Ť Plantea la interrelación de la UNAM con los poderes públicos y el capital privado
Las leyes del mercado amenazan la educación, afirma el rector Juan Ramón de la Fuente
Ť El 450 aniversario de la universidad fue celebrado en la antigua Escuela de Medicina
KARINA AVILES
En el cumpleaños 450 de la Universidad Nacional, el rector Juan Ramón de la Fuente planteó el diseño de la universidad del siglo XXI en un mundo en donde ''la norma del lucro mayor destruye principios'' y las leyes del mercado ''amenazan'' la educación como formadora de la integridad del ser humano. En el siglo que se inicia, dijo, no debe discutirse ya la importancia de la institución en el nuevo panorama social, sino se debe dar paso a la profundización de cómo ''conjugar la autonomía e interrelación'' con los poderes públicos y el capital privado, cómo la universidad satisfará las necesidades del mundo sin fronteras al que nos dirigimos y cómo las nuevas tecnologías transformarán la enseñanza.
Los 450 años de la UNAM convocaron ayer, en la Antigua Escuela de Medicina, a los rectores que ha tenido la máxima casa de estudios desde finales de los 70, hasta Francisco Barnés, quien sorprendió a no pocos con su presencia. Desde aquella noche del 12 de noviembre de 1999, en que presentó su renuncia en medio del paro más largo de la institución, no se le había visto en algún espacio universitario.
El ambiente solemne, propio de la ceremonia, fue marco para la entrega del grado doctor honoris causa a nueve académicos e intelectuales, entre ellos, la escritora Elena Poniatowska, el premio Nobel en Fisiología y Medicina, Andrew Schally, y el astrónomo Arcadio Poveda. Y también fue espacio para nombrar el pasado, presente y el futuro de la institución.
El rector confió en que, por medio del debate, los universitarios encontrarán pronto los principios de un acuerdo para construir el futuro de esa casa de estudios, porque no es posible hacerlo ''sólo con nuestra propia inercia''. Entonces, se refirió a la reforma y dijo que más allá de dilucidar si existen o no las condiciones propias para la misma, lo que se debe tener claro es ''que si se pretende avanzar sin alterar las condiciones actuales, no habrá una respuesta satisfactoria''.
Reiteró el planteamiento realizado desde hace varios meses de modificar la ley orgánica ''para su incorporación plena a los cambios actuales, que han dejado de ser sólo nuestros para hacerse planetarios''.
En el patio central del palacio, ubicado en el corazón del Centro Histórico, en donde se congregaron también importantes miembros del mundo científico, académico e intelectual, así como los responsables de más de diez universidades públicas del interior del país, y de destacadas instituciones como la UAM y El Colegio de México, De la Fuente afirmó que la clave para afrontar con éxito los cambios que se avecinan está en el ejercicio pleno y responsable de la autonomía.
''Necesitamos una universidad mejor dotada, capaz de ilusionar más a los estudiantes, en la que resurja con vigor la vida colegiada, sin caer en la tentación de hacer tabla rasa de todo, de ignorar los avances conseguidos, que no son pocos''.
Ante las circunstancias actuales en que ''las leyes del mercado amenazan el sentido primordial de la educación como formadora de la integridad del ser humano, y la norma del lucro mayor destruye principios hasta hoy considerados fundamentales'', la UNAM tiene la obligación de sostener los ideales de la supremacía del espíritu, de la cultura y de la dignidad humana.
La institución, añadió, ha sido ante todo un proyecto social que ha dado respuestas a las grandes demandas educativas de la nación. Destacó que, hoy, la máxima casa de estudios es una universidad de masas ''con todos sus problemas, pero también con todos los beneficios que eso ha significado para el país''.
Las tareas de la institución son y deben ser para el presente y el futuro, las de seguir formando profesionistas capaces con responsabilidad social; investigar, consolidar ciencia y tecnologías propias y forjar humanistas y creadores de cultura.
En el siglo que se inicia, dijo, no debe discutirse ya la importancia de la universidad en el nuevo panorama social. ''Hay que profundizar en el diseño sobre el que se construya más que la universidad del futuro, el futuro de la universidad.
''¿Cómo podrá satisfacer las necesidades de este mundo sin fronteras al que nos dirigimos?, ¿cómo transformará la enseñanza universitaria las nuevas tecnologías de la información que ya invaden nuestras aulas?, ¿cómo resolver el gran problema del financiamiento de la educación superior pública?, ¿cómo conjugar autonomía e interrelación con los poderes públicos y el capital privado?''
Uno al lado del otro, en primera fila, los ex rectores escucharon atentos el mensaje de De la Fuente. Al final, el rector les entregó una medalla conmemorativa de los 450 años. En orden de su gestión, tocó el turno a Guillermo Soberón, luego a Octavio Rivero, después a Jorge Capizo, enseguida a José Sarukhán y finalmente a Francisco Barnés.