JUEVES Ť 20 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Terminó el modelo de familia con un solo proveedor
Modificar la LFT en favor de las mujeres, plantea Ana Teresa Aranda
CAROLINA GOMEZ MENA
Debido a que las tendencias recientes de la división del trabajo por género indican que se ha perdido la vigencia del modelo de familia con un solo proveedor, lo que ha modificado la economía familiar, es necesario hacer modificaciones a la Ley Federal del Trabajo a fin de que se asegure a la mujer igualdad en el acceso y permanencia en el mercado laboral, indicó Ana Teresa Aranda, directora general del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, al dar las conclusiones del Foro Internacional Mujer Trabajadora Siglo XXI, Retos y Familia, organizado por el DIF, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujer) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Por su parte, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, a través de la Dirección General de Equidad de Género, además de emprender una campaña de difusión de los derechos laborales de las mujeres se comprometió a realizar una consulta nacional para analizar la legislación laboral en este aspecto, refirió Patricia Aguinaco Bravo, titular de esa dirección de la STPS.
En ese contexto, la dependencia actualmente desarrolla actividades para promocionar la regulación del trabajo en el domicilio y flexibilidad en los horarios, un programa de calidad integral y modernización, así como un plan de becas de capacitación para desempleados; también promueve el reconocimiento de la contribución social y económica del trabajo no remunerado de las mujeres.
Respecto a los proyectos legislativos que generen esquemas facilitadores para el desarrollo de la mujer trabajadora y de su familia, los especialistas que participaron en el citado foro concluyeron que en México deben proponerse iniciativas que disminuyan toda forma de discriminación, fomenten la erradicación de la violencia familiar, propicien el ingreso digno para las jubiladas y pensionadas, normen la prestación y el establecimiento de condiciones dignas para las trabajadoras de la maquila, protejan a las sexoservidoras, erradiquen la marginación de las jornaleras agrícolas y establezcan sanciones a quien discrimine a la mujer en el empleo, entre otras.
En el documento final se plantea que, como un primer paso hacia la equidad laboral, México debería ratificar el Convenio de Trabajo con Responsabilidades Familiares, que promueve entre los gobiernos la Organización Internacional del Trabajo (OIT), pues ello evita a las mujeres enfrentar conflictos laborales al no haber compatibilidad entre la esfera familiar y la de trabajo.
También es primordial desterrar mitos que obstaculizan el ingreso de la mujer al mercado laboral, como el que indica que es más caro para una empresa contratar a una mujer que a un hombre, pues estudios realizados por la OIT ''demuestran que esa aseveración es falsa''.
Con base en experiencias de países como Argentina, Chile y Costa Rica, se sugirió generar proyectos de ley para promover el empleo estable para madres de parto reciente, de fomento a empresas femeninas y programas de simplificación de trámites para que las mujeres accedan a diferentes tipos de financiamiento.