MIERCOLES Ť 19 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
EU, EN PIE DE GUERRA
Ť A la demanda de que EU presente pruebas se suma la del levantamiento de sanciones
Reconocimiento internacional, exigencia del régimen talibán para extraditar a Bin Laden
Ť El Consejo de Seguridad de la ONU solicita la entrega "inmediata e incondicional" del saudiárabe Ť En Kabul se aplaza la reunión de clérigos encargados de decidir su suerte
AGENCIAS
Kabul, 18 de septiembre. El régimen afgano del movimiento talibán dijo hoy que no descarta la posibilidad de extraditar a Osama Bin Laden, siempre y cuando se les proporcionen pruebas de que el saudiárabe estuvo atrás de los atentados terroristas del martes 11 en Estados Unidos, además de exigir otra serie de condiciones.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas exigió a los talibán la entrega "inmediata e incondicional" de Osama Bin Laden, al tiempo que en Kabul el consejo de clérigos encargado de decidir la suerte del principal sospechoso de los atentados, aplazó para el miércoles su reunión debido a que no han podido llegar todos los participantes al cónclave, procedentes de las 32 provincias del país.
Al tiempo que continúa el éxodo de miles de personas hacia el interior del país y las fronteras con Pakistán e Irán, el régimen talibán anunció que el pueblo afgano se está preparando para la jihad (guerra santa) en caso de que se concrete el ataque masivo estadunidense contra su territorio, por lo que se hizo un llamado a los voluntarios dispuestos a luchar contra los "infieles".
"Cualquiera que sea el responsable de esos actos, Osama Bin Laden o cualquier otro, no contará con nuestro apoyo ni nosotros estaremos de su lado", afirmó el ministro de Información, Qudrutullah Jamal. Sin embargo, acotó que su gobierno le dijo a la delegación paquistaní que visitó Afganistán la víspera que "nos presentara pruebas de que él es el culpable, porque sin esas pruebas cómo podemos entregarlo".
En el mismo sentido se pronunciaron varios ulemas -maestros de la ley islámica- que comenzaron a llegar a Kabul para debatir la suerte del multimillonario saudiárabe, al advertir que no será extraditado si no hay pruebas concretas de su implicación en los actos de terrorismo contra los estadunidenses.
"Incluso si todo Afganistán debe ser devastado no lo entregaremos hasta tanto tengamos una prueba sólida contra él", aseveró el mullah Mohammed Hassan, representante de la provincia de Paktika, uno de los eruditos convocados a la reunión que se aplazó para mañana.
Ante el aplazamiento, la delegación paquistaní, enviada a instancias de Washington, retornó hoy a su país. Pero medios de prensa paquistaníes y una fuente gubernamental en Islamabad señalaron que los talibán establecieron condiciones para la entrega de Bin Laden, como el hecho de no ser llevado a Estados Unidos sino a un país islámico neutral o de la Organización de la Conferencia Islámica y garantías de un trato justo.
Otras condiciones se refieren a que la ONU levante las sanciones impuestas a Afganistán, el reconocimiento internacional del régimen talibán -que actualmente sólo reconocen Pakistán, Emiratos Arabes Unidos y Arabia Saudita- y que sea suspendida la ayuda exterior y el envío de provisiones militares a la Alianza del Norte, la oposición armada que lucha contra los talibán.
Pero entre los clérigos del talibán también hubo comentarios de que "si los Estados Unidos es capaz de proporcionar pruebas contra él (Bin Laden), lo castigaremos aquí o lo entregaremos". Otros más estimaron que la presencia del saudiárabe no es más que "un pretexto para atacar al emirato islámico de Afganistán".
Aunque la milicia de los talibán aclaró que la jihad sólo será decretada ante una invasión del país musulmán, hubo llamados a los rebeldes islámicos separatistas del sector indio de Cachemira para que luchen al lado de los talibán. El ministro del Interior, mullah Adbul Razzaq, confirmó que el pueblo se prepara para la guerra santa y trascendió que muchos paquistaníes en la frontera con Afganistán también se unirían.
Mientras, la opositora Alianza del Norte aseguró haber rechazado una nueva ofensiva de las fuerzas talibán en Takhar, al tiempo que en Nueva York el gobierno afgano en el exilio, que cuenta con el reconocimiento de la ONU, llamó a no confiar en las promesas de cooperación con Washington en la lucha antiterrorista de parte de Pakistán y del régimen talibán.
Admitió que Washington no los ha consultado ante eventuales operaciones militares. El vocero oficial del depuesto gobierno afgano de Burhanuddin Rabbani, Ravan Farhadi, calificó la cooperación paquistaní y talibán de "dudosa", al considerar que Islamabad está profundamente comprometido con el régimen islámico gobernante en Afganistán, a quien provee tropas.