EU. EN PIE DE GUERRA
Ť La asesora de Seguridad Nacional dice que derrocarán al régimen talibán; Powell lo desmiente
Admite EU pérdida, no derribo, de un avión espía sobre Afganistán
Ť Washington asegura que pronto facilitará a sus aliados pruebas de la culpabilidad de Bin Laden
AFP, AP, REUTERS Y DPA
Washington, 23 de septiembre. Al culminar hoy el luto oficial por los atentados del 11 de septiembre, el gobierno de Estados Unidos reconoció implícitamente sus primeras acciones militares al admitir la pérdida de un avión espía sobre Afganistán, al tiempo que continuaba un impresionante despliegue de fuerzas aéreas y navales en la zona del Golfo Pérsico.
Por primera vez desde los atentados en Nueva York y Washington, la bandera estadunidense fue izada por completo, tras una breve ceremonia en el retiro presidencial a la que asistió el presidente George W. Bush antes de regresar a la Casa Blanca y llamar a los estadunidenses a normalizar sus actividades.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, reiteró en declaraciones a la televisión que Estados Unidos enviará sus fuerzas armadas a "diversos puntos" en el mundo, pero no quiso confirmar si Irak es considerado también un objetivo.
Y en lo que fue interpretado como la confirmación de los primeros movimientos militares en Afganistán, Rumsfeld reconoció que "hemos perdido contacto con un avión no tripulado", aunque añadió que "esto es algo que pasa de tiempo en tiempo. No tenemos razones para pensar que haya sido derribado", como afirmó la víspera Kabul.
Por otro lado, el anuncio de los talibán de que Bin Laden está desaparecido. "No nos va a disuadir" de una acción militar, declaró a la un noticiario de televisión Condoleezza Rice, consejera en asuntos de Seguridad Nacional. "Hay que tomar una decisión: (el régimen talibán) puede entregar a Bin Laden o enfrentar la cólera de la coalición internacional", añadió.
Rice aseguró que Estados Unidos no necesita ninguna autorización de la Organización de Naciones Unidas para iniciar cualquier acción militar, puesto que "el derecho a la autodefensa es reconocido" por la ONU.
Afirmó también que las acciones militares buscan no sólo encontrar a Bin Laden, sino también derrocar al régimen "opresor y terrible" de los talibán, algo que fue desmentido luego por el secretario de Estado, Colin Powell.
En declaraciones a la cadena ABC, Powell dijo que "el objetivo sobre el que se concentra el presidente es en primer lugar Al Qaida, de Osama Bin Laden, y su presencia en Afganistán", aunque precisó que Washington no "descarta nada" para eventuales "fases dos o tres" más adelante.
En un intento por tranquilizar a los países árabes, el jefe de la diplomacia estadunidense aseguró que no se trata de un enfrentamiento con los países islámicos, y que Washington no busca derrocar al régimen talibán.
Aseguró además que su país está completamente seguro de que Bin Laden, por el cual su gobierno ofrece una recompensa de 25 millones de dólares, es culpable de los atentados que dejaron casi siete mil víctimas. En este sentido, aseguró que Estados Unidos facilitará "en un futuro próximo" a sus aliados en el mundo pruebas sobre la vinculación de Bin Laden y su movimiento Al Qaida con los atentados.
Mientras, el ex presidente Bill Clinton se defendió de no haber neutralizado a Bin Laden, acusado bajo su gestión en la Casa Blanca por los atentados contra las embajadas estadunidenses de Tanzania y Kenia en 1998.
El ex mandatario demócrata dijo haber autorizado un plan para detener y eliminar, si era necesario, a Bin Laden, y "también entrenamos comandos para una posible acción terrestre, pero no tuvimos el suficiente apoyo de inteligencia para llevarlo a cabo".
Enumeró además los atentados que los servicios secretos estadunidenses lograron desbaratar durante su presidencia: "ataques con bomba a aviones que despegaban de Los Angeles, un desvío de un avión, un proyecto de asesinato contra el Papa o la destrucción de un sitio religioso cristiano en Medio Oriente".
Por otro lado, el ministro británico de Relaciones Exteriores, Jack Straw, visitará este lunes Irán, mientras que una troika europea inicia el mismo día una gira por Medio Oriente, con escalas en Irán y Siria, para asociar al mundo musulmán a la coalición antiterrorista dirigida por Estados Unidos.
Pero las monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo -Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Bahrein, Omán y Quatar- exigieron este domingo que Estados Unidos defina los objetivos de esa coalición, dijo Afp. Otros países, como Francia, Rusia e Irán, desean igualmente que estas acciones pasen por la Organización de Naciones Unidas.
Y en el plano militar, según The Washington Post, Arabia Saudita es reacia a permitir que Estados Unidos utilice sus bases militares para sus incursiones, mientras que Bahrein y Kuwait negaron haber permitido el acceso de Estados Unidos a sus aeropuertos.
En cambio, el presidente ruso, Vladimir Putin, que mantuvo la víspera conversaciones telefónicas con Bush, no se opondría a una cooperación entre Estados Unidos y las repúblicas de Asia Central, dijeron fuentes estadunidenses.
Estados Unidos, junto con su aliado Gran Bretaña, seguía desplegando decenas de miles de soldados y un impresionante dispositivo aéreo, terrestre y naval alrededor de Afganistán.
Un centenar de aviones interceptores y bombarderos supersónicos F-16 , F-15 y B-1 habrían sido desplegados hacia bases en puntos relativamente cercanos a Afganistán, de acuerdo con trascendidos de fuentes militares.
Aviones militares y helicópteros estadunidenses se hallan en Uzbekistán, limítrofe con Afganistán, dijeron fuentes militares de esa ex república soviética.
Al mismo tiempo, dos grupos de ataque naval encabezados por portaviones , uno el Theodore Roosevelt, el mayor buque de guerra del mundo, y el otro por el Kitty Hawk, se dirigen al Golfo Pérsico, donde ya operan otros dos grupos, encabezados por el portaviones Enterprise y el Carl Vinson. Los grupos navales incluyen cruceros, y destructores lanzamisiles, submarinos de propulsión nuclear y aviones supersónicos.