JUEVES Ť 20 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Líder del Frepaso, fuera del gabinete por criticar la postura de alineamiento total

La comunidad islámica argentina pide a De la Rúa no apoyar ataques contra inocentes

Ť El Ministerio de Defensa aclara que aún no se define la forma como se apoyará a EU

Ť La mayoría de la población rechaza una participación militar junto a los estadunidenses

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 19 de septiembre. Al tiempo que la decisión del gobierno de Fernando de la Rúa de destituir a un funcionario que se opuso a una participación militar argentina en las represalias estadunidenses desataba una polémica, la comunidad islámica de este país solicitó al presidente no realizar ni apoyar ataques masivos contra poblaciones inocentes y sumidas en la pobreza.

"Un acto de guerra es la acción de un Estado contra otro y un atentado es la acción de terroristas salvajes", dijeron los dirigentes de la comunidad islámica, tras condenar los hechos del pasado 11 de septiembre y enviar sus condolencias al pueblo y al gobierno de Estados Unidos.

El ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, dijo que aún no se ha tomado una decisión sobre la forma en que Argentina colaborará con Estados Unidos, y precisó que el gobierno no ha recibido pedido alguno de Washington en este sentido, pero recordó que las fuerzas armadas están en condiciones muy difíciles aquí por los ajustes económicos.

Jaunarena se refirió además a la necesidad de rearticular las labores de inteligencia ante las "nuevas amenazas", pero debió salir a negar versiones de que haya algún plan para que las fuerzas armadas vuelvan a realizar tareas de inteligencia interna como en el pasado, cuando instauraron una cruenta dictadura militar.

La posición de alineamiento irrestricto y de ofrecimiento de ayuda militar a Estados Unidos provocó ya la primera baja oficial, después que De la Rúa pidió ayer la renuncia de Rafael Flores, dirigente del Frente País Solidario (Frepaso), coalición que integra la Alianza gubernamental, y que ocupaba el cargo de secretario de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental.

Flores había disentido por la "falta de racionalidad" del Ejecutivo en superu_women_attack_c5t sobreactuación en el apoyo a Estados Unidos, y dijo que no se podía acompañar tan fácilmente a "un ejército de cowboys".

Pero el vocero oficial Juan Pablo Baylac declaró que en la destitución "no hay censura. Cuando el disenso es de la magnitud que tuvo, lo que tiene que hacer es irse". Varias encuestas divulgadas en estos días han mostrado que la mayoría de los argentinos rechaza una participación militar junto a Estados Unidos.

Otro tema de polémica ha sido el de la resurrección del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que Argentina invocó inútilmente cuando se enfrentaba a Gran Bretaña en la guerra de las Malvinas durante 1982.

Asimismo varios analistas advirtieron sobre la posibilidad de que las fuerzas armadas sean instaladas ahora nuevamente en cuestiones de seguridad interior, después de su alejamiento con el retorno de la democracia. Llevadas a su mínima expresión por los ajustes, algunos sectores de las fuerzas armadas locales estarían realizando algún tipo de presión para reformular la ley de defensa, señalaron varios medios locales.

La percepción entre los analistas de temas militares es que Estados Unidos pareció no ver los nuevos escenarios que dejó la "globalización salvaje" ni valoró las consecuencias de ese modelo. Fue simbólico que al momento de los atentados en Nueva York y Washington hubiera tropas estadunidenses en maniobras en casi toda América Latina, en ejercicios en que los "enemigos" eran tan difusos que podían incluir ONG, civiles, movimientos indígenas y campesinos, en el marco de conflictos sociales.

Los métodos usados por los terroristas dejaron en cambio al descubierto la "inutilidad del enorme gasto militar que planteaba George W. Bush", sostuvo el Centro de Militares Democráticos de Argentina (Cemida).

Los organismos locales de derechos humanos, por su parte, quieren que se precise el término "terrorismo", ya que los miles de asesinados y desaparecidos en el continente eran víctimas de acusaciones de "terroristas" montadas por los servicios de inteligencia castrenses, bajo el esquema de la doctrina de seguridad nacional.

Ahora, con la propuesta de que la CIA recupere su "licencia para matar" y que la FBI pueda detener a sospechosos de terrorismo sin necesidad de que intervenga la justicia, Estados Unidos puede llegar a transformarse en "un Estado gendarme", señaló el diario Clarín, y estos datos son los que han puesto en guardia a los organismos humanitarios de Argentina y la región.