "parámetros efectivos de desempeño, formación, gestión y conocimientos", que, aparentemente, nosotras no tenemos.

No sé, además, porqué la autora desdeña las "sintonías ideológicas" si las luchas por los derechos humanos y el feminismo son, en esencia, posiciones ideológicas que han transformado las relaciones de la sociedad en las últimas décadas. Es precisamente por eso que nos ha costado tanto trabajo lograr los cambios en la conciencia colectiva o en las actitudes de la sociedad, así como llevar a término las modificaciones legislativas y las políticas públicas con visión de género o de inclusión para los grupos en desventaja social. Se trata, en fin, de evitar toda forma de discriminación y explotación, referentes de claro matiz ideológico.

A las mujeres se les ha considerado, únicamente, como funcionarias impecables, decentes, luchadoras y, por eso mismo, durante siglos, se les ha utilizado como segundas manos eficientes y cumplidas. Pero las mujeres, también, somos capaces de adquirir conocimientos, de concebir instituciones y de conducirlas con eficiencia para responder, con visión histórica, a las demandas de la sociedad.

En el artículo, se menciona, refiriéndose a nosotras y especialmente a las que hemos tenido activismo político, que la selección no debe ser un "premio" a la militancia sino resultado de capacidades probadas y trayectorias profesionales. 

Las mujeres, y esto lo afirmo de manera por demás enfática, no andamos en la búsqueda de premios. Exigimos, eso sí, respeto y reconocimiento a nuestras capacidades y trayectorias profesionales. 

No se vale que, de un plumazo, se diga que, si llegáramos a esta responsabilidad, sería como resultado de un premio y no por el valor de nuestras propuestas o por la preparación personal.

La reiterada alusión a las virtudes de las candidatas en contraposición de las capacidades del hombre por ella apoyado, nos recuerda, en todo momento, el viejo discurso de la virginidad y la sumisión que se predica de las mujeres en aras del brillo y del honor de los varones.

Las dos candidatas, a las que alude, sin jamás mencionar nuestro nombre, tenemos bastantes atributos como para ser juzgadas por nuestra trayectoria y nos hemos sujetado, con creces, a responder a los "parámetros objetivos" de formación, conocimiento, desempeño y propuestas durante todo el proceso de selección que se ha llevado a cabo en la Asamblea Legislativa.

Ojalá logremos, algún día, cambiar el discurso que durante tantos años nos ha dejado en la trastienda. A nuestras amigas no les pedimos que nos defiendan sino que, por lo menos, no disminuyan los atributos de unas en beneficio de ensalzar los conocimientos de otros.

María Angélica Luna Parra


Jubilados solicitan recuperar prestaciones 

Señora directora: Le agradeceremos infinitamente incluir en el Correo Ilustrado, la siguiente carta dirigida al Rector de la UNAM y al señor Secretario General de las APAUNAM.

Quienes escribimos somos médicos jubilados y trabajamos en la Facultad de Medicina de la UNAM: Javier Castillo, 28 años como profesor de asignatura, y Alicia Alvarez como profesora de tiempo completo ?sin nombramiento como tal? en el Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina y de Anatomía, Fisiología e Higiene en la ENP. Este escrito es a propósito del estupendo artículo de la maestra investigadora, Lucero Enríquez (Música en la UNAM) publicado el 6 de septiembre de este año, donde señala el sueldo del señor Ronald Zollman, que es de 13 mil 700 pesos mensuales por laborar únicamente 14 semanas al año, situación que señala como de vergüenza para la UNAM. Los abajo firmantes, como todos los maestros jubilados de la Facultad de Medicina de la UNAM, teníamos derecho en las APAUNAM a unos anteojos como prestación anual, que disfrutamos durante muchos años. Al presentarnos hace unos días, después de 2 años, las empleadas nos informaron, siempre con amabilidad y cortesía, que los jubilados ya no teníamos derecho a esta prestación y que ahora teníamos que acudir al ISSSTE y nos dieron un folleto con los trámites a seguir. Como toda situación en el ISSSTE, la burocracia y los trámites son infinitos e implican una serie de citas, consultas, viajes, colas y manejo de documentos, para que, si el funcionario respectivo lo cree prudente, autorice los lentes.

Señor Rector, señor secretario general: los profesores jubilados de la Facultad de Medicina, ¿no merecemos después de cerca de 30 años de servicio (y muchos otros profesores con 30, 35 o más años) continuar disfrutando esta prestación establecida desde hace muchos años, que representa entre 500 y 700 pesos una vez al año? ¿El señor Zollman sí amerita el sueldo señalado por laborar 14 semanas al año? Ojalá se revalore y se resuelva esta situación de elemental consideración.

Alicia Alvarez y Javier Castillo Nava


Carta de Armando Machorro para Godoy

Señora directora: Le agradecería reprodujera la siguiente carta la cual fue recibida en la Secretaría de Seguridad Pública del DF el 31 de julio del presente año.

Mtro. Leonel Godoy Rangel

Secretario de Seguridad Pública del DF

Por medio del presente solicito a usted me autorice licencia sin goce de sueldo por tres meses a partir del 1 de agosto del presente, al puesto que venía desempeñando de asesor de esta secretaría con número de plaza 10008822.

Sin más por el momento agradezco a usted su valioso apoyo, aprovecho la ocasión para enviarle un cordial saludo.

C. Armando Machorro Arenas


Invitación

El pasado 27 de agosto, el Consejo Académico de la ENAH modificó las condiciones de inscripción imponiendo como requisito para los estudiantes de nuevo ingreso presentar su certificado de bachillerato con un mínimo de 7.5 de calificación, con el argumento de que aumentaría la excelencia académica.

Los consejeros estudiantes técnicos electos así como una parte de la comunidad, declaramos que:

1. Con esta actitud, las autoridades rompen con una tradición de apertura amplia hacia la educación pública.

2. Es una decisión administrativa que poco o nada tiene que ver con el mejoramiento del nivel o excelencia académica.

3. Es una decisión tomada a espaldas de la comunidad y no refleja su sentir con la educación pública.

Convocamos a los compañeros interesados en ingresar a la ENAH para el siguiente ciclo escolar, aún si como reza la convocatoria oficial, su promedio es inferior a 7.5 de calificación, a que acudan a las instalaciones de la ENAH (Zapote s/n esquina Periférico Sur, col. Isidro Fabela, Tlalpan) este 24 de septiembre a partir de las 8:00 a realizar sus trámites correspondientes en las mesas y la ventanilla alternas para la atención de aspirantes.

Aldo Souverville, Guillermo Sierra, Isis Guerra García (consejeros técnicos electos) y otras firmas
 
 

 

La Jornada, Coordinación de Sistemas Francisco Petrarca 118, Col. Chapultepec Morales, delegación Miguel Hidalgo México D.F. C.P. 11570 Teléfono (525) 262-43-00, FAX (525) 262-43-56 y 262-43-54