SABADO Ť 22 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Planea Washington flexibilizar sanciones impuestas al gobierno de Pervez Musharraf

Cuatro muertos en Pakistán durante marchas en protesta por el respaldo de Islamabad a EU

Ť Unas 100 mil personas se movilizaron; fracasó el llamado a realizar una huelga general

DPA, AFP, AP Y REUTERS

Islamabad, 21 de septiembre. Por lo menos cuatro personas murieron este viernes durante las multitudinarias manifestaciones que congregaron a unas 100 mil personas ?mucho menos de lo esperado? en diversas ciudades de Pakistán, que protestaron por el respaldo que otorgó el gobierno de Islamabad a la campaña antiterrorista emprendida por Estados Unidos.

En tanto, Washington decidió hoy flexibilizar las sanciones que impuso a India y Pakistán, a cambio de que ambos Estados lo apoyen en la lucha contra el terrorismo.
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Las manifestaciones fueron convocadas por grupos islámicos radicales, luego de que el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, anunció oficialmente el apoyo de su país a los esfuerzos estadunidenses destinados a arrestar a Osama Bin Laden y destruir su red terrorista emplazada en la vecina Afganistán.

Estos grupos también habían convocado a una huelga general en todas las grandes ciudades del país, pero los únicos que cerraron fueron los comercios, aunque la mayoría lo hizo por temor a sufrir actos de violencia. Un portavoz del gobierno minimizó el impacto de la jornada de movilización y habló de huelgas parciales, ya que, dijo, "manifiestamente los paquistaníes no juzgaron necesario responder al llamado de los grupos islámicos radicales".

Las movilizaciones, efectuadas en Islamabad, Quetta, Lahore, Peshawar y Karachi, se realizaron en relativa calma y en esta última ciudad murieron cuatro personas, mientras que tres manifestantes y 15 policías resultaron heridos durante enfrentamientos.

En varias mezquitas de Pakistán, los clérigos islámicos llamaron a la población, durante la tradicional oración del viernes, a la resistencia contra Estados Unidos. "Cada ataque contra Afganistán será una agresión contra la comunidad islámica", rezaba el mensaje central difundido desde esos templos musulmanes.

Algunas de las manifestaciones fueron más pequeñas de lo esperado, pues en total se congregaron alrededor de 100 mil personas. Durante la guerra del golfo una manifestación antiestadunidense congregó en Karachi a más de 500 mil personas.

Durante las manifestaciones se quemaron banderas de EU y retratos del presidente George W. Bush, y denunciaron el apoyo a los "infieles" brindado por Musharraf.

Al mismo tiempo, el ministro paquistaní de Relaciones Exteriores, Riaz Mohammad Khan, recomendó a Afganistán que en vista de la gravedad de la situación, tome una rápida decisión que sea a favor de los intereses de Afganistán y su pueblo, y que satisfaga la exigencia de la comunidad internacional con la entrega de Bin Laden.

En Washington, el Departamento de Estado notificó al Congreso su decisión de flexibilizar las sanciones impuestas a India y Pakistán por las pruebas nucleares que ambas naciones efectuaron en 1998, y renegociará 600 millones de dólares de deuda bilateral con Islamabad. Todo esto a partir de la semana próxima.

En tanto, el gobierno de Sudán, que alguna vez albergó a Bin Laden, dijo que el militante fundamentalista de origen saudiárabe ya no es bienvenido en su territorio. "Vino aquí cuando era inversionista, pero al convertirse en un problema lo echamos y de ninguna manera regresará aquí", subrayó Chol Deng Alak, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Por lo pronto, las principales dependencias de ayuda humanitaria preparan un esfuerzo masivo de asistencia para los países alrededor de Afganistán, a fin de lidiar con la crisis que podrían empeorar una acción militar estadunidense, dijeron funcionarios de estos organismos en Ginebra.

En Teherán, el gobierno de Irán y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se preparan para la llegada de una ola de hasta 300 mil refugiados en caso de un ataque estadunidense contra Afganistán.