JUEVES Ť 20 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Moderación para resolver la crisis, pide La Habana
Apoyaría Cuba sin vacilación un juicio imparcial a los autores intelectuales
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 19 de septiembre. Cuba anunció hoy que apoyaría "sin vacilación" una fórmula mo-derada para resolver la crisis mundial, que incluya un juicio imparcial contra los autores de los ataques a Estados Unidos, basado en pruebas y con garantía de la Organización de Naciones Unidas.
Pero al mismo tiempo pidió a los gobiernos del mundo repudiar y detener la tendencia "fascista y terrorista" de Washington de proclamar "el derecho de asesinar a cualquier persona", que calificó de "bárbara e incivilizada".
"No puede perderse un minuto, queda ya muy poco tiempo. Sin este elemental, sencillo y posible esfuerzo, la guerra sería injusta", señaló la declaración del gobierno de Fidel Castro, la segunda de su tipo desde los atentados de la semana pasada.
Este mismo día la vocera de la cancillería, Aymeé Hernández, emitió una declaración escrita en la cual confirmó que Cuba y Estados Unidos han tenido contactos diplomáticos "en los últimos días".
Pero descartó que se tratara de un giro en el conflicto bilateral y, por el contrario, se-ñaló que han sido encuentros esporádicos, limitados a temas de trato habitual (narcotráfico, migración, límites marinos) o protocolarios (por las víctimas de los atentados).
Esos contactos "carecen de especial significación y no han tenido carácter secreto o anormal", dijo la vocera, que ratificó así el clima de gelidez que persistió entre Washington y La Habana incluso después de los atentados del martes 11.
Cuba ofreció a Estados Unidos el empleo de aeropuertos para aterrizajes de emergencia, pero una semana después no había indicios de que esa oferta sería aceptada.
También ofreció ayuda médica y sanitaria para las víctimas de los ataques. Hasta hoy tampoco había respuesta oficial estadunidense, pero el Departamento de Estado dijo la semana pasada que, junto con esa oferta Castro había hecho "comentarios adicionales" que "no eran condolencias" para los muertos y sus familias.
Esas frases apuntan a tramos de un discurso, en el que el presidente cubano acusó a Estados Unidos de emplear el terrorismo en su conflicto contra la isla.
En la catedral de La Habana, el cardenal Jaime Ortega ofició el domingo pasado una misa en memoria de las víctimas, a la que asistió en primera fila la plana mayor de la Sección de Intereses de Estados Unidos, pero no estuvo ningún funcionario cubano.
Cuba elevó hoy el tono de su posición, al reclamar implícitamente a los gobiernos del mundo que "a pesar de la extrema gravedad que significaría" la anunciada política estadunidense de represalia indiscriminada, "salvo excepciones no han pronunciado una sola palabra sobre el surgimiento de la tendencia fascista y terrorista que implican tales pronunciamientos".
"Tan grave como el terrorismo, y una de sus formas más execrables es que un Estado proclame el derecho de matar a discreción en cualquier rincón del mundo, sin normas legales, juicios y ni siquiera pruebas. Tal política constituiría un hecho bárbaro e incivilizado, que echaría por tierra todas las normas y bases legales sobre las que pueda construirse la paz y la convivencia entre las naciones", añadió.
Agregó la declaración que "conducirían el planeta a la ley de la selva, mancharían a Estados Unidos, destruirían su prestigio y alentarían los odios que hoy son causantes de tanto dolor y tristeza".
La declaración cubana sugirió por último que la proclamación del "derecho de asesinar a cualquier persona por parte de instituciones y funcionarios de Estados Unidos, incluida la utilización de "criminales y de-lincuentes de la peor calaña", podría de-sembocar en una "tiranía del Estado más poderoso del mundo".