MIERCOLES Ť 19 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
EU, EN PIE DE GUERRA
Ť Silencio en millones de hogares, a una semana de los ataques
Advierte el procurador general de EU sobre más atentados
Ť Poco probable, hallar más sobrevivientes: alcalde de NY
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 18 de septiembre. Desde la Casa Blanca hasta millones de viviendas y oficinas por todo el país se guardó un minuto de silencio a las 8:45 de esta mañana, para recordar el ataque al World Trade Center a esa hora exactamente el martes 11, mientras los ruidos de guerra se intensificaron a lo largo de Estados Unidos.
Wall Street amaneció enmascarado. Hoy, como ayer, el primer día que se abrió el paso y las oficinas de la zona financiera de Manhattan alrededor del desastre, miles de empleados andaban por las calles con mascarillas, y hasta máscaras antigas, para protegerse de humo, polvo y cenizas que aún contaminan decenas de cuadras en la punta sur de la isla.
Algunos empleados que regresaban por primera vez a la zona lloraban al ver en vivo el desastre. "No puedo creer que las torres ya no estén ahí, štanta gente adentro!", comentó una mujer en medio de lágrimas. En los grandes edificios alrededor de esta zona, las colas para entrar eran prueba de las nuevas medidas de seguridad y de que este mundo ha cambiado. Oficiales armados, entre ellos tropas de la Guardia Nacional y policías, verificaban identificaciones, lo que causó reacciones; por primera vez esta parte de Manhattan está bajo vigilancia armada.
El alcalde Rudolph Giuliani declaró este martes, por primera vez, que a una semana del ataque las posibilidades de encontrar sobrevivientes "son muy escasas", pero que la operación sigue siendo denominada como de "rescate". Ofreció las últimas cifras, aunque cambian constantemente: 5 mil 422 desaparecidos bajo los escombros del World Trade Center, 218 muertos confirmados y 152 cadáveres identificados. Se han transportado casi 50 mil toneladas de escombros en unos 3 mil 788 camiones hasta ahora.
Mientras tanto, miles de bomberos, voluntarios, trabajadores de la construcción y expertos en desastres continuaban trabajando, con perros y equipo electrónico, buscando sobrevivientes, controlando incendios subterráneos y sacando más escombros.
La guerra interna
En Washington se siguen detallando aspectos domésticos e internacionales de "la nueva guerra". La investigación criminal a escala nacional cuenta con 49 detenidos, y se busca a otros 200 sospechosos o posibles testigos.
El procurador general, John Ashcroft, informó de la creación de una amplia red nacional antiterrorista. Tras señalar que lo ocurrido el pasado martes logró que una "amenaza vaga" ahora sea "sentida en cada corazón y hogar americano", Ashcroft detalló la iniciativa para armar "un asalto nacional coordinado contra el terrorismo".
La iniciativa, dijo, estará conformada por "grupos de trabajo antiterrorista" formados en las oficinas de todos los fiscales de Estados Unidos, donde un coordinador antiterrorista convocará a los representantes de todas las agencias de seguridad pública presentes en su distrito. Esto, señaló Ashcroft, formará parte de una red nacional para coordinar la campaña.
Ashcroft también anunció una medida para permitir al Servicio de Inmigración y Naturalización ampliar el tiempo legal de detención de extranjeros que han violado la ley migratoria, y que podrían ser sospechosos de tener vínculos con el terrorismo, de 24 a 48 horas, o más. Actualmente el SIN tiene detenidos a 75 inmigrantes bajo sospecha de relación con este crimen.
Al mismo tiempo, Ashcroft declaró que "podrían haber existido más de cuatro aviones" que se intentaba secuestrar, y que algunos secuestros podrían haberse programado para las próximas semanas. El gobierno ha emitido advertencias de secuestros a futuro, no sólo a aeropuertos, sino que existe la posibilidad de secuestros de ambulancias y camiones de bomberos que serían cargados con explosivos y estrellados contra edificios.
Escala mundial
A nivel internacional, oficiales del gobierno de George W. Bush filtraron a la prensa que la "nueva guerra" incluirá una serie de operaciones encubiertas realizadas por fuerzas especiales y que habrá restricciones mayores a los medios.
Y cuando las fuerzas convencionales del último superpoder continuaban con preparativos, todo indica que las fuerzas "de sombra", las de acciones encubiertas y de inteligencia, también se preparan.
Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, reiteró lo dicho por Bush, al señalar que esta guerra será no convencional y que no está dirigida sólo contra personas o un país. "Los terroristas no funcionan en el vacío. Trabajan, se entrenan y hacen planes en países. Se benefician del apoyo de gobiernos".
En otros comentarios, Rumsfeld sostuvo que la captura de Osama Bin Laden no será suficiente para detener una respuesta militar contra los terroristas, ya que sólo se trata de un líder. "Si él no estuviera ahí, la organización continuaría trabajando. El problema es mucho mayor". La red del multimillonario, añadió, es más grande que su dirigente. "La red Al-Qaeda es una organización amplia con múltiples cabezas" con presencia en 50 o 60 países, incluyendo Estados Unidos.
Para reforzar esta tesis, funcionarios del gobierno filtraron que uno de los aeropiratas se había reunido con un alto oficial del servicio de inteligencia de Irak hace unos meses en Europa. Aunque fuentes oficiales estadunidenses señalaron que esto no comprobaba una participación de Irak en el complot, ABC reportó esta noche que el Pentágono está considerando acciones militares contra Bagdad como parte de su respuesta a los ataques de la semana pasada.
El presidente George W. Bush recibió este martes a su colega Jacques Chirac de Francia y tiene programada la visita del primer ministro británico, Tony Blair, el jueves, para continuar armando la "gran coalición" contra el terrorismo a escala mundial.
Cuando se le preguntó al vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, si esta guerra contra el terrorismo será contra toda organización definida como terrorista -como algunas en Irlanda del Norte, Colombia y otros lugares-, respondió que será "amplia" y "generalizada", pero evitó toda referencia a un país o grupo en particular.
CNN reportó que oficiales estadunidenses han solicitado a Arabia Saudita y otras naciones islámicas ejercer acción contra "células terroristas" dentro de sus países.
Bush, después de encabezar el minuto de silencio nacional en la Casa Blanca esta mañana, se reunió con el equipo antiterrorista de su gobierno, y continuó su enfoque sobre cómo abordar las consecuencias económicas del atentado, incluyendo la consideración de brindar subsidios sin precedente a la industria de la aviación comercial. "La semana pasada fue en verdad horrible para Estados Unidos", concluyó Bush.
Mientras tanto, la Casa Blanca espera respuesta a su demanda al régimen talibán de entregar a Bin Laden, pero con comentarios de que eso no será suficiente para detener "la nueva guerra" contra aquellos que albergan a "terroristas", Washington no está ofreciendo grandes incentivos (al menos de que eso forme parte ya de las operaciones encubiertas, y los medios ya no se enterarán más de lo que realmente está sucediendo).