LUNES Ť 17 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
BALANCE DE LA JORNADA
MARLENE SANTOS Y CARLOS HERNANDEZ
Ť Pumas y América arrastran su historia
Ť La cantera universitaria ya sólo es un mito
Ť Primera gran idea de Pérez Teuffer: despedir a todos a patadas
Dos instituciones de prosapia trastabillean por distintas causas. Pumas y América no pueden honrar la memoria de sus baluartes Aguilar Alvarez y Cañedo de la Bárcena. El primero dio fuerza y fama al trabajo auriazul en fuerzas básicas; el segundo era brillante y certero a la hora de contratar jugadores y técnicos.
Hoy, Pumas está en el sótano general y no ha ganado desde que Luis Regueiro asumió la presidencia del club. El directivo sigue declarando que en la toma de decisiones van "sin prisa pero sin pausa". Empero, apenas ha transcurrido la mitad del torneo y las esperanzas de ver al plantel en la liguilla están hechas polvo.
El barco se hunde y el Consejo Universitario está paralizado, en la inacción total, ya sea por grillas internas o de plano por falta de fondos económicos para contratar un técnico capaz y continuar su trabajo de formación de jugadores.
La trillada aseveración de que la institución auriazul es cosa aparte no resulta argumento válido en los tiempos actuales, en los que la fortaleza económica y el trabajo serio suelen combinarse para apuntalar a un equipo hacia el éxito, lo que por cierto no siempre es garantía de títulos.
En Pumas todo se ha reducido a mitos ya difíciles de sostener: No hay más cantera de jugadores ni de técnicos. Y, para colmo, el último intento de retomar el buen paso fracasó. Primero salió de la institución, por segunda vez, Guillermo Vázquez, quien estaba encargado de revivir el trabajo en fuerzas básicas. Seguramente encontró proyectos más atractivos y mejor remuneración al lado de Javier Aguirre en la selección nacional.
Enseguida Miguel Mejía Barón abandonó el barco en medio del rechazo del público, los malos resultados y, sobre todo, el encono de varios jugadores. La puntilla fue la renuncia de Jiménez Espriú, entre los líos de Torrado, Leandro Augusto y la rémora que significó haber terminado mal con Hugo Sánchez, un intocable para la afición.
Los resultados están a la vista: el equipo nacido en 1954 y que logró el ascenso al máximo circuito en la campaña 1961-62 tendrá serios problemas de descenso en el actual y siguiente torneos. Su último título lo obtuvo hace 10 años, en la campaña 90-91, precisamente ante el América.
La opción viable parecería la venta de jugadores, pero, Ƒcuáles? Si Torrado parece escaparse como pez en agua. El mismo Aguilar Alvarez cedió a Televisa los derechos de transmisión por 10 años. Difícil tarea tiene el Consejo Universitario.
América es el último del grupo tres y apenas tiene un punto más que Pumas. Aquí el presupuesto no es tan magro, el problema es otro.
El ojo clínico que distinguió a Cañedo no existe más y sus sucesores evidencian grave miopía, pues técnicos y jugadores van y vienen no como águilas, sino como meras grullas viajeras que hibernan en Coapa, se llenan los bolsillos de dólares y emigran sin remordimientos ni culpas y hasta reciben cargos "honorarios", como el otorgado a Alfio Basile de "asesor para Sudamérica".
El presidente actual, Javier Pérez Teuffer, tiene a su favor haber reducido el gasto del año anterior hasta en 60 por ciento. Y es que, en verdad, no había motivos para dar aumentos salariales a quienes no han demostrado nada, como Pável Pardo, Fabián Estay, Braulio Luna y otros que renovaron contrato al inicio del presente torneo. Además, ha pactado interesantes convenios con clubes de importancia como el Boca Juniors, el Manchester United y otros.
En contra tiene el cúmulo de fracasos de su club en el último par de torneos, empezando con la contratación del Coco Basile, técnico afamado y mundialista. Su última carta, sin duda, será el fichaje de Manuel Lapuente, otro mundialista que sin embargo el pasado torneo descendió con el Atlante.
Al calor del coraje, Pérez Teuffer acaba de tener su mejor idea: recurrir a los despidos de jugadores. Así, los Pardo, Davino, Luna y compañía habrían recibido doble lección si se imita la medida que tan buen resultado está dando en el Tri al Vasco Aguirre.
América tuvo su último título en la campaña 88-89 con el brasileño Jorge Vieira. Desde entonces han desfilado una interminable cantidad de técnicos que sólo han sumado fracasos.
La lista es larga y variada: Dragoslav Sekularac, Carlos Miloc, Paulo Falcao, Miguel Angel López, Leo Beenhakker, Mirko Jozic, Marcelo Bielsa, Jorge Castrelli, Ricardo LaVolpe, Carlos de los Cobos, Jorge Solari, Gonzalo Farfán, Carlos Reinoso y Alfredo Tena.
A excepción del holandés Beenhakker, quien tenía al equipo en el superliderato con un futbol ofensivo, el resto sólo ha cooperado para hundir al equipo en la mediocridad.
La jornada 9 incluyó dos golizas de Irapuato y Santos. Toluca se mantiene en la cima y comienza la etapa de definición, o mejor dicho de confirmación de posiciones, mientras Pumas y América arrastran su historia.