Falta de interés por otras culturas, origen
del odio
Señora directora: Todavía no salimos
por completo del asombro que nos causó la jornada del 11 de septiembre,
pero a pesar de eso, reconozco que es una prioridad emergente estar más
unidos que nunca como sociedades civilizadas. El hecho de que no conozcamos
bien a bien lo que significa o es el Islam (y junto con este, muchos otros
aspectos de la cultura universal) facilita el brote de sentimientos de
odio y rencor que no existirían si realmente nos interesáramos
más por el prójimo. Y de allá para acá, sería
otro tanto. No se puede concebir un odio mortal hacia un pueblo, cultura
o sistema social sin la existencia de una ignorancia gigantesca de los
sentimientos, pensamientos e historia de esas civilizaciones.
En las mentes de los fundamentalistas (orientales u occidentales)
no hay cabida para el otro, para ese otro que vive allende el mar. Las
distancias ya no son pretextos, la tecnología moderna las ha reducido
a unos cuantos centímetros, los que existen entre mis ojos y la
pantalla de la computadora.
¿Qué me impide comunicarme con otro ser
humano que vive en Africa, Asia, Europa u Oceanía? ¿El idioma
acaso? Definitivamente no. Es tan sólo mi falta de interés.
El no querer saber del otro. El encerrarme en mi burbuja de cristal, porque
es más cómodo sólo pensar que yo estoy bien y los
demás están equivocados o pensar que sus problemas no me
afectan.
Actualmente la humanidad tiene en sus manos dos grandes
capacidades: la de la destrucción atroz entre unos y otros, y la
capacidad de construir una paz mundial con base, entre otras cosas, en
el conocimiento y consideración del otro, necesariamente unidos
al deseo ferviente de seguir vivos y de que el mundo no deje de ser ese
único lugar en el universo que conocemos, donde la vida, la vida
humana, es posible.
Eduardo González Reyna
Apreciaciones sobre artículo de Lamas
Estimada Carmen: Escribo esta carta en respuesta
a un articulo de la destacada feminista y amiga Martha Lamas titulado ¿Quién
para Ombudsman?
Lo hago no por que ella haya decidido apoyar a Miguel
Sarre para tal puesto, decisión muy legítima, sino por los
argumentos y prejuicios que utiliza durante su artículo que tienen,
para mi sorpresa, el tono inaceptable del discurso machista que ha impedido
a las mujeres acceder a puestos de decisión.
En su artículo, las dos mujeres candidatas a presidir
la CDHDF a las que alude, aparecemos solamente como el reflejo de lo que
no debe ser considerado para tan importante responsabilidad. Se nos concede,
eso sí, el mérito de ser funcionarias impecables, luchadoras
sociales, activistas y hasta decentes e intachables. Pero, en términos
profesionales, para ella sólo Sarre tiene conocimientos, experiencia,
formación y su trayectoria es impresionante.
Nuestros estudios, las experiencias profesionales, variadas
responsabilidades públicas que hemos tenido o los logros conquistados
en las luchas sociales, no son dignos de ser considerados para sustentar
la decisión final.
Según dice, evocando al bien común,
la selección del Ombudsman (que podía haber llamado
Ombudsperson) no debe basarse en "sintonías ideológicas",
sino en "parámetros efectivos de desempeño, formación,
gestión y conocimientos", que, aparentemente, nosotras no tenemos.
No sé, además, porqué la autora desdeña
las "sintonías ideológicas" si las luchas por los derechos
humanos y el feminismo son, en esencia, posiciones ideológicas que
han transformado las relaciones de la sociedad en las últimas décadas.
Es precisamente por eso que nos ha costado tanto trabajo lograr los cambios
en la conciencia colectiva o en las actitudes de la sociedad, así
como llevar a término las modificaciones legislativas y las políticas
públicas con visión de género o de inclusión
para los grupos en desventaja social. Se trata, en fin, de evitar toda
forma de discriminación y explotación, referentes de claro
matiz ideológico.
A las mujeres se les ha considerado, únicamente,
como funcionarias impecables, decentes, luchadoras y, por eso mismo, durante
siglos, se les ha utilizado como segundas manos eficientes y cumplidas.
Pero las mujeres, también, somos capaces de adquirir conocimientos,
de concebir instituciones y de conducirlas con eficiencia para responder,
con visión histórica, a las demandas de la sociedad.
En el artículo, se menciona, refiriéndose
a nosotras y especialmente a las que hemos tenido activismo político,
que la selección no debe ser un "premio" a la militancia sino resultado
de capacidades probadas y trayectorias profesionales.
Las mujeres, y esto lo afirmo de manera por demás
enfática, no andamos en la búsqueda de premios. Exigimos,
eso sí, respeto y reconocimiento a nuestras capacidades y trayectorias
profesionales.
No se vale que, de un plumazo, se diga que, si llegáramos
a esta responsabilidad, sería como resultado de un premio y no por
el valor de nuestras propuestas o por la preparación personal.
La reiterada alusión a las virtudes de las candidatas
en contraposición de las capacidades del hombre por ella apoyado,
nos recuerda, en todo momento, el viejo discurso de la virginidad y la
sumisión que se predica de las mujeres en aras del brillo y del
honor de los varones.
Las dos candidatas, a las que alude, sin jamás
mencionar nuestro nombre, tenemos bastantes atributos como para ser juzgadas
por nuestra trayectoria y nos hemos sujetado, con creces, a responder a
los "parámetros objetivos" de formación, conocimiento, desempeño
y propuestas durante todo el proceso de selección que se ha llevado
a cabo en la Asamblea Legislativa.
Ojalá logremos, algún día, cambiar
el discurso que durante tantos años nos ha dejado en la trastienda.
A nuestras amigas no les pedimos que nos defiendan sino que, por lo menos,
no disminuyan los atributos de unas en beneficio de ensalzar los conocimientos
de otros.
María Angélica Luna Parra
Jubilados solicitan recuperar prestaciones
Señora directora: Le agradeceremos infinitamente
incluir en el Correo Ilustrado, la siguiente carta dirigida al Rector de
la UNAM y al señor Secretario General de las APAUNAM.
Quienes escribimos somos médicos jubilados y trabajamos
en la Facultad de Medicina de la UNAM: Javier Castillo, 28 años
como profesor de asignatura, y Alicia Alvarez como profesora de tiempo
completo ?sin nombramiento como tal? en el Departamento de Anatomía
de la Facultad de Medicina y de Anatomía, Fisiología e Higiene
en la ENP. Este escrito es a propósito del estupendo artículo
de la maestra investigadora, Lucero Enríquez (Música en
la UNAM) publicado el 6 de septiembre de este año, donde señala
el sueldo del señor Ronald Zollman, que es de 13 mil 700 pesos mensuales
por laborar únicamente 14 semanas al año, situación
que señala como de vergüenza para la UNAM. Los abajo firmantes,
como todos los maestros jubilados de la Facultad de Medicina de la UNAM,
teníamos derecho en las APAUNAM a unos anteojos como prestación
anual, que disfrutamos durante muchos años. Al presentarnos hace
unos días, después de 2 años, las empleadas nos informaron,
siempre con amabilidad y cortesía, que los jubilados ya no teníamos
derecho a esta prestación y que ahora teníamos que acudir
al ISSSTE y nos dieron un folleto con los trámites a seguir. Como
toda situación en el ISSSTE, la burocracia y los trámites
son infinitos e implican una serie de citas, consultas, viajes, colas y
manejo de documentos, para que, si el funcionario respectivo lo cree prudente,
autorice los lentes.
Señor Rector, señor secretario general:
los profesores jubilados de la Facultad de Medicina, ¿no merecemos
después de cerca de 30 años de servicio (y muchos otros profesores
con 30, 35 o más años) continuar disfrutando esta prestación
establecida desde hace muchos años, que representa entre 500 y 700
pesos una vez al año? ¿El señor Zollman sí
amerita el sueldo señalado por laborar 14 semanas al año?
Ojalá se revalore y se resuelva esta situación de elemental
consideración.
Alicia Alvarez y Javier Castillo Nava
Carta de Armando Machorro para Godoy
Señora directora: Le agradecería
reprodujera la siguiente carta la cual fue recibida en la Secretaría
de Seguridad Pública del DF el 31 de julio del presente año.
Mtro. Leonel Godoy Rangel
Secretario de Seguridad Pública del DF
Por medio del presente solicito a usted me autorice licencia
sin goce de sueldo por tres meses a partir del 1 de agosto del presente,
al puesto que venía desempeñando de asesor de esta secretaría
con número de plaza 10008822.
Sin más por el momento agradezco a usted su valioso
apoyo, aprovecho la ocasión para enviarle un cordial saludo.
C. Armando Machorro Arenas
Invitación
El pasado 27 de agosto, el Consejo Académico de
la ENAH modificó las condiciones de inscripción imponiendo
como requisito para los estudiantes de nuevo ingreso presentar su certificado
de bachillerato con un mínimo de 7.5 de calificación, con
el argumento de que aumentaría la excelencia académica.
Los consejeros estudiantes técnicos electos así
como una parte de la comunidad, declaramos que:
1. Con esta actitud, las autoridades rompen con una tradición
de apertura amplia hacia la educación pública.
2. Es una decisión administrativa que poco o nada
tiene que ver con el mejoramiento del nivel o excelencia académica.
3. Es una decisión tomada a espaldas de la comunidad
y no refleja su sentir con la educación pública.
Convocamos a los compañeros interesados en ingresar
a la ENAH para el siguiente ciclo escolar, aún si como reza la convocatoria
oficial, su promedio es inferior a 7.5 de calificación, a que acudan
a las instalaciones de la ENAH (Zapote s/n esquina Periférico Sur,
col. Isidro Fabela, Tlalpan) este 24 de septiembre a partir de las 8:00
a realizar sus trámites correspondientes en las mesas y la ventanilla
alternas para la atención de aspirantes.
Aldo Souverville, Guillermo Sierra, Isis Guerra García
(consejeros técnicos electos) y otras firmas
|