MIERCOLES Ť 19 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Incalculable, el valor de los tesoros que se perdieron en las Torres Gemelas
El atentado destruyó valiosas obras de arte y sedes culturales en NY
Ť ''Tenemos muchos desaparecidos; no es el momento de hablar de arte'', expresa un portavoz
Ť Por seguridad retienen en Viena obras de El Greco pertenecientes a museos estadunidenses
DE LA REDACCION
Las labores de búsqueda y rescate de las miles de víctimas de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York dificultan la identificación de las obras de arte -y la estimación de su valor- que se exhibían en el interior y los alrededores de los edificios del World Trade Center de Manhattan.
Se sabe que numerosas e importantes compañías, ubicadas en los rascacielos, poseían en sus oficinas obras de artistas reconocidos en el ámbito internacional.
Especialistas estiman, hasta el momento, en 10 millones de dólares el valor de algunas piezas de arte desaparecidas. Sin embargo, un portavoz de una de esas compañías expresó, cuando se le preguntó acerca del tema, que ''nosotros tenemos aún muchas personas desaparecidas. No es el momento de hablar de arte''.
4 toneladas de arte trenzado
Un primer balance registra que debajo de las miles de toneladas de escombros se encuentra el más grande de los únicos cinco tapices que realizó Joan Miró.
Se trata de Gran tapiz, instalado desde 1974 en el vestíbulo de la torre sur. El mural de cuatro mil kilogramos fue confeccionado de manera artesanal por el artista catalán y por Josep Royo (Barcelona, 1945).
El valor de esta obra, según Mercé Sabartés, de la Fundación Miró de Barcelona, es -era- incalculable.
Realizado en lana, cáñamo y cuerda de vivos colores, con dimensiones de 6 x 11 metros, Gran tapiz, publicó el diario La Vanguardia, era propiedad de la autoridad portuaria de Nueva York.
Su elaboración constituyó una ardua tarea, pues era la primera vez que el binomio Miró-Royo se enfrentaba al tapiz. ''Recuerdo ese trabajo como el primer amor, fue muy intenso'', expresó Royo, quien en 1973, desde su estudio de La Fainera, en el Serrallo de Tarragona, coordinó un equipo de seis artesanos tejedores.
''Tuvimos que ir a buscar lanas especiales de Australia, probar decenas de tintes, analizar los volúmenes y las figuras.''
Una vez concluida la obra ambos artistas se enfrentaron a otro reto: trasladar la pieza. Fletaron un avión para mover el tapiz al Grand Palais de París, donde se expuso durante dos meses. En 1974, las cuatro toneladas de arte trenzado se convirtieron en ''uno de los tesoros de la Torres Gemelas de Nueva York''.
Los otros tapices de Miró se encuentran: uno, en la Fundación Miró de Barcelona; otro, en un edificio de La Caixa; un tercero en la Galería Nacional de Washington y el cuarto en Tarragona, España.
La lista del balance inicial incluye también, según The New York Times, otras obras de gran formato entre las que destaca un relieve de madera pintada, Sky Gate New York, de la escultora de origen ruso Louise Nevelson (1899-1988), obra situada en el hall de una de las torres.
Red stabile, escultura de 8 metros de alto, de color rojo brillante, esculpida por el artista abstracto estadunidense Alexander Calder, también desapareció.
Del neoyorquino Roy Lichtenstein (1923-1997) se consigna la destrucción de una pintura perteneciente a su célebre serie de los años setenta, Entablature.
Parece que se conserva del mismo artista, al menos de manera parcial, su gran escultura Modern head, que cubierta de polvo y escombros se ha visto en algunas imágenes de la televisión.
El atentado causó la destrucción de varias sedes culturales, como la del Fondo para el Desarrollo Teatral, la del grupo teatral de vanguardia Perro de Tres Patas, la de la productora audiovisual Film Video Arts y la del Consejo Cultural del Bajo Manhattan.
Esta última no sólo tenía sus oficinas centrales en una de las torres, sino también un estudio en el piso 90 en el que, en el momento del ataque, se cree estaba trabajando uno de los jóvenes artistas becados por esa institución, el escultor Michael Richards.
Reacciones contra Stockhausen
En este contexto han surgido distintas reacciones. Una de ellas ha provocado la suspensión, en Berlín, de cuatro conciertos de Karlheinz Stockhausen -considerado uno de los genios de la música contemporánea-, por el escándalo que han causado sus declaraciones acerca de los atentados contra Estados Unidos. ''Lo que ocurrió allí -y ahora todos ustedes tienen que cambiar de chip- es la mayor obra de arte que haya existido jamás'', declaró de manera textual Stockhausen, según la transcripción de la rueda de prensa que ofreció el domingo con motivo del Festival de Música de Hamburgo y que hoy reproduce el periódico Hamburger Abendblatt.
''Que unos espíritus hayan conseguido realizar, en un solo acto, algo con lo que ni siquiera podemos soñar en la música; que personas ensayen como locos durante diez años, totalmente fanáticos, para un solo concierto y luego morir... es la mayor obra de arte que existe en todo el cosmos. Yo no podría. Comparado con esto, los compositores no somos nada'', expresó el músico de 73 años.
Ante las preguntas de los contrariados periodistas, informó Dpa, Stockhausen intentó desdecirse y el lunes difundió un comunicado para explicar que su intención fue recordar el papel de la destrucción en el mundo del arte.
El músico, quien abandonó Berlín este martes, señaló a través de Christina Weiss -funcionaria de cultura- que ''pedía perdón si alguien se sintió herido'' por sus declaraciones.
Sin embargo, los organizadores de las dos presentaciones del músico reaccionaron de inmediato y suspendieron los cuatro conciertos.
Weiss señaló que la ciudad de Hamburgo no ha roto con Stockhausen de por vida. ''Sus obras no trasladan nada de aquello que pueden trasladar sus palabras.'' El, precisó la funcionaria, vive en un mundo religioso propio y utiliza términos como demonio, bien y mal con mucha despreocupación.
''Posiblemente un experto en Stockhausen, una persona que conozca la dicción y el mundo espiritual del artista, sepa interpretar sus frases de otra manera. Sin embargo, en la situación actual, la opinión pública no puede comprenderlas. Son cínicas y amorales'', declaró Weiss, quien justificó la suspensión de los conciertos por la ''necesidad de una reacción inmediata.''
En el comunicado el músico afirmó: ''Fui interrogado si Miguel, Eva y Lucifer son personajes históricos, y respondí que siempre están presentes, por ejemplo Lucifer en Nueva York. Recordé el papel de la destrucción en el arte. Todas las demás palabras fuera de este contexto no tienen relación alguna con mi opinión''.
Por otro lado, seis pinturas de El Greco procedentes de Estados Unidos, integrantes de una antología que se exhibió hasta el pasado fin de semana en el Kunsthistorisches Museum de Viena, permanecerán en esta ciudad como medida de seguridad luego de los atentados en la gran manzana.
Las seis obras del artista español son: Vistas de Toledo, Retrato de un anciano, La Magdalena arrepentida, Cristo en la cruz, Retrato de fray Hortensio Félix Paravicino y Laoconte.