MARTES Ť 18 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Sin sobresaltos rindió su Informe ante la Asamblea Legislativa
Una ciudad sin excluidos, el desafío: López Obrador
Ť Se han cumplido o están por cumplirse los compromisos de campaña
Ť Abatir la inseguridad pública, el "gran reto" para el gobierno, señala
Ť Se compromete a que al final de año no habrá déficit ni subejercicio
RAUL LLANOS Y RICARDO OLAYO
Ante la máxima tribuna legislativa de la capital, Andrés Manuel López Obrador sostuvo que en la ciudad de México se seguirá defendiendo y reafirmando "lo que somos: un gobierno de izquierda", el cual representa un proyecto diferente que aspira a una ciudad sin excluidos. Y en lo que fue su propio balance de los últimos nueve meses y doce días, puntualizó que "casi todos los compromisos que asumimos durante la campaña se han cumplido o están por cumplirse".
En su primer Informe de labores ante la Asamblea Legislativa (ALDF), el mandatario local también dedicó una parte importante de su texto a la inseguridad pública. Reconoció que no sólo es el más "grande y grave problema" del DF, sino que además constituye el "gran desafío" de su administración. Sin embargo, dejó en claro que las causas de ese fenómeno social se relacionan, en buena medida, con el modelo económico impuesto a nivel federal, "que auspicia la desigualdad, la pérdida de valores y la descomposición social y política".
A lo largo de 15 cuartillas, el jefe de gobierno sintetizó los resultados de las políticas y acciones impulsadas desde el 5 de diciembre del año pasado hasta la fecha. Habló del polémico tema de las preparatorias y la universidad, anunció que en diciembre realizará una consulta pública para que la gente decida si aumenta o no la tarifa del metro y los autobuses urbanos; informó que en unos días firmará un convenio con la Federación en materia de protección civil; se comprometió a que no habrá déficit ni subejercicio para fines de año, y reiteró su decisión de someterse al escrutinio ciudadano para que digan si continúa o se retira de su cargo, pues "no habría mayor frustración en mi vida que convertirme en una carga indeseable, en un lastre para todo el sexenio".
De los retos futuros, dijo que no serán fácil, debido al atraso y rezago que durante años se acumuló, pero ratificó su "inquebrantable voluntad de hacer realidad el cambio democrático con dimensión social", lo que implicará "ir a fondo y no quedarse en la superficie, simulando, repitiendo caminos trillados y arrastrando inercias".
No es gobierno de ocurrencias
El jefe de Gobierno arribó al recinto de Donceles y Allende en punto de las 10:45, y 15 minutos después ingresó al pleno de sesiones para escuchar los posicionamientos de los siete partidos representados en la ALDF. Una hora después iniciaría la lectura de su informe.
De entrada, Andrés Manuel López Obrador aclaró que "este no es un gobierno de ocurrencias. Hay claridad de propósitos, prioridades, metas y estrategias bien definidas". E incluso destacó que "el gran objetivo" de su administración es "humanizar la convivencia en la ciudad. Sostenemos que si el hombre es producto de sus circunstancias, tenemos que humanizar las circunstancias. Lo expreso con sencillez: si gobernamos para lograr una sociedad justa y equitativa habrá importantes y poderosas razones para vivir, soñar y triunfar en esta ciudad generosa y fraterna".
Después dividió su informe en cuatro grandes rubros: gobierno y seguridad pública, desarrollo sustentable, progreso con justicia, finanzas y administración, y con problemas constantes en el sonido instalado en el recinto expuso los resultados. En el primer punto comentó que indudablemente el DF sigue padeciendo un alto índice delictivo, constituyéndose como el problema "más grande y grave", por lo que, dijo, no sólo se atacan las causas sino también los efectos.
Citó la conformación de las 70 coordinaciones de seguridad pública y las reuniones diarias que tiene con los gabinetes de seguridad y gobierno, donde se definen las acciones concretas para atenuar la incidencia criminal, que han permitido una disminución del 8.5 por ciento en las denuncias presentadas ante las agencias del MP; además, el robo de vehículos pasó de 160 a 104 en promedio, y el homicidio doloso se mantiene en niveles similares a los del año pasado.
Del desarrollo sustentable, dijo que con el bando número dos se logró poner orden al crecimiento desmesurado de la mancha urbana; remarcó la postura de su administración hacia la posible instalación del nuevo aeropuerto en Texcoco, y recordó que desde que inició su gestión no ha habido contingencias ambientales ni inundaciones.
En cuanto a transporte, expresó que no habrá cambios en la tarifa para este año, y que en diciembre convocará a la gente para que decida si se incrementa o no, "confiando en el sentido de responsabilidad de la gente y aceptando que en la democracia el pueblo manda". En el rubro "progreso con justicia", se refirió a los apoyos a adultos mayores, los créditos para vivienda, el programa de mantenimiento a unidades habitacionales, las becas para discapacitados, desempleados e hijos de madres solteras. De la construcción de 16 preparatorias y la Universidad de México dijo que es un caso polémico porque "desde hace tiempo se ha venido descalificando y abandonando deliberadamente la educación pública gratuita y de calidad". Además, "no queremos que la educación sea un privilegio".
La tarea no es fácil
En la última parte de su discurso, Andrés Manuel López Obrador sostuvo que "la tarea (pendiente) no es fácil. Hace falta más, porque es mucho el atraso y el rezago. Sin embargo, tenemos la voluntad inquebrantable de hacer realidad el cambio democrático con dimensión social. Eso implica ir al fondo y no quedarse en la superficie, simulando, repitiendo caminos trillados y arrastrando inercias".
Luego se ufanó de que "casi todos los compromisos de campaña se han cumplido o están por cumplirse". Por ello, dijo que seguirá escuchando a los capitalinos, "pero también vamos a seguir defendiendo nuestros ideales, reafirmando lo que somos: un gobierno de izquierda.
Finalmente, dejó en claro que seguirá dispuesto a someterse a la revocación de su mandato, que sea la gente la que decida, pues "como hombre de ideas, como luchador social, no habría mayor frustración en mi vida que convertirme en una carga indeseable, en un lastre para todo un sexenio".
Ť Concluyó en un acto de urbanidad política
Sesión de la ALDF: del llamado a la concordia a la provocación
Ť Los legisladores Doring y Anguiano dieron la nota
ELIA BALTAZAR Y GABRIELA ROMERO
El llamado de las diputadas María de los Angeles Moreno (PRI) y Patricia Garduño (PAN) para dejar de lado "la confrontación y el escándalo", "los protagonismos y el favoritismo", halló oídos sordos en los legisladores Federico Doring, del PAN, y Dione Anguiano, del PRD, quienes subieron a la tribuna de la Asamblea Legislativa dispuestos a embestir durante la fase de posicionamientos de los partidos, en el Informe de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Mientras Moreno y Garduño, cada una en su momento, enfilaron su discurso en convocar a la unidad por el bien de la ciudad y trabajar a favor de una reforma política que exige elevar el comportamiento de todos los actores, Doring y Anguiano se debatieron a muerte con el arte de la retórica y la oratoria, agonizante bajo el peso de palabras atropelladas, en el caso del panista, y de la improvisación poco afortunada de la perredista.
Pero una fue consecuencia de la otra. Porque fue Doring quien desató la ira de la perredista al brindar el torito de su discurso -al menos la parte dedicada a la corrupción- a Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles, quienes se encontraban en el palco principal.
Doring levantó la mano vuelta estoque y deslizó con una sonrisa: "Otra asignatura pendiente es la corrupción... Difícil creerlo de un gobernante que exige a los ciudadanos denuncias para combatirla, para después pedir que no se presenten más ante la imposibilidad de encontrar argumentos jurídicos que sustenten los flagrantes actos de corrupción, desvío de recursos y malversación de fondos de sus correligionarios".
Cárdenas impasible. Robles apenas esbozó una sonrisa. Y entre el respetable una frase despidió a Doring, en referencia a su estilo en tribuna: "Sólo faltó que recitara: 'Mamá, soy Paquito...'".
Pero al quite llegó Dione Anguiano, quien abandonó su discurso original para lanzarse a la arena de la improvisación, ante la sorpresa de los diputados de su propia fracción, a quienes más tarde explicó que así lo decidió a petición de "alguien" de gobierno, aunque no dijo quién.
La perredista se refirió a las promesas incumplidas del presidente Vicente Fox, a las listas del Fobaproa, a la defensa que de narcos hizo el senador del PAN Diego Fernández de Cevallos, y de cómo su partido y el gobierno que encabeza López Obrador en esta ciudad "sí combatimos la seguridad pública" (sic). Por último dijo: "El gobierno capitalino es la piedra en la bota de Fox". Entre las filas del gabinete se escuchaban suspiros y risitas entrecortadas, nerviosas. Un "šuf!, ya acabó", se escapó por allí.
Los posicionamientos
Era la primera etapa del acto del Informe, la de los posicionamientos. Subió a tribuna la presidenta de la Comisión de Gobierno, María de los Angeles Moreno, quien hizo un balance de los primeros nueve meses de gobierno de López Obrador: "Esta administración no ha logrado entender a la ciudad en su dinámica y en sus inercias".
El PRI, agregó, no ve la orientación ni mucho menos un consenso que permita articular e incorporar el trabajo de toda la sociedad en la tarea de cuidar a la ciudad y su futuro. Destacó como una de las principales preocupaciones los casos de la seguridad, que consideró será la eterna demanda de los capitalinos, y las finanzas. "La tendencia del gasto ha sido invariablemente la disminución en la inversión pública. La cancelación y posposición de obras de infraestructura y un endeudamiento acelerado. Todo sumado a subejercicios considerables en los tres años del gobierno anterior. Y los datos preliminares de este año no generan pronósticos alentadores".
Al final llamó a la colaboración y a la apertura de espacios "que se manifiesten en un nuevo ambiente de consenso y productividad, que nos lleve a cumplir promesas y a comunicarle a los ciudadanos que sus políticos son capaces de ponerse de acuerdo y construir en conjunto".
También mereció el aplauso el discurso del diputado Jaime Guerrero, del Partido Democracia Social, quien reclamó al jefe de Gobierno que la ALDF "ha estado ausente" de las decisiones del Ejecutivo local. Dijo: "Un sinfín de acciones se han llevado a cabo sin que este cuerpo parlamentario haya sido tomado en cuenta".
Guerrero cerró su intervención refiriéndose a dos temas de suyo espinosos: la defensa del estado laico y el aborto. Del primero dijo que "frente a un gobierno federal de derecha hace falta defenderlo con más firmeza". Y sobre el segundo opinó que, frente a las posiciones de algunos que quieren echar por tierra los avances en la materia, es necesaria una defensa firme por parte del gobierno capitalino, al que calificó de progresista y de izquierda.
Patricia Garduño, presidenta de la mesa directiva de la ALDF y coordinadora de la fracción del PAN, celebró que el Poder Legislativo dejara de ser el operador político del Ejecutivo local: "No hay más subordinación". En estos nuevos tiempos, agregó, la ciudad no requiere de protagonismos, favoritismos, inseguridad social ni violencia por encima de acuerdos sociales.
Al final el acto fue calificado como un ejemplo de urbanidad política que apenas tuvo fisuras.