DOMINGO Ť 23 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

PAGINA 9

Lourdes Galaz

Ť Los primeros muertos de la guerra

Ť Miles marchan contra la pobreza

Ť Estímulos al gabinete y al Congreso

La zanahoria y el garrote

Desde Washington, Jim Cason y David Brooks comentan que el estadunidense común se mantiene alerta, en espera que de un momento a otro comiencen los disparos de la "nueva lucha" contra el terrorismo. Y el tiroteo de la guerra infinita declarada por el presidente George Bush ya comenzó con las primeras movilizaciones de tropas hacia el Golfo Pérsico y Afganistán. Cayeron las primeras víctimas de la que sería la tercera conflagración mundial. Cuatro muertos y varios heridos es el saldo de las violentas manifestaciones del viernes en Pakistán. Más de 100 mil paquistaníes salieron a las calles de Karachi en protesta contra el apoyo del gobierno del general Pervez Musharraf a Estados Unidos y sus aliados.

3-aLos corresponsales de La Jornada, que con gran profesionalismo han reseñado puntualmente los atentados terroristas del martes 11 en Nueva York y el Pentágono, con todo y la magnificación mediática de la tragedia y sus efectos psicológicos, políticos, económicos y militares, ayer nos confirman lo que el mundo esperaba: la regionalización de las acciones bélicas para ir más allá de la parcela del talibán donde encontrarían a Osama Bin Laden, el presunto responsable de los agresiones a la superpotencia. Revelan Cason y Brooks que el Departamento de Defensa de Washington promueve una estrategia de ataque contra supuestas bases terroristas, como Irak, Líbano y Siria. En otras palabras, con la captura de Bin Laden no se acaba el problema. No se trata de matar a Hitler para acabar con el nazismo, ni de arrojar la bomba atómica en Hiroshima para doblegar al imperio del sol naciente. Es una guerra infinita, como el mismo Bush lo advirtiera, que requerirá no sólo una ofensiva militar contra países que se presuma sirvan de refugio a organizaciones terroristas, sino también minuciosas y hasta ilegales labores policiales en todo el mundo. Ahora sí, nos confirman desde Washington, la gran potencia será la policía de todo el planeta.

Y no sólo eso, la administración Bush ha recuperado de los viejos armarios del Departamento de Estado políticas de otros tiempos, como aquella de "la zanahoria y el garrote". Las manifestaciones que dieron principio el jueves anterior en las principales ciudades paquistaníes fueron en respuesta a un llamado de grupos islámicos por la solidaridad con el régimen de Afganistán, y en rechazo al respaldo del gobierno de Musharraf a la estrategia de Washington. Tras una ofensiva diplomática encabezada por el mismísimo general Colin Powell, el presidente paquistaní se comprometió a colaborar en la captura de Bin Laden y toda su organización, a sabiendas de que cualquier ataque estadunidense sobre Afganistán desestabilizaría a toda la región.

Como en los mejores tiempos de la política de "la zanahoria y el garrote" (o viceversa y hasta el infinito), el respaldo del general Musharraf se hizo acreedor al reconocimiento con una zanahoria del Capitolio. Mientras caían los primeros cuatro muertos en las manifestaciones musulmanas en Karachi, el Congreso de Estados Unidos solicitó al presidente Bush que flexibilice las sanciones contra Pakistán, considerando la difícil situación en que se encuentra el gobierno tras su apoyo a Washington. El país asiático, ex aliado de Estados Unidos, recibió sendas sanciones tras las pruebas nucleares de 1990 y 1998, que incluyen el bloqueo a programas de ayuda internacionales, ventas de municiones y créditos gubernamentales. Cuando Musharraf llegó al poder en 1999 a partir de un golpe de Estado, estas restricciones fueron reforzadas por Washington. Y hoy, con el buen comportamiento del presidente paquistaní, Bush podría reiniciar los programas de ayuda, o retirarlos si se da marcha atrás al respaldo. Tan fácil ?y efectivo? como zanahoria y garrote.

Con el terror al terrorismo, venga de donde viniere, y la magnificación mediática de sus efectos, a uno se le olvida que en el planeta aún hay vida y otras noticias, como esa gran marcha contra la pobreza que por diez días recorrió distintas provincias de Argentina y finalizó el viernes en Buenos Aires. Fueron cientos de desocupados, maestros y empleados públicos, obreros y desempleados del comercio y los servicios. "Marchamos contra la irracionalidad de que 100 niños mueran al día en un país que va a producir este año una cosecha récord", diría Víctor de Gennaro, el dirigente de la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA), uno de los que encabezaron la protesta. "Marchamos contra la irracionalidad de la recesión, que se quiere curar con más recesión. Marchamos contra la irracionalidad de la existencia de más de 2 millones de desempleados en un país que tiene todo por hacer".

Esta marcha contra la pobreza no es la primera manifestación del pueblo argentino contra una recesión económica que lleva más de tres años, y se agudiza con las últimas acciones del gobierno para equilibrar las finanzas públicas con un duro ajuste del gasto público, que incluye el recorte de 13 por ciento en los salarios y pensiones superiores a los 500 pesos mensuales (500 dólares estadunidenses). Los marchistas adoptaron la consigna "que ningún hogar viva por debajo del límite de la pobreza", cuando uno de cada cuatro argentinos vive en la miseria. Los desocupados están exigiendo una consulta nacional a fin de conseguir un seguro de desempleo de 380 pesos (380 dólares) a todos los padres de familia sin trabajo, cuando apenas mil 500 pesos le alcanzarían a una familia para satisfacer necesidades mínimas, y cuando en Argentina el índice de desempleo alcanza ya 16.4 por ciento.

Con la puntería más alejada del blanco, el membrete del Congreso del Trabajo que en México publicita el todavía cetemista Leonardo Rodríguez Alcaine, anuncia que se instruyó a todos los sindicatos afiliados a esa central para que emplacen a huelga en cuanto llegue el primer descuento del impuesto sobre la renta (ISR) por cuotas de IMSS e Infonavit. Más aún, el CT está dispuesto a un paro nacional. Claro, "en caso de ser necesario", pues el pasado miércoles habrían dado un plazo de 72 horas para que la Secretaría de Hacienda responda si va a prorrogar o no el cobro de ese impuesto. Y es que hace unos días la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró obligatorio para los patrones incluir las cuotas del Seguro Social y el Infonavit en el calculo de subsidios para impuesto sobre la renta.

Lo cierto es que son pocas las empresas que estarían en el supuesto que prevé la resolución de la Corte, y las bravatas de Rodríguez Alcaine se miran como una llamarada de petate, nada serio con todo y que amenace con que más de 15 millones de trabajadores irían al paro nacional. Son alardes fuera de tiempo de la directiva del Congreso del Trabajo. Ni Rodríguez Alcaine ni los dirigentes de los sindicatos de burócratas cuestionan, y mucho menos protestan públicamente, porque el gobierno de Vicente Fox y los poderes Judicial y Legislativo erogarán este año de recesión más de 2 mil 800 millones de pesos para "estimular" a los altos funcionarios federales y militares de alto rango, a diputados y senadores, a magistrados y jueces. Nadie aceptaría que el gabinete y el Congreso se merecen estímulos por su trabajo. Tampoco alguien critica que esos "pagos de estímulos" hayan sido votados por unanimidad en el Congreso de la Unión, cuando se aceptó el presupuesto de egresos para el primer año del foxismo... y son tiempos de recesión económica, de desempleo y menores gastos para la salud, la educación, la vivienda y otros mínimos de bienestar.

EN 3 TIEMPOS

Hay que lamparear a los jueces


En Afganistán sólo hay afganos


Ni Fox conoce el plan energético

3-bAHORA SI QUE el jefe de Gobierno del Distrito Federal le dio al clavo. Ayer dijo que "con todo respeto, hay que lamparear a los jueces, hay que ver si realmente viven de su sueldo, cuántos son sus ingresos reales, los bienes que tienen que manifestar a la Contraloría de la Federación y transparentar esta información". Y tiene razón López Obrador, sobre todo porque en los últimos tiempos el personal del aparato judicial, desde magistrados de la Corte hasta secretarios de juzgados, se han visto involucrados en actos de corrupción. Claro, habrá quien defienda al Poder Judicial, sobre todo esos despachos de abogados que han resultado beneficiados con la acción de la justicia. "Los jueces reparten amparos como si se tratara de caramelos... hay que ver si en todo esto no hay corrupción", diría López Obrador cuando los reporteros le pidieron opinar sobre el amparo contra 22 órdenes de aprehensión concedido al dueño de la discoteca Lobohombo, Alejandro Iglesias Rebollo. Y hay otros conocidísimos casos, pero... el Poder Judicial es autónomo, aunque dependa del Ejecutivo, ¿que no?

3-cEL SECRETARIO DE Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, al explicar la guerra inminente allá al otro lado del mundo, diría que "Afganistán es una nación muy pobre, varios países se agotaron intentando bombardearlo, y no hay objetivos de gran valor contra los cuales podamos apuntar". Se refería, claro, a que no existen allí símbolos equivalentes a las Torres Gemelas, a que no hay grandes pozos de petróleo ni templos importantes para el Islam ni cuarteles generales ni carreteras cuya destrucción pueda hacer colapsar a ese país. Rumsfeld quizá pretendía explicar a sus ignorantes paisanos que en Afganistán sólo hay afganos... Claro, olvidó sumar a esos los mil millones de musulmanes que pueblan este aterrorizado planeta.

3-dQUIEN PUDIERA creerlo: las pérdidas de la última semana en el mercado accionario de Wall Street son equivalentes a casi la mitad de la riqueza que se produce aquí en México en un año. Y con todo, a la administración de Fox no le preocupa un plan de emergencia para enfrentar la recesión económica. De distintas maneras el gobierno ha dicho que será hasta que presente al Congreso los presupuestos de egresos e ingresos para el 2002, cuando anuncie el plan. Y es que el foxismo le sigue apostando a las reformas fiscal y energética para enfrentar la crisis. Ahora también a una reforma laboral. Sólo que hasta ayer ni Vicente Fox conocía el proyecto energético, mucho menos el nuevo plan laboral. En el Congreso siguen esperando a Francisco Gil Díaz, que desde abril quedó de enviar a diputados y senadores la reforma energética. La reforma laboral se dejó para luego, y ahora, dicen empresarios y gobierno, urge, urge.

Ilustración: Luis Fernando / Serie: Hacia la transición

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